The Heart Rate Of A Mouse- Volumen 1: Over The Tracks (Traduccion Al Español)

Capítulo 7: Historias de San Francisco/Sostenlo Sobre mi Cabeza

El agotamiento se arrastra en mí lenta pero seguramente, chupando la energía que trato de preservar para las siguientes noches. Es como caminar dormido, desmayarse en los vestuarios o en la sala de autobús, constantemente teniendo a alguien que me sacuda para despiertar. Y el primer pequeño descanso que consigo, cuando puedo acostarme en la cama de hotel, Jac finalmente decide llamarme. Escucho sus historias de fiestas y amigos en común con un oído medio interesado, ojos caídos y la cama del hotel por debajo de mí se siente tan acogedora. Estaba esperando a que me llame. Ella conoce el nombre de todos los hoteles en los que estamos alojados y mi nombre en cubierto: Angel Eyes. Me gustó esa película. Y tengo los ojos bastante bonitos. 

Jac tardó semanas en llamar. Yo contaba los días. 

"Parece que ha hecho una impresión en tí," Jac dice que después que he cumplido con mi parte de compartir vaga y abreviadamente. Mis ojos parpadean en la pantalla del televisor de la habitación del hotel, una caricatura en silencio mientras espero que Pete venga a buscarme para otra entrevista de radio que probablemente me hará quedarme dormido.

"¿Eh?" 

"Este Brendon." 

"Es un buen chico," digo y Jac admite que ella se olvidó de ir a mi casa para regar las plantas y ahora están todas muertas. La conversación se siente como mis ex plantas; seca y resentida porque ella no me llamó y yo no la llamé, y cuando ella finalmente llamó, el tiempo era malo y tan solo me molestó. Ella dice que Los Ángeles parece estar despertando a The Followers con delirio, que todos están descubriendo que es mi novia. Que va a ser una locura cuando finalmente toquemos en la Costa Oeste. Que será mejor que no me olvide de ella.  

Tiene que irse antes que yo, da muerte a  la línea con un clic, pero el teléfono sigue presionado a mi oído, y eso fueron dos semanas esperando a que haga el primer movimiento de un montón de nada. 

Spencer tenía razón. Tal vez necesito una nueva novia, alguien que adore a mí más que ella. Pero eso nunca va a funcionar tampoco, porque que se joda cualquier persona que piensa que no puedo cuidar de mí mismo. 

Pete llama a la puerta, y, medio dormido, medio despierto, me obliga a salir de la cama. 

Spencer y yo debemos hacer una entrevista y más una canción para una estación de radio de alguna universidad, y el amateurismo se muestra en cosas como que el tipo que nos guía a través del campus solo se queja y afirma que él es nuestro fan número uno. Por suerte, él tiene que ir a su clase de Psicología 101 después de que llegue a la sede de la radio. Spencer garabatea tarjetas postales mientras esperamos en el salón, los altavoces crepitantes en las esquinas que llevan la voz del host en cómo su equipo perdió en la ronda final del Campeonato de Debate de América del Norte y que el equipo de la Universidad ganó una vez más. Ecos de una vida que nunca me ha interesado tener. 

Spencer compró dos postales desde el vestíbulo del hotel, y me ofrece una, así que la tomé y contemplé a quien se le dirija. Papá, definitivamente no. Probablemente ni siquiera sabe que estoy de gira. Jac, tal vez, pero no quiero darle el gusto. Podría enviarmela a mí mismo, pero eso sería triste. Podría hacerle frente a 'Los Padres de Brendon Urie' y escribirles que su hijo está vivo y bien, pero no es como si supiera donde viven. 

Es raro ahora que sé tanto sobre el roadie, y él no sabe que yo sepa. No le voy a decir que lo conozco bien, ya que claramente no quiere hablar de ello. Miro a través de la habitación a Andy y Brendon, que vino con nosotros. Andy es cada una de mis guitarras fuera de una bolsa de concierto, y Brendon está jugando con pandereta de Spencer. 

"Aquí tienes," dice Pete, me ofrece una taza de café negro. Me empujo el pelo de los ojos y tomo un largo trago, la porcelana caliente bajo mis dedos. "¿Sin azúcar?", Pregunto con tristeza, Pete parpadea. Dios, ni siquiera puede hacer su trabajo.