#11: No somos nada.

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-Harry, déjalo. -habló firmemente la castaña, quitando con fuerza las manos del ojiverde de su cintura.- Suéltame, no me toques.

-Camila... -susurró el chico. La chica negó mientras seguía avanzando. -¿No me extrañas? -preguntó mientras seguía de cerca a la castaña. Ella paró en seco mientras se volteaba y reía irónicamente.

-¿Que no te extraño? ¡Eres tú el que tiene otra novia! -exclamó mientras seguía su camino.

Lo que más quería ahora es estar sola, pensar, pensar y pensar en olvidar al ojiverde.

-No hagas esto aquí, por favor. -murmuró observando como la gente que pasaba los quedaba mirando.

Camila hizo caso omiso mientras seguía caminando, no tenía un rumbo fijo, pero quería que el chico la deje tranquila.

-Nadie te está obligando a que me sigas. -habló firme, mientras metía sus manos a los bolsillos de su casaca, abrigándose más a sí misma.

-Te puede pasar algo. No me voy a arriesgar.

-No es de tu imcumbencia si me pasa algo.

-Oh, claro que lo es.

-No, tú y yo no somos nada.

-No me vas a obligar a que no me preocupe por ti.

-Pues deberías preocuparte por Taylor. Ella sí es tu novia.

Camila comenzó a apurar el paso, la noche ya caía y aún le aterraba salir a la calle a esas horas. Eran aproximadamente las 11:48 pm, muy tarde.

Pero no quería ir a casa ese día.

Cuando no escuchó más la voz del ojiverde, supuso que ya se había cansado de seguirla, lo cual le daba más tranquilidad y paz a sí misma.

-I told you that I wasn't perfect, you told me the same... -comenzó a tararear en la oscuridad y soledad de la noche. Esa era una de sus canciones favoritas y añoraba que esté incluida en el album. Lauren y ella escribieron gran parte de la canción cuando les dijeron que se inspiraran en su anterior ruptura. Lo cual realmente funcionó.

-Cantas hermoso. -susurró Harry detrás de ella. Camila rodó los ojos y se limpió unas cuantas lágrimas que habían caído anteriormente.

-Sigues aquí, lárgate. -dijo intentando parecer fuerte, sin lograrlo. Harry aceleró el paso y se puso frente a ella, preocupado.

-¿Estás llorando? -preguntó frunciendo el ceño, mirándola fijamente a esas órbitas marrones. Camila negó y siguió su camino.- Estás llorando. -afirmó, poniéndose delante de ella una vez más, sonteniéndola de los hombros. Ella no desvió la mirada del pecho del chico, debido a la altura, él agachaba la mirada para poder observarla. Sostuvo su mentón y lo subió, obligándola a que lo mire.

-Suéltame. -dijo, mientras las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas, intentando ser controladas por ella.

Su celular comenzó a sonar, pero fue un sonido corto, lo que indicó que tenía un mensaje. Agradeció mentalmente, separándose de Harry, y miró su IPhone.

"Vuelta al trabajo. Te envié la rutina de los siguientes días a tu correo. Las demás ya lo leyeron. Te esperamos mañana.

-Simon"

Camila suspiró mientras guardaba su celular. Tan sólo llevaban unos días de su "descanso" y ya les pedían regresar. Lo "bueno" es que regresarán a su casa después de cada entrevista o ensayo.

Era lo supuestamente bueno.

-¿Qué pasa? -preguntó Harry llegando hasta ella. Camila bufó cansada.

Promises [The New Girl #2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora