Yeoseos. Chanyeol

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El silencio que se formó en la mesa fue largo, frío e incómodo.

Mis hermanos me miraban expectantes, mi sobrino tenía la boca abierta y Harry se atoró con un pedazo de carne. Yo en cambio, me hundía en la silla sin mirarlos a la cara.

—¿Qué dijiste Yeol? —Se atrevió a decir Joon. Yo lo miré.

"Quiero aprender a hablar." Algo bueno de las señas, es que aunque estés muriendo de nervios, no titubeas, pues tus manos hablan por ti.

Entonces mi sobrino colapsó...

—¡Tú ya sabes hablar! —Gritó sobresaltando a todos en la mesa menos a mi. —¡Sabes hablar! ¡Sólo no lo haces!

Bajé mi cabeza... Joder, aún cuando quería negar eso, yo tenía muy claro que Myeong tenía razón.

—¡Habla joder, HABLA! —Gritó golpeando la mesa con sus ojos cristalizados.

Esa imagen rompió mi corazón, y no fui capaz de mantenerme fuerte. Un par de lágrimas escaparon de mis ojos, y como un cobarde corrí lejos, saliendo de mi casa y corriendo sin rumbo por las frías calles.

No podía hablar... No era mi opción y tampoco es que no quisiera pronunciar algo con mis atrofiadas cuerdas vocales... Pero de mi garganta no salía ningún sonido que no fuera mi respiración.

Limpié mis lágrimas para poder ver mejor el camino, pero me encontré perdido en toda la inmensidad de Seúl.

Caminé ahora más consciente, y con mi corazón a mil. Pude notar que estaba en un barrio un tanto lujoso, por lo que no temí por mi vida... O algo así.

Las casas eran enormes... Mansiones de por si, y por un momento me sentí una hamburguesa de queso entre un platillo de langosta. Fuera de lugar si es que no entienden mi punto.

Caminé bastante perdido, y en el momento en el que decidí enviar un mensaje a Joon o Harry... Mi batería se fue por el caño.

Maldije en silencio y sollocé un poco limpiando mis lágrimas una vez más.

Creí que mi noche no se podía arruinar más, pero estaba equivocado. Unos segundos de mi distracción, lograron aturdirme lo suficiente, para luego abrir mis ojos y encontrarme tirado en el suelo con un hombre sobre mí gritándome cosas... En chino.

Utilicé mis manos para pedirle que se calmara un poco y me hablara en coreano... Joder, mi sobrino sabe hablar chino, ¡no yo!

—¡¿Cómo se te ocurre pasear a estas horas y no cuidarte?! ¡Casi quedas hecho puré! —El tipo apuntó a un camión que ni se inmutó en bajar la velocidad. —¿Querías morir a caso? Si es eso, puedo ayudarte.

Abrí mis ojos asustado y negué una y otra vez. Al parecer se mareo o algo pues con su mano hizo un movimiento que me indicaba "para".

—¿Quieres hablarme? Me jode que no me dirijan la palabra...

Baje la mirada y negué un par de veces para luego escribir en el suelo: "Soy mudo."

Su rostro fue un poema, y puedo decir que pasó por todos los colores para terminar en un rojo vivo.

Mil reverencias después, finalmente logró hablar nuevamente.

—Lo siento... No creí que fueras... Uno... De... Esos... —Se rascó la cabeza y yo ladeé la mía. ¿De esos? —No lo tomes mal, uhm, conozco a un tipo como tú... Pero ese no escucha y no habla y... Uhm... ¡Argh! Era más fácil hablar contigo cuando... No sabía que no... Hablabas...

Sonreí un poco y luego estallé en una carcajada que dejó al tipo helado. ¡Hey! Soy mudo, pero sigo pudiendo hacer ruidos con mi boca y esas cosas.

—No me estás tomando el pelo... ¿Cierto? —Con una sonrisa negué, contagiándolo a él. —Soy Yi Fan, pero puedes llamarme Kris, niño.

Mi sonrisa de amplió y mostré un poco mis dientes, para luego tomar nuevamente la ramita y escribir mi nombre en la tierra.

—¿"Park Chan... Yeol"? ¿Así te llamas? —Asentí y el sonrío botando aire por su nariz. —Bueno Chanyeol, es muy tarde y me preocupa que estés solo... ¿Quieres que llame a tu mamá? ¿Papá? ¿Hermano, hermana... ?¿Perro... ? ¿Pez dorado? Joder, no me mires así y di... Haz algo.

Reí y luego negué un poco nervioso. Kris me extendió un lápiz y un papel y yo escribí allí lo que quería comunicarle.

"Peleé con ellos, déjeme quedarme con usted, esta vez. Avisaré que no llegaré." Kris dejó sus bromas y se centró en mirarme fijamente. Intimidánte.

¿Cómo sabes que no soy un violador asesino que te salvó sólo para hacer cochinadas con tu lindo cuerpo de adolescente? —Dijo atropelladamente, a lo que yo respondí en el papel.

"Ya lo habrías hecho, ¿no? " Kris bufó y luego asintió.

—Bien, de acuerdo. Sígueme niño, te llevaré a mi casa.

La casa de Kris no era menos que todas las otras que vi anteriormente. Una entrada gigante con una puerta de madera pulida y piso de mármol.

El recibidor, era casi tan grande como la entrada, solo que este se dividía en tres partes de derecha a izquierda; cocina, sala y un pasillo largo. Detrás de mí había una escalera ancha, y junto a la sala se encontraba el comedor. La luz era emitida por un candelabro –que por lo que veo– valía millones y millones de wones.

—¿Te gusta? —Asentí. —Es bonita, pero muy fría y aburrida. Eres el primer extraño en conocer mi casa.

Lo miré enarcando una ceja y el negó sonriendo.

—Espero en el futuro, compartirla con alguien... Ver crecer a mis hijos y luego escuchar a mis nietos... Compartir este imperio con una única persona, y espero que él también quiera solo compartirla conmigo.

Me alejé un poco ladeando la cabeza. Bien, ese discurso había quitado mi duda y me sentía seguro con ese cursi.

—Ven, dormirás en la habitación provisional...

La cama era estúpidamente grande y un tanto fría. Mis dos brazos estaban cargando mi cabeza y yo mantenía mi vista fija en el techo.

De alguna manera deseaba algo... No tengo bien claro qué era, pero tenía esa sensación en mi pecho que indicaba que algo necesitaba para estar en un estado de paz.

Miré por la ventana, encontrándome con un cielo oscuro, adornado con unas pocas estrellas.

De alguna forma, ese cielo, me recordaba a los ojos de ese chico que chocó conmigo... Ese chico que se dienta junto a mi en la escuela.

Suspiré y me descubrí pensando... Que deseaba ver ese cielo todos los días de mi vida. Ese mismo cielo con más estrellas, en los ojos de un chico perfecto.

Continuará...

* Me gustaría aclarar, que todas las canciones que he puesto al inicio, tal vez no tengan mucho que ver con el capítulo, pero son esas las que me ayudan a escribirlos... Eso.

Yoonnie fuera.

Sweet Breath  *ChanBaek*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora