Capitulo 7: Un desastrozo fin de semana.

6 0 0
                                    

—Una margarita por favor—escuche que dijo.

Yo solo me limitaba a esconderme, no quería que me viera, bueno tal vez si.
De acuerdo, quería que me viera pero, ¿como lo haría disimuladamente?

—Barman, mejor que sean dos.

—Hola Annie.

—Holaaaaaaa—dije con voz nerviosa y alargando la a, siempre hago eso cada vez que me pongo nerviosa.

—¿Que haces aquí? Digo, ¿que haces aquí sola en la barra?—cambio su pregunta porque no quizo parecer grosero, y lo comprendo, no soy la típica chica que sale a parrandear.

Jajaja, parrandear, que gracioso suena.

—Yo, pues, nada, como verás, nadie me saca a bailar.

—Estas asi de bonita y no te sacan a bailar, que bobos—llega el barman con las dos margaritas.

—Aqui tienen sus tragos.

—Gracias—dijo Sebastian brindándole una sonrisa.

Esperen....

¿Sebastian me dijo bonita?

Es el mejor día de mi vida. Creo que sufriré un mini infarto.

—Asi parece—le respondi.

Tomo su trago de un solo sorbo y yo también ya que me quería armar de valor.

—¿Quieres bailar?

Casi me atoro ya que me lo pregunto justo cuando me lo estaba tomando.

—¿Contigo?—dije con los ojos como platos.

—Si, ¿porque no?

—Claro—dije y Sonreí.

Estabamos bailando pegados, el lugar tenia muchas personas, tenia mis brazos alrededor de su cuello y las suyas estaban en mi cintura.

Espero que no haya sentido mis rollos.

Nos movíamos al compás de la música.

Me siento ebria, ¿por que? Tal vez no esté ebria, tal vez solo sea la adrenalina de la música.

Sebastian, se acercaba cada vez mas a mi. Y sentía que mis piernas temblaban y cada vez, se hacían mas débiles, sentía una sensación tan extraña, que nunca había sentido.

Annie Blair, yo, estaba bailando con el chico mas lindo de la escuela. Debe ser una broma.

Los labios de Sebastian se acercaron a los míos, y no sabia que hacer. Nunca antes había tenido mi primer beso.
En serio.

Su aliento con olor a alcohol chocaba con mi rostro, y de pronto recordé a Daniela, no le podría hacer esto.

Aunque, ella le saca la vuelta. Ay no, tengo que decírselo.

—Sebastian.

—Dime—dijo susurrando.

—Tengo que decirte algo, que sera muy duro—el asiente— Daniela... Ella, yo... La vi con un chico, ellos estaban besándose.

***

Que dolor de cuerpo el que tengo, sentí como los rayos de luz caían sobre mi rostro, ya que ventana no tenia, bueno si tenia pero, estaban cerradas y tenían cortinas.

Me senté en mi cama. Me duelen mucho las piernas. Veo mi reloj y marcaban las 11:00 am.

¡Dormi toda las mañana!
¡No puedo creerlo! ¡Regrese a mi casa a las 2am, no era para que durmiera tanto!

Riesgoso AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora