Eres Tú Lo Único Que Veo

El Inicio

Sonó la alarma, señal de que el primer día de clases iniciaba, Hinata se levanto de su cama con gran entusiasmo, fue directamente a tomar un baño lo mas rápido posible; al salir comenzó a vestirse, tomo su uniforme, el cual había colocado en una silla; una vez vestida, cepillo su cabello y lo dejo suelto, tomo su bolso y al levantar lo para poder colgárselo en el hombro, una prenda cayo al piso, era la sudadera que Naruto le presto hace dos días, la levanto para atravesar la en su bolso y sonrió al recordar ese grandioso día. Bajo las escaleras y se dirigió a la cocina, siempre comía cereales antes de irse, no le gustaba irse con el estomago vacío; al pasar unos minutos, alguien tocaba su puerta, se dirigió a su puerta para encontrarse con sus amigos Kiba y Shino, quienes acostumbraban ir juntos a la escuela, aunque no estuvieran en las mismas clases. Aquel trío comenzó a caminar, mientras platicaban, pero Hinata no podía prestar la suficiente atención a sus amigos, por cada paso que daba su ritmo cardiaco se aceleraba, hoy hablaría con Naruto con el pretexto de entregarle su chamarra, tal vez no se quedarían en el mismo grupo, pero con el hecho de estar en la misma escuela se sentía mas que satisfecha, pues con solo ver su melena rubia, esos ojos azules y su sonrisa le bastaba para sentirse bien.

Una vez que llegaron, la ojiperla se despidió de sus amigos y se dirigió a su salón, con la esperanza de encontrar a Sasuke con Naruto, pero al llegar, no había rastro de ninguno; fue hacia los asientos que habían cerca de la venta y dejo sus cosas en el suelo para poder tomar asiento. Poco a poco comenzaban a llegar sus compañeros; no tenia ningún amigo en aquel grupo, con el único que a veces llegaba a hablar era con Sasuke y a costa de ello todas las chicas la odiaban, por otra parte, ningún chico se atrevía a hablarle por miedo al Uchiha y no es como si a ella le importase; su sonrisa no había sido borrada de su rostro durante dos días. Por la ventana pudo ver como Sasuke entraba al salón, pero para su mala suerte iba solo, no había señal del rubio que ella ansiaba ver.

"Sera mas tarde, tal vez él vendrá a buscar a Sasuke" Pensó algo decepcionada la ojiperla.

-Buenos días Hyuga.

Sasuke saludo a la chica, tomando el lugar que estaba frente a ella, como ya acostumbraban desde hace dos años.

-Buenos días.-"¿Debería preguntarle por Naruto? " Se debatía mentalmente, no quería sonar desesperada, ni mucho menos quería molestar a Sasuke, pero se moría por saber alguna noticia del rubio; nunca actuaba por impulso, siempre tenia que pensar antes de actuar, a veces se odiaba por ser así, pero no podía hacer nada, no podía ir en contra de lo que era.

Entro el profesor, dando inicio a la primer clase de su último año, la clase pasaba mas lento de lo que jamás había experimentado, odiaba admitirlo, pero solo había un culpable de esta desesperación, Uzumaki.
Cuando la clase termino, aunque había parecido una eternidad, el profesor los dejo salir antes, al no tener descansos, solo podían aprovechar el tiempo que los profesores les daban antes de cambiar de clase y poder comprar algo en la cafetería o simplemente salir por unos momentos. Hinata decidió salir del salón, estar dentro la ponía mas nerviosa, tal vez podría ver a sus amigos, Kiba y Shino iban juntos, su salón quedaba casi al final del pasillo, siempre se reunían cuando lograban concordar en sus pequeños descansos. Se recargo en la pared, esperando a que sus amigos pasaran, hasta que los gritos de varias chicas llamaron su atención, iban de tras de Sasuke, pero no solo iban por él, sino que también estaban encima de Naruto. Quería apartar a cada una de esas sanguijuelas que rodeaban al rubio, no era una chica agresiva, pero en ese momento, sentía que quería golpear a unas cuantas personas, involuntariamente sus manos estaban en sus costados apretando los puños.

Naruto se sentía incomodo con tanta atención tan agresiva, no recordaba que las chicas estuvieran tan locas, Sasuke le dijo que solo eran las hormonas que era como el juguete nuevo; el azabache estaba contento de que por el momento, la atención femenina no recaía toda en el. Lograron zafarse de las chicas, aunque sabían que mas tarde volverían a estar en la misma situación; el rubio pudo ver a Hinata, estaba recargada viendo hacia algún punto, pero se veía diferente, jamás la había visto de aquella forma, parecía que alguien la había hecho enojar, nunca imagino que alguien logrará poner de aquella forma a una chica tan dulce y tierna como lo era Hinata.

-Hola Hinata! ¿Esperas a alguien?- el rubio quería saber que pasaba, verla de esa forma no era común.

-Hola! Mmmm si, espero a Kiba y Shino.

-¿A caso te hicieron algo? Te ves muy molesta.- No podía ocultar más su curiosidad y fue directo al grano, la ojiperla seguía con una postura muy tensa.

-No, solo vi algo que no me agrado, no te preocupes Naruto.

-Bueno, sea lo que sea que no te agrado, te puso tan enojada que hasta sentí miedo al hablarte.- el rubio comenzó a reír, contagiando a la peliazul, quien olvido su enojo y recordó que tenia que entregarle su chamarra a Naruto.

-Por cierto Naruto, espera aquí un momento.- la chica corrió por la chamarra del rubio y sus nervios regresaron a ella, salio al lugar donde él se había quedado.-Toma, traje tu chamarra, gracias.- una vez mas su sonrojo se apoderaba de su rostro.

-No hay de que Hinata- el rubio tomo su chamarra, rozando las manos de la peliazul- Bueno, nos vemos mas tarde, tengo que aprovechar para ir a comer algo, me muero de hambre.

Hinata solo asintió, sintiendo una sensación hormigueante donde Naruto había tocado sutilmente, mientras veía como se alejaba aquella melena dorada.

-Hinata! Vamos a comprar antes de que se acaben los rollos de canela.

Kiba tomo de la mano a Hinata y corrieron a la cafetería, seguidos por Shino, quien los seguía a paso lento.

Después de aquel suceso, el día siguió su curso, clase tras clase, la jornada había llegado a su fin, Hinata se dispuso a guardar sus cosas para salir y esperar en el lugar de siempre a sus dos amigos; pero antes de ir a aquel lugar, tuvo que pasar con urgencia al baño, para su suerte no había fila y entro sin problemas. Al salir del baño, fue a lavar sus manos, cuando iba al encuentro con sus amigos, tres chicas le cerraron el paso, una rubia, una pelirroja y otra castaña, ya las conocía y llevaba tiempo que no se metían con ella.

-Bien dicen que las santurronas son las peores,- soltó con veneno la pelirroja, Karin- mira que liarse con Sasuke y ahora también con el rubio, vaya que si eres rápida.

-Aunque no entiendo por que les gusta una rara como tú, no lo comprendo. No te bastó con Sasuke, sino que también vas de fácil con mi Naruto.- la rubia hablo, acercándose a la peliazul que solo miraba hacia el suelo.

La castaña que se había mantenido callada, empujo a la rubia, provocando que está derramará su batido encima de Hinata, quien no se había percatado de que la rubia llevaba consigo aquella bebida.

-Lo siento Shion. - Habló la castaña, fingiendo que todo había sido un accidente.

-Creo que te ensucie, mosquita muerta.

La rubia comenzó a reír seguida por las otras dos que la acompañaban, comenzaron a caminar, dejando a Hinata completamente llena de aquel pegajoso líquido; estaba completamente mojada, tanto su saco, como su camisa, estaban pegándose a su cuerpo, sintió rabia de no saber defenderse. Caminó cabizbaja tratando de limpiar un poco aquel desastre, seguramente Kiba y Shino armarían un escándalo si se entraban de lo sucedido, siempre buscaban cuidar de ella, así que empezó a idear alguna mentira creíble para que no comenzaran los problemas. Su día paso de ser bueno, a ser humillante, esperaba que el resto de la semana no fuese igual.

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Perdón por no actualizar el día de ayer, pero en cuanto leí el capitulo no me convenció y volví a escribirlo, pero aun así no quede muy satisfecha con mi trabajo, una disculpa. El próximo capítulo sera mejor, lo prometo. Gracias por leer y comentar.