capítulo 28

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Entré a casa llorando. No hizo falta que dijera nada, mi familia entendía lo que acababa de pasar. Me tumbé en el sofá a llorar. Mi madre vino a sentsrse a mi lado y me acariciaba la espalda, solo ella podía acariciarme de ese modo. Me levanté a abrazarla y me puse a llorar. Su mano pasó de mi espalda a mi cabeza y no paraba de susurrarme una y otra vez que todo iba a salir bien, que no era el final del mundo y que íbamos a salir de esta juntos. Mis hermanos estaban paralizados. De vez en cuando mi hermano me decía que no llorara, y mi hermana se puso de rodillas delante mio a acariciarme las piernas. Lloraba tanto que me dolía hasta el respirar, en ese momento solo quería morirme.
Mis hermanos se fueron a dormir y yo me quedé en el sofá tumbada sobre las piernas de mi madre y con un paquete de pañuelos. Cojí mi móvil y le borré de mi estado en whattsap, en instagram, en facebook, borre todos los lugares donde salia nuestra fecha o su nombre, pero me vi incapaz de borrar todas nuestras fotos, tanto las de mis redes sociales como las de la galería.

Madura, IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora