Mi Curiosidad es más grande que tu Miedo

CAPITULO VIII

Disclaimer: Free! Iwatobi Swim Club y Free! Eternal Summer pertenecen a Kyoto Animation, éste trabajo se ha hecho sin ánimos de lucro, sólo con fines de entretenimiento.

N/A: Hola! Una disculpa por no haber actualizado ayer como habia prometido pero tuve un pequeño contratiempo.Espero les guste este que es el antepenultimo capitulo.

Advertencias del Capítulo: Yaoi, OOC, Spoilers.

CAPITULO VIII

Comenzaron las Eliminatorias Regionales en aquel enorme complejo deportivo, Rin había llegado con su Equipo definitivo de Relevos combinados a realizar unas prácticas de calentamiento. Los más entusiasmados eran Aiichiro y Momotarou, sobre todo el primero, que había sido entrenado personalmente por Sousuke y había recuperado su puesto en el relevo. Aunque el más alto no lo admitiera delante del pelirrojo, había hecho un trabajo excelente con el amable chico de cabello gris.

Mientras hacían los ejercicios de calentamiento, Yamazaki había sentido un dolor mucho más agudo que el experimentado el día anterior, pero se excusó diciendo que había perdido el ritmo y salió de la alberca. El dolor era cada vez más insoportable, sólo aguantó lo suficiente para ver competir a Matsuoka y observar con orgullo cómo había superado a sus adversarios por mucho, ése era el Rin que él deseaba ver, lleno de ímpetu y determinación. Quiso quedarse para ver a Haruka competir, pero no pudo soportarlo más y se fue corriendo a las duchas a aplicarse agua caliente en su enrojecido hombro, se quedó tirado en el piso, respirando entrecortadamente mientras no permitía que se le salieran las lágrimas.

Lo que ignoraba Sousuke, era que Haru tampoco pudo soportar su propio dolor y se había detenido a mitad de la competencia, quedándose de pie en su carril.

El pelinegro había tenido la noche anterior una espantosa pesadilla, en la que se sentía acosado y atrapado por la gente a su alrededor, todos lo presionaban a tomar aquella decisión para la que aun no encontraba la respuesta; la angustia de aquel sueño no lo había abandonado ya que Haruka tuvo un ataque de pánico dentro de la alberca, terminado así su participación en aquella eliminatoria, ante la mirada atónita de sus amigos y una audiencia estupefacta que quedó en absoluto silencio.

Los dos chicos sufrían en silencio, no soportaron la presión y explotaron casi al mismo tiempo, y en soledad reconocieron que se necesitaban mutuamente.

La victoria estaba teniendo un sabor muy agridulce para Rin, quien aun se sentía muy afectado por la terrible pelea que había tenido con Haruka; era cierto que ellos habían tenido sus diferencias en el pasado, pero sus discusiones nunca habían llegado a ese grado, o más bien el nunca había visto a su amigo reaccionar de esa manera, normalmente él era el que gritaba y reclamaba y Haru sólo escuchaba, pero en aquella ocasión los papeles se habían invertido y el pelirrojo no dejaba se sentirse mal.

En cierta manera se sentía culpable, ya que ni siquiera había tomado en cuenta los pensamientos y deseos del pelinegro, él había dado por hecho que seguirían juntos por el mismo camino y le exasperó sobremanera la indecisión y pasividad de Nanase.

Rin había aprendido un par de cosas ese día: a respetar los deseos de los demás y a comprender que lo que puede ser bueno para él tal vez no sea bueno para el resto, y sobre todo, aprendió a ser más observador, porque había una situación muy importante que tenía meses pasando por alto y había sido tal vez demasiado confiado o despistado para darse cuenta o siquiera indagar más a fondo, ya que de no haber sido por Aiichiro se hubiera tardado más tiempo en detectar que algo muy grave pasaba con Sousuke.

Yamazaki se encontraba sentado en un rincón algo apartado dentro del complejo deportivo, su ánimo no era precisamente el mejor ya que sabía que había llegado el momento de hablarle con la verdad a la única persona que él consideraba su amigo, quién se encontraba de pie frente a él y que acababa de arrojarle una lata de refresco que había sido incapaz de atrapar, poniendo en evidencia el lamentable estado de su lesión.