A veces me pongo a pensar que un "nosotros" nunca estuvo escrito en nuestro destino, y entonces lo tuvimos que forzar. Y ya sabemos que el amor forzado nunca resulta, y efectivamente, nunca resultamos.
Estar contigo, estar cerca de ti, tenerte a mi lado, mirarte, tocarte, siempre me hacia sentir dolor. Me dolías de una forma tan desgarradora que era imposible decir que estábamos destinados a ser.
Eventualmente, lo entendí.
Lo entendí, y lo entiendo, pero eso no evita el hecho de que te aceptaría en mi vida otra vez, aunque me haz roto, aunque me haz vaciado, aunque duelas, en alguna parte de mi mente masoquista, ruego por que regreses algún día.
Porque te he querido de lejos y de cerca, te he querido aunque me des mil razones para no hacerlo y hoy te sigo queriendo.
Supongo que hay personas en tu vida que solo vuelven para destrozarte, y luego se van. Y estúpidamente en cada partida, esperas a que regrese.
No importa que ya no haya nada más que destrozar, regresa y destrózame un poco más.
