21.

22 4 1
                                    

Soy la mujer que se busca a través de ojos ajenos... Veo mi reflejo y reflexiono la mayor parte del tiempo. Siento que mi silencio es la ausencia de gran parte de un ego dolorido y cansado de insistir, o tal vez sólo sea la paz que llevo dentro a veces.
Me he buscado en lugares insólitos, oscuros y hasta peligrosos. Me he encontrado en brazos blandos inseguros de amar, o miradas que me congelaban el alma. O simplemente sentada al final de escaleras que parecían infinitas para contemplar mi soledad.
Después de haber pasado por tanto frío, tanto miedo, tantos gritos mudos, tantos nudos atorados y miradas vacías... Encontré el otro lado de mi propio universo interno. Vi tanta fuerza, tanta paz, tanto valor, tanta confianza, tanta luz... Que hasta pude ver que un atardecer era tan apasionado como yo.
Una gama de colores acompañaba ese cielo representando mi alma.
Como si ese cielo fuese mi vida y ese sol mi corazón, inmenso y lleno de luz, acompañado de un cielo que el día de mañana ya no podría estar tan tranquilo y hermoso como hoy.
Como si ese paisaje me dijese «eres cada sombra, cada rayito de luz, cada tormenta o primavera... un conjunto de todo».

Pequeños TextosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora