La Melodía Del Vampiro. La Historia De Nemilus Dracul.

Mi nombre significa terror

Pesados pasos suenan a través del gran salón.

Nemilus Dracul esta batallando cada maldito día con no acudir al alba y por fin descansar.
La soledad le pesa como una puta maldición, y solamente terminará cuando el antiguo vampiro encuentre a su pareja o simplemente se rinda al amanecer.

-Quisiera acabar ya con esta soledad, las manos de Nemilus peinan su rubia y larga cabellera, -no hay un solo día en el que no desee ir al alba y dejar todo atrás.

Viendo la luz de la luna que se filtraba por la enorme ventana,
Sabía que ese sería otro día más de su pesarosa existencia.

-Debo salir y alejarme un poco de este lugar.
Bajo la única luz proveniente de la luna Nemilus se escabulle para ir a alimentarse, aunque ya no hay nada que lo sacie.

Entre los vampiros la sola mención de ese nombre es suficiente para poner a temblar a todos y cada uno de los clanes, los cuales no para en pensar estrategias para derrotarlo, pues aún sin tantos adeptos, el era una eficiente arma asesina, un demonio con rostro de ángel.

<<La muerte tiene un rostro hermoso, y su sonrisa es lo último que verás antes de que te arranque la vida>>.

Nemilos Dracul será tu ejecutor.
Nemilos Dracul vendrá por tu sangre la cual beberá hasta saciarse.
Nemilos Dracul se llama quien se llevará tu alma.

Ese será el ultimo nombre que escucharás antes de morir.

Con los clanes diezmados, los príncipes cediendo a viejas tradiciones, Nemilus estaba aislado.

Vagando en la noche, incapaz de sentir sobre su piel, el frío o el calor del medio ambiente, Nemilus se dirigió hasta el pueblo. Todo parecía moverse con monótona lentitud para el imponente vampiro.

Sigiloso aspiró en el aire, no detectó la presencia de otro vampiro que como él, hubiera salido a alimentarse.

Nemilus, observó a un robusto hombre que tambaleándose caminaba por una calle hedionda.

Sin esperar más, el poderoso vampiro se lanzó hasta el hombre al cual atrapó con sus dos fuertes manos.
La cara llena de terror de aquel desdichado lo dijo todo.

En cuestión de minutos Nemilus había matado ya a cinco personas.
No hay remordimiento, no hay culpa. Simplemente es necesidad.

Nemilus había escuchado que varios vampiros jóvenes encontraron pareja o simplemente murieron. Y de los vampiros más viejos ya eran muy pocos los que quedaban.

Con sigilo siguió deambulando mientras observaba fascinado como las personas eran completamente ajenas a su presencia.
En el ruido de la noche , con una humanidad moderna, encontrar silencio era todo un reto, no solo habían luces artificiales que alumbraban los comercios, sino que todo era una cacofonia detestable, lo mismo que el aire saturado de aromas que a los humanos parecían gustarles, caminó un poco más por las calles adoquinadas, hasta que un fuerte aroma captó su atención, era un aroma único, perfecto, pero maldita sea, no lograba ubicar el lugar de donde provenía, sus fosas nasales se expandieron aspirando todos los aromas que le llegaban, hasta que estuvo más cerca del bosque y entonces lo captó en su totalidad.

-Delicioso.
Huele a bosque y a lluvia.
Definitivamente es una presencia vampírica.

-Debe ser un alguien poderoso. Piensa Nemilus, quien con destreza milenaria intenta seguir ese aroma, sin éxito alguno. Nemilus cae en la cuenta que ocultar su ubicación es una destreza muy especial que sólo ciertos vampiros poseen, y es precisamente eso lo que ha captado su curiosidad.

-Necesito respuestas, saber que sucederá conmigo, se plantea Nemilus Dracul quien ahora tiene más incertidumbre del futuro, el cual le aterra y del presente que lo castiga con soledad.