4. Catherine Götz

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Año 1760 D.C

Ya habían pasado algunos años desde el destierro de Kurd y la desafortunada muerte de sus padres, y junto que con destierro la joven diosa abandono su titulo y sus recuerdos de aquel tiempo, tomando ahora el nombre de Catherine Götz, una de las condesas más importantes de la nueva Inglaterra.


Era verano y las mañanas comenzaban a ser más cálidas, corrían cerca de las diez de la madrugada y nuestra protagonista ya se encontraba despierta y vestida. 


Un pintor ubicado frente a ella se encontraba realizando un retrato en un enorme lienzo, ya habían pasado algunos años desde que la habían pintado y cada cierto tiempo era necesario cambiar las pinturas de la mansión ya que de otro modo las pocas personas que la visitan podían sospechar de que algo no andaba bien, después de todo ya llevaba algunos años de más en aquel lugar. 


-ya falta para que termine de pintarla y quedara libre para poder levantarse- 


La joven rió con gracia, aquel hombre le había rogado de rodillas durante días poder retratar a tan hermosa mujer "digna de la más bella de las artes", o bueno, eso es lo que había dicho aquel individuo.


-estoy seguro que debe de ser aburrido tener que estar sentada durante horas inmóvil pero le prometo que el resultado será digno de estar en la galería más famosa de Londres-


-me basta con que esté en mi hogar, gracias por la oferta- dijo la joven 


-en cualquier caso, quiero disculparme con usted por mi actitud inmadura y por molestarla durante días. No voy a negar que la primera vez que la vi pensé por un segundo que era alguna diosa o ángel hahaha- 


La joven se atragantó con su saliva por un segundo. De alguna forma los humanos siempre lograban sospechar de ella, pero para su suerte siempre terminaban rindiéndose o pensando en que podía ser una tontería que imaginaban sus mentes.


-bueno, me faltan unos detalles y quedará libre como un zorzal- 


-gracias señor Batoni, quedara preciosa. Debo agradecerle el haberse dado el tiempo de viajar desde Italia hasta aquí- 


Pompeo Girolamo Batoni era el nombre de aquel hombre, y como decía Catherine, él había viajado desde Italia por cuenta propia sólo para poder retratarla en una de sus pinturas. Se habían cruzado algunas veces en los canales de Venecia antes de que Catherine volviera a Inglaterra.


-no se preocupe señorita, dejaría todas mis pinturas de Italia solo para poder retratarla todos los días- la joven rió, era realmente todo un Romeo.


Luego de unas cuantas horas la pintura estuvo finalmente lista, Batoni llamó a sus ayudantes para que colaborarán con el enmarcado de ella para luego colgarla en el salón entrada como había mencionado anteriormente.


-bueno señorita Catherine, fue un gusto haberla conocido. Como se dice en mi país, ah presto mia bella signorina- dijo de forma elegante el hombre que se encontraba frente a ella.


-igualmente señor, muchas gracias por la pintura y que tenga un buen viaje- 


Aquel hombre no había sido el único al cual había tenido que despedir de su hogar, siempre estaba llegando gente a su casa, pintores, músicos, científicos. Eran tantos que ya no recordaba cuantos saludos y despedidas había tenido que dar.


-¿señorita Catherine Götz?- habló de improvisto alguien- ¿es usted Catherine Götz?- preguntó un hombre joven a lo que la joven asintió- buenas tardes, mi nombre es Peter Smith, soy el encargado de la actualización de los títulos nobiliarios. Necesito hablar con usted de forma urgente sobre su titulo de condesa-


-si por supuesto, adelante- lo hizo pasar un poco preocupada- ¿en qué lo puedo ayudar?-


-bueno... esto sonara un tanto extraño pero en los documentos de las oficinas las fechas no concuerdan con los datos. A lo que voy es que el titulo que usted mantiene hasta el día de hoy ya tiene más de 40 años- dijo algo extrañado Peter- y según los datos que nos entregaron usted obtuvo el titulo al los 20 años por lo que debería de tener 60 años actualmente... y bueno....-


Catherine se relajó un poco, ya era algo rutinario todo esto


-ohh comprendo, anteriormente ya había pasado esto- dijo tratando de tranquilizar a aquel hombre- el hombre que vino hace algún tiempo presentó el mismo problema, el cual al parecer es falta de datos en los papeles que tiene en sus manos. Verá, mi madre Lady Catherine también tenía en su posesión el titulo de condesa por lo que surgió una confusión de títulos entre las dos hahaha-


Aun que no lo pareciese, Peter extrañamente fue convencido totalmente por la explicación que le había dado la joven condesa, por lo que aquel hombre tomó una actitud más relajada.


-comprendo la situación- dijo despidiéndose de Catherine- entonces no tengo nada mas que hacer aquí. Me retiro y lamento las molestias causadas-


-oh! Fue todo un placer no se preocupe- dijo despidiendo nuevamente a otro hombre en la entrada


Una vez el carruaje partió Catherine cerró finalmente la puerta de entrada.


"Cada vez es más fácil engañarlos y más difícil evadirlos", pensó la joven.


Fue ahí cuando la joven condesa le tomó el peso a lo que había mencionado anteriormente el joven. Más de 140 años llevaba en aquel lugar, siempre tratando de evitar todo tipo de recuerdos.


"Bueno, lo hecho, hecho está", se dijo a si misma


"No hay nada que pueda hacer para revivirlos así que lo mejor es olvidarme de todo", trató de decir lo mas fríamente cosa que claramente no funcionó. 


En el momento en el que abrió la boca soltó un gemido de dolor.


 Aún la herida que tenia en el corazón permanecía abierta, no estaba cerrada y cada vez que recordaba lo sucedido en su antiguo hogar la herida volvía a abrirse aún más. 


Completamente sola se encontraba en aquel lugar, por lo que no tenía a nadie que lograra consolarla cuando se hacían presentes estos desafortunados recuerdos. 

Un ángel para el demonio. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora