capítulo 33

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Así que no, esta no es la típica historia con final feliz, aquí no hay un comieron perdices. Esta es una historia de una chica que se enamoró como una idiota hasta las trancas y a día de hoy sigue pagando las consecuencias. Se enamoró, mucho, y se dio de narices contra el suelo. Es increíble como de un día para otro puede cambiar tanto tu vida, como un día estas en las nubes y al otro bajo tierra. Esta es la historia de Melanie, pero también de miles de niñas que como ella una vez creyeron en el amor y no han vuelto hacerlo. Niñas que lo dieron todo por una relación y desde entonces ya no creen en nada ni en nadie, porque las rompieron en mil pedazos, las destruyieron. Me gustaría decir que a día de hoy Melanie ya lo ha superado, pero no es asi. Si que ha salido con mas chicos, pero ninguno que le haga sentir como en su momento lo hizo Dereck. Y ella, tampoco se entrega tanto en sus relaciones como con la que tuvo con ese chico. Después de aquella experiencia, ella cambio. Nose decir si para bien o para mal, simplemente cambio. Se volvió fría y distante. Delante de las personas se comportaba con normalidad, pero a escondidas lloraba y se cortaba. Sentía un vacío dentro que nadie nunca podría volver a llenar.
Pero lo peor es que seguía teniendo esperanzas de que algún día ese chico moreno que tanto le gustaba volviera, volviera a buscarla. No hacia falta que fuera sobre un corcel blanco, simplemente quería que volviera, que le dijera que le amaba y que quería volver con ella, pero esta vez quería quedarse para siempre, eso era lo único que ella deseaba, lo único que pedía cuando soplaba un diente de león, lo único que deseaba cuando pasaba una estrella fugaz...
Que ilusa no?
Madura, idiota.

Madura, IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora