El aire fresco chocaba con nuestros cuerpos mientras avanza vamos por la acera de la calle más cerca del bosque.
En el cielo aún se visualizaban las estrellas mientras lo adornaban como la mayoría de las noches.
Nos comenzamos a perder en el bosque sin miedo alguno.
Disfrutábamos la tranquilidad, pues este era solo un momento para liberarnos.
Mis pies se movían con gran destreza entre los componentes naturales del bosque, como nunca antes.
Miraba con una gran sonrisa aquellos hermosos ojos verdes frente a mí y no pude evitar decir lo siguiente.- Te amo, Derek.
Él me miro, se unió a mi sonrisa y pronuncio lo más hermoso que he escuchado desde entonces.- Te amo, Stiles.
Me deje envolver por sus brazos, mientras apreciábamos como los miembros de la manada corrían unos de otros, al jugar como niños pequeños.
(...)
Mantenía una fuerza constante en mis brazos, pues Derek me llevaba en su espalda mientras el caminaba y tomaba mis piernas para evitarme un caída.
Acomode mi cara en su hombro derecho y comencé a repartir besos por su mejilla, con total lentitud, sin orden alguno solo disfrutaba el leve toque que tenían mis labios en su cara.
Él rió y volteo a verme.- ¿Qué haces, pequeño?
- Llenar de besos a le persona que amo.- le respondí mientras depositaba un pico en sus labios.
(...)
Nos encontrábamos frente a frente.
Nuestros rostros se acercaron lo suficiente para que nuestros alientos se mezclaran.
Cerramos nuestros ojos a la par y nos besamos...
Fue nuestro gran inicio, el comienzo de algo hermoso juntos.
Regreso a la realidad, mientras parpadeó un par de veces pero aún con un leve ardor en mis ojos.
Noto que me he alejado un poco más de la cuenta, así que doy media vuelta y retomo el camino al loft.
Mi cachorro me sigue muy de cerca atrás de mí, se mantiene atento a cada sonido que se logra escuchar por nuestro caminar.
En el cielo ahora se comienzan a marcar los colores rojizos haciendo desaparecer a las tonalidades oscuras que lo ocupaban con anterioridad, al igual que los rayos del sol, comienzan a darles los buenos días a las diversas personas ya despiertas.
Las calles todavía se encontraban casi totalmente vacías.
Al ingresar a mi hogar, le di de beber a Der.
Mientras tanto yo subí las escaleras, me deshice de la ropa sudada y sucia, para poder tomar un baño.
Me encontraba reflexionando en lo que haría ahora.
La búsqueda física no resulto.
Los libros no contaban con una explicación.
Deaton me aseguró no saber nada, pues según estaba fuera de sus conocimientos.
¿Qué haría ahora?.
Apoye un momento mi cabeza en el azulejo frío de una de las paredes de la regadera, mientras pensaba en todo aquello que me diera al menos, lo mínimo de posibilidad de tener buenos resultados.
- Vamos Stiles, piensa.
¡Lo tengo!
Tal vez sea arriesgado, pero puede valer la pena.
Tendrá consecuencias, pero que más da, tal vez tenga a Derek de regresó y con eso todo sale importando menos.
Listo, la decisión estaba tomada.
Salí de la regadera, pase una toalla por mi cuerpo en busca de retirar toda el agua.
Me coloque mi ropa interior primero y después mi pillama que consistía en un pantalón de chándal junto a una camiseta de Derek.
Caminé con pesadez hasta la cama, donde tome asiento.
A mi mente vienen aquellos hermosos recuerdos que pase en esta habitación, me encantaría revivirlos, pero mi pareja se encuentra desaparecida.
Súper genial, ¿no?.
Las lágrimas ya no eran molestia, había aprendido que tienen el poder de salir cada vez que quieran, pero eran por mi bien, se encargaban de limpiar cada vez que se hacían presentes en mi ojos, para después escurrir por mis mejillas.
Era justo lo que pasaba ahora.
Me dejé caer de espaldas sobre el cómodo colchón, pero preferí tomar la forma de un ovillo, al sollozar.
Cerré los ojos y deje que el mal esto pasará.
Pero una peso en la cama se hizo notar, seguido de algunos lengüetasos en mi cara, justo en el camino del líquido salado.
Abrí mis ojos sorprendido.
- Hey, Ser.- logré soltar con mi voz ronca.
Este me miró por un momento y tomó lugar, acurrucandose en mi pecho.
Lo abrase y seguí llorando.
- Lo extraño tanto que ni te lo imaginas. Me hace tanta falta.- sollozaba, al igual que soltando hipidos.- Sólo quiero que regresé.
Tal vez fue mi falta de sentido, pero creo que en algún momento de la noche, escuché quejidos, como lloriqueos por parte de Der.
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Der, Derek. |STEREK|
DiversosDesapareció de un momento a otro. Sin una despedida de por medio. Sin saber el daño que dejo, pero le perdone, por qué lo amo.