Capítulo 17

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Capítulo XVII

POV JONATHAN

-Maldición - grito cuando escucho el sonido de la puerta cerrándose.

¿qué estaba pensando?, que llegaría y Sam me perdonaría por todas las estupideces que cometí con ella, que me recibiría con los brazos abiertos y una sonrisa en su hermoso rostro. "Mierda" , tengo que buscar una manera de que no me tenga miedo y que no me odie.

Estoy tan sumido en mis pensamientos que no me doy cuenta que me encuentro parado en la habitación de Sam. "Eres un maldito enfermo" dice la parte consciente de mi cabeza, la otra sólo quiere tomar su almohada y aspirar su olor.

-¿Por qué no puedes perdonarme? - le digo a la foto que tiene Sam arriba de su pequeño escritorio. Cierro los ojos y niego con la cabeza mientras los recuerdos de esos días llegan a mi.

"Tenía 15 años y mi enana 13 cuando sucedió la primera vez. Estaba drogado como de costumbre desde que "mi padre" me gritó en la cara que no era más que un niño huérfano al cual adoptaron por lástima. Desde ese día "mis tíos" se hicieron cargo de mi, siempre se comportaron genial conmigo y Sam era lo más importante que tenía.
Llegue a casa en la madrugada, como siempre Sam estaba sola en su habitación, entre a tropezones y la vi, era como un pequeño ángel, siempre tan comprensiva y callada, era hermosa.
Le acaricie la piel suavemente y ella abrió sus ojos color miel al instante.

-¿Qué haces Jonathan? - pregunto con la voz ronca.
-Verte dormir - una sonrisa aparece en su rostro - eres muy bonita enana.
-Gracias idiota - su pequeño ceño se fruncio - ¿estas drogado?

Aparte la mirada y asenti despacio, se que odia que lo haga pero es la única manera para olvidar todo.

-Mierda Jonathan - suspira y niega con la cabeza.
-No te enojes conmigo - tomó su pequeña barbilla y la obligó a mirarme. Su rostro esta lleno de enojo y dolor - no me mires así.
-Vete de mi cuarto - murmura por fin - no quiero verte mientras sigas usando esas porquerías.

Mi furia empieza a apoderarse de mi cuerpo y pierda el control de mi. Ella no es quien para decirme que puedo hacer y que no, tampoco puede amenazarme con que no quiere verme cuando yo la quiero tanto. Estoy enamorado de ella y no puede impedirme para demostrarlo.

***

Cuando abro los ojos lo primero que veo es a Sam hecha una bola en la esquina de la habitación, su rostro esta lleno de lágrimas y me mira con asco. Quiero acercarme y preguntarle que pasa pero se aleja cada vez más.

"Un momemto ¿que hago en su habitación?"

Los recuerdos de Sam gritando que parará mientras yo tocaba su pequeño cuerpo y abusaba de ella anoche llegaron a mi mente.

-Sam, por favor -susurro
-Vete - apenas logra decir.
-No se...mierda... por favor yo...- empiezo, pero ella se levanta, hace una mueca de dolor y se me cae el alma a los pies con sólo imaginar el daño que le cause.
- LÁRGATE DE MI HABITACION - grita señalando la puerta - TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO.

Salgo de su habitación a toda prisa, no quiero escucharla más, no quiero ver que arruine lo único que valía la pena. Soy un maldito estúpido. Tomó ropa limpia y me marcho a comprar lo único que podrá hacerme olvidar el daño que le hice."

Una lágrima resbala por mi mejilla y la limpio al instante.

-Haré todo lo que esta a mi alcance para que puedas perdonarme, y algún día espero que también puedas quererme de la misma forma en la que yo te quiero - murmuró a la habitación vacía antes de salir y pensar en la forma de ganarme su corazón.

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