El regreso

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Habían pasado dos semanas, en las que Hinata se había pasado en compañía de Ino y Sakura; habían ido con ella a comprar ropa, tuvo que cambiar por completo su forma de vestir, tenía que vestir de una forma más adecuada, según las palabras de Ino.

Era un lindo día Sabado, muy soleado, solo restaban dos días para regresar a clases y los nervios de Hinata estaban a flor de piel, sabía que en cualquier momento podría encontrarse con aquel chico rubio de mirada azul; el solo pensar en él, le provocaba una extraña sensación. Hinata dejo sus pensamientos de lado, al ver su reloj, se dio cuenta que se le estaba haciendo tarde, había quedado de reunirse con Sakura, pues le había dicho que necesitaba hablar con ella. Corrió a bañarse, tenia tan solo treinta minutos para estar en el lugar acordado con Sakura; salió lo mas rápido que pudo de bañarse y tomo lo primero que encontró de ropa, al mirarse en el espejo, se dio cuenta que la ropa que había comprado era muy reveladora para ella, pero tenia que empezar a acostumbrarse. Tomo un pequeño bolso para guardar su dinero, llaves y teléfono; salio corriendo de su cuarto en busca de su padre, tenia que avisarle que estaba por salir, pero no lo encontró y se topó con su hermana Hanabi.

-Si buscas a nuestro padre, él no está, pierdes tu tiempo.

-Hanabi, por favor, cuando llegue puedes decirle que estaré con Sakura como ya le había dicho antes, solo lo buscaba para avisarle, pero se me hace tarde y ya no puedo esperarlo.

-Esta bien, yo me encargo de avisarle.

-Gracias, nos vemos mas tarde.

Hinata salio corriendo de su casa, seguramente Sakura ya habría llegado; corrió hasta que sus pulmones ya no soportaban mas, tuvo que detenerse a tomar aire, siguió caminando mientras su respiración lograba regularse. Mientras seguía su camino noto que muchas personas la miraban, seguramente era por el tipo de ropa que llevaba, comenzó a sentirse incomoda, nunca había estado acostumbrada a ser el centro de atención; aceleró el paso, abrazándose, buscando un poco de valor; levanto la mirada, al fin podía ver el parque, solo tenía que cruzar una calle, antes de poder dar un paso más, escucho un grito de una voz tan familiar, que provoco que algo similar a una corriente eléctrica le recorriera el cuerpo. Volteó precipitadamente y se encontró con aquella figura tan conocida, pero a su vez diferente, era Naruto, aquel rubio estaba más alto, ya no era más aquel niño. Hinata no podía creer lo que veía, sin duda, era mas atractivo, habían pasado tres años y prácticamente era una nueva persona; el rubio le sonrió a Hinata, la atención de ella estaba completamente en él, que había olvidado que estaba por bajar un escalón, así que resbaló, torciéndose el pie y cayendo de senton en el pavimento.

-Hinata! ¡¿Te encuentras bien?!- grito el rubio mientras se aproximaba a ella.

Naruto llego al lugar donde se encontraba Hinata y se hinco para estar a su altura; ella trataba de levantarse, pero al notar la presencia tan cercana de Naruto, se quedo inmóvil, al parecer las cosas no habian cambiado del todo.

-Has cambiado mucho, pero sigues siendo muy distraída, ¿he?- el rubio volvió a sonreír le - Veamos si no te has lastimado.

Naruto comenzó a revisar a Hinata, buscando algún raspón o golpe, ella solo podía sentir como las manos de Naruto entraban en contacto con su piel; llevaba un short y una blusa sin mangas, así que tenia mucha piel expuesta; comenzó a sentir como sus mejillas ardían.

-E..ee...estoy bien Naruto, no te preocupes.

-Bien, entonces dame tu mano, te ayudo a levantarte.

Naruto se puso de pie y le brindo su mano a Hinata, quien muy nerviosa acepto su mano; al unirse ambas manos, una extraña sensación recorrió el cuerpo de ambos, no era algo incomodo, sino algo extraño de una forma agradable. Hinata volvió en sí, soltando la mano de Naruto, no quería incomodar lo; al ponerse de pie, notó que no podía recargar muy bien su pie derecho, era un dolor soportable, así que no menciono nada.

-Y ¿a donde ibas?

-Yo iba a encontrarme con Sakura, pero ya es muy tarde, espero y no este molesta.

-Ya veo, por eso ibas tan apresurada.

-¿Y tu?

-Yo también quede de verme con Sasuke; hable con él y le dije que quería ver lo, no lleva mucho tiempo que llegue y quería ver a mi viejo amigo, el hecho de estar de regreso me trae varios y no muy agradables recuerdos.- El rubio suspiro, Hinata sabia perfectamente a que se refería, no quería que él se pusiera triste, así que cambio de tema.

-Vamos juntos a buscarlos, así no estaremos solos mientras los encontramos.

Propuso la chica con un leve sonrojo, no sabia de donde había sacado el valor para decir aquellas palabras, Naruto solo asintió y comenzaron a caminar, esta era una buena oportunidad para ella y tratar de hablar más con Naruto, recordó lo que él había dicho hace un momento y trato de subir el animo del rubio.

-Por cierto, Na...Naruto, te ves muy cambiado, seguramente ya nadie te va a hacer a un lado, todos querrán ser tus amigos.

-¿En verdad crees eso?

-Si, tal vez cuando te fuiste muchos y muchas te despreciaban, pero ahora eres como una nueva persona y sin duda ahora serás muy popular.

-No creo que sea para tanto, pero estoy contento de estar de regreso a pesar de los malos recuerdos en la escuela, supongo que muchas cosas serán diferentes.- el rubio suspiro- Me alegra haberte encontrado y saber que no has cambiado, sigues siendo la misma Hinata amable que recuerdo, aunque creo que has cambiado tu forma de vestir, te ves muy bien.

Aquel comentario provocó que Hinata quisiera desmayarse, no podía creer que Naruto la recordara y notará los cambios que había hecho, pero no era solo eso, él le dijo que se veía bien. Trato de ocultar su cara, para que no se notara su sonrojo, estaba feliz, por que tal vez y solo tal vez, tenia una oportunidad de que Naruto la mirará de otra forma.

-Gracias por notarlo.

Naruto le regalo una sonrisa, una sonrisa que era tan característica de él; siguieron caminando hasta que encontraron a Sasuke y Sakura juntos, para la fortuna de ellos. Hinata no podía ocultar su felicidad, la pelirosa al notar con quien había llegado su amiga, no pudo evitar alegrarse, al parecer, sería un gran día para ambas.

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Eres Tú Lo Único Que VeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora