Yeol. Chanyeol

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No nos besamos en la feria con Baekhyun. No les podría decir si fue por vergüenza de la cercanía ajena, o porque aún no era el momento.

Sin embargo, él se despidió de mí con un abrazo fuerte y apretado, junto con un pequeño pico en mi mejilla; coloreando mi rostro casi al instante.

Me estaba preparando para pedirle a Kris quedarme una noche más en su casa, ya que no tenía en valor suficiente para enfrentar a mis hermanos aún... Pero Kris se negó.

—Escúchame niño... Me agradas y no dudes en visitarme todo lo que quieras, pero no puedes vivir en mi casa. —Suspiró rascándose la nuca mirando a otro lado. Luego agregó. —Ve a tu casa y arregla los problemas, ¿bien? Tú puedes y confío en ti plenamente.

Me sonrió dulcemente y luego golpeó levemente en el brazo. Lo miré un poco más y luego asentí. Tenía razón, no era mi intención molestarlo y mucho menos estando en su casa.

Luego de despedirme de él, cambié mi rumbo y me dirigí hasta la casa que compartía con Yoora, y logré entrar sin hacer mucho ruido.

Parecía estar vacía, por lo que no le di mayor importancia y caminé hasta mi cuarto. Me encerré y me lancé a mi cama comenzando a pensar en todo lo que había ocurrido en mi día.

Una sonrisa ladina se plantó en mis labios cuando recordé el rostro de Baekhyun, pero todo se fue por la borda cuando la puerta de la entrada hizo ruido.

—Es imposible que haya ido muy lejos, Joon... Debe estar en alguna parte, hermano. —La voz de Yoora me puso nervioso.

—Yoora... Desde que Chanyeol dijo esa estupidez, mi hijo está desaparecido. —Habló mi hermano...

—¡JoonYoung! No digas eso que no es culpa de nuestro hermano. —Gritos.

—¡¿Cómo que no es su culpa?! ¡¡Myeong quería ayudarlo y lo que Chanyeol hace es escapar cobardemente!!

Mi pecho se oprimió... Me dolió, y mordí mi lengua para no decir nada desde el segundo piso. Decidí acercarme un poco para escuchar mejor, pero me arrepentí muy de prisa.

La bofetada que Joon le dio a Yoora me dejó helado. Nunca había recibido un golpe, ni siquiera de Harry... ¿Quién se creía que era?

—Yoora... —Un susurro se escapó de la boca de mi hermano, mientras mi hermana seguía en shock ante la "sorpresa" recibida.

—A-Alej-Jate de e-ella, J-Joon... F-Fuera... —Mi voz...

Mi voz. Pude sacar mi voz un momento... Había cambiado, demasiado. Era mucho más gruesa, incluso se parecía mucho a la de mi hermano, y mezclada con el enojo que sentía en ese momento, estoy seguro de que se escuchó aún más profunda.

—¿Chanyeol? —Mis hermanos me miraron. Yoora tenía lágrimas en sus ojos y al parecer yo también.

Joon intentó acercarse al igual que Yoora... Pero me alejé aún más rápido de lo que ellos intentaron atraparme.

Salí de esa casa corriendo nuevamente, esta vez con el corazón en mi garganta, aceptando el que nunca volvería a pisar ese suelo. Ya no me importaba, lo único que podía hacer era llorar y correr.

Los gritos detrás de mi no se hicieron esperar, por lo que tuve que cambiar el rumbo de mi maratón hasta llegar sin ser descubierto hasta la casa de Kris.

—¡Chan...! ¿Yeol? Joder niño, ¿qué ocurre? —Sollozaba en silencio y sin poder evitarlo me abracé a su torso comenzando a llorar con fuerza. —O-Oye... Cálmate un poco y conversemos.

—Y J-Joon g-golp-peó a m-mi herma-ana... —Finalicé.

Sinceramente no sabía si Yifan estaba asombrado por la historia que acababa de contarle, o porque le había contado la historia con palabras y no con letras en un papel. En fin, ya lo sabía.

—Joder, yo... No me lo esperaba, tú... Uhm... Dios mío... —Balbuceaba. —Quédate aquí todo lo que quieras, te compraré ropa y todo pero... Wow, enserio lo siento mucho, Yeol.

Le sonreí de lado, o eso intenté, pues parecía más una mueca que una misma sonrisa.

—Tu voz es impresionante, me apena que se corte un poco... —Suspiró. —Iba a comer ahora que lo pienso, ¿quieres ir conmigo?

Lo miré unos segundos para luego levantar mis hombros en señal de "como sea" y lo seguí.

—¿No volverás a hablar? —Negué. —¿Decir "hola"? —Renegué. Yifan bufó. —Bien.

Caminamos durante bastante tiempo, debo admitir que no me entusiasmaba mucho la idea de salir a alguna parte a estas horas de la noche, pero como soy un idiota sólo me abstuve de decir algo y dar media vuelta.

Llegamos luego de un rato a una pequeña casita, justo entremedio de dos edificios gigantones. Me pareció bastante irónico, pero no le di muchas vueltas al asunto, sólo seguí al adulto y... Wow.

El lugar estaba lleno de pantallas y hojas de papel. Banners de películas tanto americanas como asiáticas descansaban en las paredes de la estancia, y un juego grande de cámaras en el centro del lugar.

"¿Qué es esto? " Dije mirando a Yifan. No me respondió, tal vez no me noto hablando o tal vez...

—Toma, aún no hablo manoñol. —Me tendió una libretita y luego me sonrió.

Tonto.

"Dije que, qué era este lugar. ¿Trabajas aquí? " Él luego de leer, me miró y luego ladeo la cabeza repetidas veces.

—Algo así —Sonrío. —, mi pasatiempo es imitar las películas con dibujos y esculturas. Vine a dejar un nuevo proyecto.

Abrí mis ojos bastante sorprendido, ¿Yifan? ¿Un imitador de películas? ¡JÁ! Eso sonaba como un muy mal chiste, sin embargo él me mostró su trabajo y... Joder, sí que era bueno en lo que hacía.

"¿Y tú haces todo eso? Es impresionante." Creo que le di directo en el orgullo, pues su pecho se hinchó y una sonrisa petulante se apoderó de su rostro.

Yifan me caía bien, demasiado la verdad. Él me movió por el lugar y me mostró todo su trabajo.

Finalmente salimos de su mini oficina y caminamos bajo la luz de la luna y faroles de Seúl. Kris era un hombre alto y bastante apuesto, y debo admitir que me preguntaba el cómo es que no tenía pareja.

Nuestro caminar se detuvo en un simple mercado abierto las veinticuatro horas. Entramos para comprar alguna que otra chichería, pero nuestra misión se vio fríamente interrumpida.

En la fila para pagar nuestras "provisiones" se encontraba un chico alto –un poco más bajo que nosotros– pagando por un poco de comida china. Su cabello era rubio y llevaba un tapabocas sin cubrirle el rostro.

Me intrigaron sus ojos, pues llevaba unas ojeras que me hacían creer que estaba enfermo o algo, peo al parecer Kris las encontraba simplemente adorables.

—¿Lo ves niño? —Asentí levemente. —Es un ángel... Iré a hablarle...

Iba a detenerlo pero el amor por un chico le ganó a mi amigo. Me abandonó en la fila para irse tras un chico, y luego simplemente me envió un mensaje explicando que había hallado a un lindo chino que lo había enamorado...

Mi amigo es un tanto impulsivo, pero no podía hacer nada. Pagué las cosas y me fui a la mansión Wu para luego entrar y esperar a "Don Enamorado" por fin.

Continuará...

Continuará

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Sweet Breath  *ChanBaek*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora