Un ángel para el demonio. (EDITANDO)

16. Islandia

Ya han pasado 3 semanas desde que nuestra protagonista decidió recuperar el reino que le fue otorgado pero terriblemente arrebatado. Sebastian se encuentra sosteniendo la mano de su amada por temor a perderla cuando llegue el momento.

-tranquilo, todo estará bien- dijo la joven con una cálida sonrisa en su rostro, lo que menos deseaba era ver al hombre que amaba sufrir- te tengo a mi lado y tú me tienes al tuyo, estaremos bien y volveremos a vivir en paz, así que por favor... no te preocupes-

-está bien mi lady, yo la protegeré con todo lo que tengo-

Después de una horas navegando llegaron finalmente a su destino, Islandia, el antiguo hogar de Catherine que nuevamente se hacía presente en su vida. Sentía miedo y se preguntaba constantemente, ¿valdría la pena arriesgar todo lo que había obtenido por el pasado? Definitivamente era algo que le rondaría en la cabeza hasta que llegara el momento de decidir su futuro.

-lady Catherine, ¿dónde se supone que estamos? No veo ni un rastro de vida y hace un frío de muerte. Sebastian, mi abrigo-

-estamos en Islandia, hogar de fantásticas leyendas y mitos nórdicos, bueno... no tan fantásticas, después de todo tenemos a una diosa frente a nosotros- dijo Sebastian mientras arropaba a su joven amo con un gran abrigo de piel

-¿ahora hacia donde nos dirigimos? Quiero volver a Inglaterra la antes posible-

-debemos de dirigirnos al centro de la isla, ahí encontraremos el portal que nos dirigirá a el otro lado. Lamento haberlos hecho pasar tantas cosas, pero les prometo que cuando esto termine serán recompensados-

-no se preocupe por eso Catherine , a mi me vasta y me sobra con llegar completo a mi hogar, de todos modos muchas gracias por la oferta- dijo Ciel tratando de tranquilizar a la joven

-yo tampoco necesito ninguna recompensa mi lady, solo quiero que permanezca conmigo sana y salva- Sebastian aun estaba preocupado, lo atormentaba el hecho de saber que podría perder a su amada- Catherine, por favor prométame que volverá conmigo y con el señorito, pase lo que pase-

-no te preocupes Sebastian, porque juro por mi vida y por todo lo que tengo que volveré contigo y con Ciel cuando todo esto termine-

Dicho esto continuaron su rumbo camino al centro de la isla, todos con el corazón acongojado esperando que todo saliera bien, porque aun que Catherine no lo demostrara estaba preocupada por lo que el futuro les depararía.

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Después de tanto caminar, nuestros personajes lograron por fin llegar al lugar tan ansiado, el centro de la isla. Todo estaba lleno de calma, no se notaban ni las mas suaves corrientes de aire, tampoco nadie hablaba, todos estaban expectantes ante tan maravilloso lugar, lugar digno de dioses nórdicos.

-ahora qué- dijo el joven conde

Esa pregunta inundó el lugar, y afectó profundamente a la joven diosa

¿Y ahora qué?

Ya había llegado lejos, y sería una falta de respeto para ella como para el resto. La palabra "volver" ya no estaba en su vocabulario, debía seguir hasta el final y recuperar finalmente lo que desde un principio fue de ella.

-necesito que se alejen unos metros de mi. Abriré un portal al mundo de los dioses, es peligroso que estén cerca porque podrían ser absorbidos y enviados a cualquier lugar-

Todos retrocedieron dándole espacio a la joven. Estaban atentos a todos los movimientos que realizaba Catherine, nadie quería desaparecer del mundo de los mortales.