Así que quizá sí me atrae. Sus labios carnosos y sus ojos hermosos, su cuerpo esbelto, su trasero redondo. Pero aceptarlo no significa que no sea heterosexual. Admiro la belleza. No hay absolutamente nada malo con eso. Aunque, si le preguntara a Spencer, el diría que una cosa es admirar la belleza de lejos y otra es querer tocarla y sentirla en tus manos.
No voy a consultarle a Spencer sobre esto. No, definitiva, pero definitivamente no. Nunca le diré a nadie sobre nada. No es de su interés lo que haga yo.
Sigo mirando la luz de los faroles atravez de a mesa de la sala de estar mientras nuestro bus atravieza más y más millas en la silenciosa noche de verano. Un brillo de tonos naranjos viaja a travez de la mesa y luego la sobra se vuelve negra, luego viene la luz, luego la sombra. Miro la manera en que las luces juegan en mi cuaderno abierto, el lapiz, mis nudillos y la botella vacía de vodka.
La página sigue vacía. No he escrito nada desde que estuvimos en Ottawa.
Y, además, mientras más lo piensot it, más me doy cuenta que no me atrae. Sería una absurda noción si si lo hiciera, y el hecho de que me haya besado no prueba nada. Soy famoso. No soy exactamente feo. Es gay, y está solo. Soy una de las pocas personas de por aquí que se ha molestado en socializar con el. Así que malinterpretó la situaión, y yo le seguí en juego. Le podría pasar a cuelquiera, estoy seguro.
No me atrae ni un poco.
La puerta que separa las camas con la sala de estar se abre. Mis ojos, los cuales se habían ajustado a la oscuridad, instantaneamente logran divisar un Brendon cansado, que no me mira mientras entra al baño, sus pantalones de pillama colgando en lo más bajo de sus caderas. El seguro del baño se cierra. El bus se queda en silencio una vez más.
Mi pulso vuelve.
Surspiro mientras llevo la botella a mi boca. Una gota llega a mí. Observo la botella descepcionado. "Et tu, Brute?"
Tira la cadena del baño, el sonido viajando a travez de las paredes delgadas como papel. Llevo la botella a mi bolsillo, tratando de esconder la evidencia.
Talvez estoy un poco borracho, pero ciertamnte no me atrae. Debería volver a mi cama antes de que salga, o quiza debería ir al asiento de adelante para conversar con William, pero estoy tratando de averiguar si el sabe. Quiza Brendon le dijo, son amigos después de todo. William no ha dicho nada. William no es el tipo de persona que esconde una cosa así; le diría a la mitad del mundo y le mandaría cartas al resto.
La sala de estar está oscura, las luces apagadas. Estoy entre las sombras, así que me quedo donde estoy, sabiendo que soy bastante invisible en mi esquina. Buen plan.
La puerta se vuelve a abrir. La luz viaja débilmente atravez de la sala de estar. Directamente a mi.
Mierda.
Brendon se detiene. "Oh. Hola. No te había visto." Cierra la puerta. Lo miro.
Aparte de "Buenos días"y "¿Dónde están los vestidores?" y "¿Dónde estoy?" y "¿Me pasas el capo/el cable/la hierba/el setlist?", no hemos hablado, y no hemos estado en privad sin nadie alrededor. No se mucho acerca de el, pero se que no es estúpido, así que mi tecnica de evitar cualquier contacto visual debió haber sido fácil de leer. Sigue siendolo.
Pregunta,"¿Qué estás haciendo?"
Me encojo de hombros, más de lo necesario. "Sentandome en la oscuridad a mitad de la noche."
Silencio. No lo mire, no es como si lo haya mirado, pero aún así vi la planicie de su estómago, la V de sus caderas, su pecho descubierto. "¿No quieres compañía?" pregunta.
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The Heart Rate Of A Mouse- Volumen 1: Over The Tracks (Traduccion Al Español)
FanfictionEn el verano de 1974 , Ryan Ross se embarca en un agotador tour del álbum más popular de su banda , que lucha por la altura de la presión y las expectativas de la fama repentina . Mientras él malabarea la disolución de su banda, las mentiras de su m...