Ya habían pasado algunos años desde que Kurd había dejado su hogar para comenzar su entrenamiento como valquiria, y a causa de este mismo, su aspecto había cambiado a una más cansado pero mucho más maduro. Sus mejillas dejaron de tener esa rojez natural que tienen todos los niños como muestra de la viveza de su infancia, y pasó a tener un rastro más definido y más pálido, aun que esto no significaba que su belleza hubiese desaparecido.
Al llegar finalmente a su hogar fue recibida por cientos de gritos y abrazos de felicidad, todos estaban emocionados por reunirse nuevamente con la pequeña diosa. Pero una vez terminaron los saludos Kurd notó como había afectado el tiempo a toda su familia, todos habían, en especial su padre quien tenía ahora su cabeza completamente blanca.
-el tiempo afecta mucho a algunas personas- dijo Kurd con gracia lo cual causó que todos rieran
-así es, pero estoy agradecido de que sean blancas y no verdes. Tus hermanas me han estado volviendo loco este último tiempo -
-oye!- gritaron las dos hermanas mayores
Nuevamente todos rieron
Era la imagen de una familia feliz que nuevamente estaba unida. Y aun que no lo quisieran, eran la envidia de muchos por esta misma razón.
Después de conversar un rato Kurd subió a su habitación para cambiarse. Absolutamente nada había cambiado, todo seguía en su lugar tal cual ella lo había dejado.
-creo que es el destino del ser vivo el podrirse con el pasar del tiempo-
Un escalofrío recorrió todo su cuerpo
Sabía que con su regreso las cosas cambiarían, todo se pondría de cabeza y nada ni nadie podría evitarlo porque era el destino que tenían todos en aquel lugar.
"Los buenos tiempos siempre llegan a su fin"
Era una frase que desde su partida había estado rondando en su cabeza. Esa simple oración le causaba una sensación de incomodidad. Todo llega a su fin y cuando eso pase la tristeza y el dolor serán inevitables.
-espero que sea indoloro- fue lo único que susurró antes de marcharse
Había pasado la tarde tranquilamente. Las aves cantaban de forma más pacífica indicando que el sol ya estaba cayendo mientras poco a poco la luna se iba elevando cada vez más.
Kurd se encontraba a los pies de un árbol, había caído dormida en algún momento del día. Su rostro se encontraba completamente relajado, indicando que se encontraba en un profundo sueño. A pesar de esto la joven diosa se encontraba inquieta, estaba teniendo una de las tantas premoniciones que se le presentaban día a día.
-feliz cumpleaños majestad- dijo alguien mientras mientras levantaba un fierro caliente con un signo un tanto extraño.
-nooo!!!- otro grito se escuchó. Era horrible, una premonición de un futuro cercano que mostraba muertes y dolor.
ESTÁS LEYENDO
Un ángel para el demonio. (EDITANDO)
Fanfiction"Los ángeles lo llaman placer divino, los demonios, sufrimiento infernal, los hombres... amor" Heinrich Heine. Todos alguna vez nos enamoramos, ese amor puede ser lo más hermoso del mundo, también puede ser la causa del sufrimiento de los hombres, p...