Capítulo 16

33 5 2
                                    

Capítulo XVI

POV SAMANTHA

Odio los Martes, mejor dicho odio todos los malditos días de la estúpida semana. Obligó a mi cuerpo a ponerse de pie. Mierda si no pensará que la escuela es tan importante me la pasará haciendo alguna cosa más interesante que escuchar a personas patéticas hablar de cosas aburridas.

-Samantha ¿puedo pasar? - dice mi madre irrumpiendo en mi habitación.
-Para que preguntas si entraras de todas formas - pongo los ojos en blanco y ella asiente despacio.

"Oh no, algo va mal Sam" dice la pequeña voz de mi cabeza. Louisa Furler jamás en la vida deja que me dirija de esa manera a ella. Se que lo que dirá a continuación no me gustará para nada.

-Habla de una vez - la miro a esos ojos color miel como los míos.
-Iremos de viaje - suspira y mira a otro lado - tu padre y yo, volveremos en un mes.
-¿Algo más?, pensé que era más serio.
-Si, tu primo se a ofrecido a hacerte compañía en nuestra ausencia - una sonrisa se planta en su rostro y yo me quedó petrificada - espero que no le des muchos problemas, el pobre ya tiene suficientes.
-¿Qué carajo...- empiezo a decir mientras las uñas se clavan en la piel sencible de mis manos.
-Cuida tus palabras Samantha - interrumpe su voz irritante.
-Fuera - digo mientas mis fosas nasales se abren y cierran como las de un animal salvaje.

Mi madre me mira asustada pero me importa un carajo. Asiente nuevamente y gira para retirarse de mi habitación.

-¿Qué haré ahora? - le preguntro a la chica del espejo.

Definitivamente no puedo quedarme un mes entero con Jonathan en la misma casa, joder siento el pánico sólo de pensar que el trate de... mierda. El sonido de mi celular hace que me sobresalte, mi ceño se frunce al ver que es un número desconocido.

-Hola - digo caminando a la ventana para ver a mis padres salir cargando maletas.

Aun no puedo creer que me lo contarán a última hora. Se que no puedo esperar mucho de ellos, un alcohólico y una tonta enamorada que cree puede salvarlo, no son buena combinación para padres.

-Hola Sam - dice una voz que reconozco al instante.
-¿Peter? ¿por que carajo tienes mi número?
-Tengo mis contactos - escucho una risa burlona al otro lado de la línea y me sorprendo a mi misma sonriendo también.
-Bien y ¿a que debo este desperdicio de mi valioso tiempo? - pregunto tomando mis cosas y una chamarra de cuero negra.
-No se si lo has notado, pero somos compañeros de clase - pongo los ojos en blanco - y como cierta chica se pasa con sus audífonos todo el día siento la necesidad de recordarle que mañana entregaremos un proyecto final de literatura.
-Me estas jodiendo - "como pude olvidar el maldito proyecto" - espera ¿me estas llamando sólo para hablarme de un puñetero proyecto?
-No... bueno si - suspira - somos compañeros de equipo y Beatriz quiere que nos reunamos hoy en mi casa.

"¿Quién carajo es Beatriz?" Mi pequeño cerebro rechina tratando de recordar a alguien con ese nombre. Chasqueo la lengua al recordar que es la chica de cabello castaño que siempre obtiene buenas notas.

-¿Vamos con la nerd? - las palabras se escapan de mi boca antes de que pueda procesarlas.
-Su nombre es Beatriz - gruñe Peter.
-Maldición, lo siento - me encojo de hombro - No llamaré nerd a tu jodido novia - digo en todo burlón.
-¿Celosa? - casi puedo escuchar por el telefono como levanta la ceja de esa manera tan única como él lo hace.

"Pero que mierda ¿yo pensé eso?" Maldición ya me afecta la falta d cafeína en mi sistema.

-Quisieras, idiota - pongo los ojos en blanco - ahora no malgastes mi tiempo y dime donde carajo vives.
-No es necesario, nos marcharon juntos de la escuela - dicho eso colgué el teléfono.

Bajo la escalera a toda prisa hacia la cocina para prepararme un café con la esperamza de que sea demaciado temprano para que mi jodido primo este dormido.

-Buenos días - "genial " pienso - que mal educada enana - giro lentamente para encontrar justo a unos metros de mi con una sonrisa maliciosa.
-No estoy de humor para tus estupideces - dije dando un paso más cerca a la puerta.
-¿Me tienes miedo? - su ceño se frunce y yo niego con la cabeza - si te sientes incómoda puedo irme a otro lugar

"¿quien es este? ¿por que es tan amable? Mierda ¿querrá ganarse mi confianza y después lastimarme?"

-¿Qué quieres Jonathan? - da un paso en mi dirección y yo me quedo paralizada.
-A ti - dice apenas en un susurro.

Quisiera correr y escapar, pero mi cuerpo no responde sólo se queda ahí parado como estúpido esperando su muerte, lenta y dolorosa. El toma mi mejilla con sus pulgares y entonces reaccionó, doy un paso hacia atrás y que cubro con los brazos. Al apartarme el hace su mando un puño y parece dolido. Niega con la cabeza y sale de la habitación.

Polos Opuestos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora