Un ángel para el demonio. (EDITANDO)

10. Controlate valquiria

~Hey cariño, ¿te gustaría acompañarme al bosque? Encontraremos todo tipo de criaturas y animales, te divertirás y disfrutaras del viaje. Vamos a buscar a tus hermanas~

Desde que habló con aquel dios de la muerte ha tenido demasiados sueños. No son desagradables, sin embargo tienen una mezcla de dolor y melancolía.

-señorita, ¿se encuentra bien?-

Una chica pelirroja y con gafas se encontraba a su lado, su rostro reflejaba preocupación. ¿Por qué?

-¿dónde me encuentro?- dijo la joven Catherine llevándose una mano a la cabeza, le dolía excesivamente- ¿quién eres?

-s-se encuentra en la mansión Phantomhive, usted a estado en esta habitación durante 2 días inconsciente-

Estaba impactada, no sabía que le había pasado y que había ocurrido.

-tranquila señorita. El conde le explicara todo, no tiene que preocuparse-

No quería y no debía de estar allí. Todo era tan confuso, no recordaba nada.

Durante un instante, un pequeño recuerdo le llegó a la cabeza. Unos ojos... unos ojos azules como el cielo mismo la observaban, pero no mostraban hostilidad sino preocupación. No lograba recordar de quien eran, pero se le hacían tan conocidos.

-señorita... señorita- Catherine volvió a la normalidad- gracias a Dios ya esta bien. Tenga, el joven amo le envía esto- dijo entregándole un vestido- ¿desea que la a-ayude de ponérselo?-

-no gracias, no hay necesidad-

-esta bien. El joven amo desea hablar con usted durante el desayuno, s-si usted esta dispuesta claro esta-

-muy bien. Iré enseguida-

Catherine una vez lista fue en busca del conde, llegó a un gran salón el cual debía de ser el comedor. No se encontraba nadie.

-vaya manera de recibir a alguien, ¿será que el conde se encuentra indispuesto?-

-para nada lady Catherine. He estado esperando mucho tiempo para recibirla apropiadamente en mi humilde hogar. Sebastian, sirvenos el desayuno y luego ve a buscar al doctor- el mayordomo asintió con la cabeza y se retiro a la cocina

-discúlpeme conde si mi pregunta es inapropiada, pero ¿cuál es la necesidad de llamar a un doctor?-

-verá señorita Catherine, quiero estar seguro de que usted no tiene ningún daño. Ahora, me gustaría saber que le sucedió-

-realmente no lo se. No recuerdo donde me encontraba, que era lo que estaba haciendo y tampoco lo que sucedió-

-bueno... usted se encontraba en el cementerio, desconozco las razones que la hicieron visitar aquel lugar-

La joven pelinegra pensó unos minutos tratando de recordar. Un pequeño pensamiento la hizo exaltarse, ¿cómo es que él estaba ahí?

-¿señorita? Debo de suponer que por su reacción debe de recordar que es lo que sucedió-

Ciel no podía saber que es lo que haría ella, eso le podría traer problemas a todos por lo que le dijo una mentira "blanca", como le decían en aquel mundo a los engaños inocentes.

-no, no sucede nada. De todos modos agradezco su hospitalidad, lamento mucho las molestias me retiro muy agradecida-

-y el doctor?-

-no se preocupe por eso, puede enviar la boleta a mi hogar para yo pagar los gastos-

-no se preocupe por eso mi lady-

-bueno... hasta luego- dijo la joven saliendo de la gran mansión dejando atrás al joven conde y a un mayordomo (que apareció repentinamente ) sonriente

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La joven volvió al cementerio a terminar su propósito, iba a terminar lo que debió hacer la primera vez que lo vio en aquel mundo.

-¿crees que dejándome inconsciente me olvidare de ti maldita serpiente?-

-su carácter a cambiado demasiado princesa Kurd- dijo una gran serpiente que se acercaba lentamente a la joven- yo también he cambiado, mi amo a muerto y busco uno que quiera remplazarlo-

-no me vengas con bromas Nidhogg, tu no tenias amo. Tu único objetivo era alimentarte del árbol de la vida para que cuando llegara la destrucción te alimentaras de la sangre humana-

La serpiente se encontraba al lado de Catherine, ella lo miraba con odio y asco. Esa serpiente había sido enviada por "él", no conocía sus propósitos pero sabía que no debía confiar en aquel reptil.

-¿qué desea él de mi? Pensé que le había bastado con mi humillación y mi exilio-

-para nada, él te quiere muerta a ti y a tu mascota-

Esa oración desató dentro de Catherine una gran tormenta, esta vez no se quedaría sentada esperando a que terminaran de asesinar a su familia.

Un aura oscura rodeo a la joven he hizo que poco a poco el lugar se fuera llenando de una espesa oscuridad. El odio se expandió por completo dentro de su corazón, acabaría con aquella serpiente de cualquier modo. Los ojos de Catherine se tornaron de color rojo vivo, y aparecieron sus enormes alas que por tanto tiempo habían estado ocultas.

-vaya vaya. ¿Pero que tenemos? Me había dicho que no era un ángel- una voz grave provenía de algunos arboles, la joven condesa la reconocía perfectamente- debería aprender a controlarse, ahora dígame algo mi lady... ¿este desagradable reptil la está molestando?-

-lárgate maldito demonio no necesito tu ayuda-

-yo creo que si señorita Catherine, usted a perdido la cordura completamente- otra voz se oía en los alrededores, "¿acaso no puedo estar un momento tranquila?" Pensó la joven- Sebastian acaba con aquella alimaña, es una orden-

-vaya princesa, no sabia que tenias tantos pretendientes. Veo que no ha malgastado su tiempo-

-¡cállate! Acabare contigo personalmente- dicho esto se lanzó contra su enemigo como una fiera que se lanza contra su presa- ¡te mataré!-