Yeol Yeodeolb. Kibum

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*NOTA: leer la letra de la canción.*

No me robaré mucho de su tiempo, pues tampoco tengo mucho que contar con respecto a mí. Para resumir gran parte de lo que soy, puedo hablar sobre mi sordera y mi homosexualidad... Pero eso ya no es una novedad para ustedes.

Mi nombre es Kim Kibum, sin embargo mis amigos suelen llamarme Key.

De pequeño solía jugar como un niño normal; me había hecho amigos imaginarios con los que conversaba con un idioma que sólo nosotros podíamos entender, y era el protagonista de mil y un aventuras ocurridas en las cuatro paredes celestes de mi cuarto.

Mi madre no me permitía salir a jugar con los niños del vecindario debido a mi habitual problemas de audición. Básicamente constaba en escapar de todo lo que pudiera dañar mis oídos y aún así no logré evitar el destino que ya de por si, estaba plasmado frente a mí.

Mi mejor amigo era un niño de estatura pequeña, cabello azabache y una sonrisa grande y adorable. Solía ser un pequeño demonio gritón, pero aquello no me perturbaba, pues mis oídos se encargaron de que nunca pudiera escuchar sus constantes chillidos.

JongHyun era un muchacho alegre con el cual tuve mis primeros acercamientos al arte teatral y, eventualmente, mis primeras confusiones con respecto a quién era yo realmente.

Cuando cumplimos los doce años él me escribió una carta de amor; aún no estoy seguro si aquello fue por mi cumpleaños o por el día de San Valentín, pero ese detalle ya no importa realmente. Recuerdo vívidamente sus lindos ojitos brillando y sus mejillas teñidas de in adorable rosa, contrastando con su tez bronceada.

Sus sentimientos provocaron que yo me sintiera abrumado, mi corazón se acelerara y u zoológico se soltara en mi estomago... Mi respuesta fue un corto besito en sus labios.

Aquel fue el inicio del infierno más dulce que alguna vez pude haber tenido.

Descubrí que las niñas no me gustaban, al igual que a mi madre no le gustaban los "maricones" o "desviados"... Por razones obvias, evité contarle que Jonghyun ya no era mi mejor amigo sino mi novio.

Junto a mi niño aprendí muchas cosas, por ejemplo: cuando tu alma y la de otra persona se complementan, comienzas a tener una clase de superpoderes que te conecta al contrario. Así fue cómo me di cuenta que JongHyun sufría más de lo que necesitaba.
También aprendí a conocer mi cuerpo, partes de él que no sabía que tenía y sensaciones tan magnificas que no tenía idea que podía llegar a experimentar.

Tenía quince años cuando JongHyun llegó hecho polvo a mi casa en medio de la noche. Mi madre estaba fuera de la ciudad, por lo que no perdí el tiempo e infiltre a mi amante a mi cuarto. Él sólo lloraba con sus ojos perdidos por completo.

"¿Te encuentras bien, Jonggie? Por favor deja de llorar." Le pedí mientras lo acostaba en mi desordenada cama.

Él no me respondió por lo que decidí echar un vistazo a su cuerpo. Mi pecho arde al recordar las imágenes de su pecho golpeado, su boca y nariz ensangrentadas y sus ojos rojos por haber llorado quién sabe cuánto.
Limpié sus heridas con esmero, le preparé un té y le cambié aquellas ropas por un pijama mío. Besé su rostro con cuidado y cuando mis labios tocaron los suyos, él finalmente me abrazó y estalló en un llanto que yo no pude escuchar...

... Pero lo sentí por todo mi cuerpo...

No estoy seguro si fueron segundos, minutos, horas o incluso días... Pero cuando JongHyun finalmente dejó de llorar pudo contarme lo que tanto le atormentaba.

Me habló de un hombre que solía acosarlo en sus trabajos de medio tiempo, en la escuela e incluso lo había visto pasearse afuera de su residencia. Cabe destacar, que los padres de mi niño siempre fueron crueles y ruines, golpeándolo, torturándolo y encargándose de que mi pobre JongHyun tuviera una vida miserable.

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⏰ Última actualización: Nov 19, 2019 ⏰

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Sweet Breath  *ChanBaek*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora