2. Un comienzo y un final

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Ya habían pasado algunos años desde que Kurd había dejado su hogar para comenzar su entrenamiento como valquiria, y a causa de este mismo, su aspecto había cambiado a una más cansado pero mucho más maduro. Sus mejillas dejaron de tener esa rojez natural que tienen todos los niños como muestra de la viveza de su infancia, y pasó a tener un rastro más definido y más pálido, aun que esto no significaba que su belleza hubiese desaparecido.


Al llegar finalmente a su hogar fue recibida por cientos de gritos y abrazos de felicidad, todos estaban emocionados por reunirse nuevamente con la pequeña diosa. Pero una vez terminaron los saludos Kurd notó como había afectado el tiempo a toda su familia, todos habían, en especial su padre quien tenía ahora su cabeza completamente blanca.


-el tiempo afecta mucho a algunas personas- dijo Kurd con gracia lo cual causó que todos rieran


-así es, pero estoy agradecido de que sean blancas y no verdes. Tus hermanas me han estado volviendo loco este último tiempo -


-oye!- gritaron las dos hermanas mayores


Nuevamente todos rieron


Era la imagen de una familia feliz que nuevamente estaba unida. Y aun que no lo quisieran, eran la envidia de muchos por esta misma razón.


Después de conversar un rato Kurd subió a su habitación para cambiarse. Absolutamente nada había cambiado, todo seguía en su lugar tal cual ella lo había dejado.


-creo que es el destino del ser vivo el podrirse con el pasar del tiempo-


Un escalofrío recorrió todo su cuerpo


Sabía que con su regreso las cosas cambiarían, todo se pondría de cabeza y nada ni nadie podría evitarlo porque era el destino que tenían todos en aquel lugar.


"Los buenos tiempos siempre llegan a su fin"


Era una frase que desde su partida había estado rondando en su cabeza. Esa simple oración le causaba una sensación de incomodidad. Todo llega a su fin y cuando eso pase la tristeza y el dolor serán inevitables.


-espero que sea indoloro- fue lo único que susurró antes de marcharse


Había pasado la tarde tranquilamente. Las aves cantaban de forma más pacífica indicando que el sol ya estaba cayendo mientras poco a poco la luna se iba elevando cada vez más.


Kurd se encontraba a los pies de un árbol, había caído dormida en algún momento del día. Su rostro se encontraba completamente relajado, indicando que se encontraba en un profundo sueño. A pesar de esto la joven diosa se encontraba inquieta, estaba teniendo una de las tantas premoniciones que se le presentaban día a día.


-feliz cumpleaños majestad- dijo alguien mientras mientras levantaba un fierro caliente con un signo un tanto extraño.


-nooo!!!- otro grito se escuchó. Era horrible, una premonición de un futuro cercano que mostraba muertes y dolor.

Un ángel para el demonio. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora