03 de octubre de 2013
-Samuel... yo lo he pensado bien, y creo que esto no va a ninguna parte.
Aquellas palabras fueron como un disparo a quemarropa, sin sonido, pero con un daño mas que evidente.
El corazón de Samuel se estrujó espasmodicamente y sintió un temblor en la columna vertebral.
-Claire, por favor...- susurró con una voz que ya tenía bastante tiempo no había escuchado de si mismo. Ella se iría, como las demás. Siempre se iban.
-No Samuel- la voz de ella temblaba ligeramente, pero en su mirada había decisión- lo he pensado bien.
-¿Que he hecho mal? ¡Te juro que puedo cambiarlo!- Samuel no suplicaba jamás, pero aquello dolía tanto... pensaba que después de un par de ocasiones estaría acostumbrado, incluso de un mes para acá se había dado cuenta que algo había cambiado, pero no estaba preparado.
-¡Eres perfecto!- le dijo ella evidentemente rota, tampoco era fácil para Claire- simplemente... no eres para mi. Tengo 28 años...
-¡Solo me llevas cuatro años!- Samuel se puso de pie violentamente- no es mucho, no importa, de verdad ¡no importa!
-Claro que importa Samuel, llevamos saliendo ya tres años, voy a cumplir 30, y esto no parece que vaya a pasar de ser un noviazgo, el tiempo vuela...
-Yo no pensé...- bien sabía el lo que ella quería decir, el la quería muchísimo, pero pronunciar en ese momento las palabras que ella hubiera deseado escuchar sonarían forzadas.
-Claro que no lo pensabas- Claire se puso de pie y tomó su bolso del asiento del sofá- porque en realidad no estás preparado para esto.
Samuel no sabia que decir, solamente sabia que de repente las piernas empezaban a fallarle.
-No me llames- susurró Claire.
-Por favor...- murmuró Samuel.
-No es fácil para mi- la voz de Claire se quebró- porque eres hermoso tal cual. Pero no pienso ni quiero cambiar tu forma de ser.
Samuel bajó la cabeza mientras unas lágrimas se escapaban de sus ojos, no podía evitarlo, apretó los puños, se sentía tonto, vacío, barato, si, barato, como uno de esos zapatos bonitos que nadie quiere en realidad porque por el precio no podría presumirlos. ¿De que le valía ser "hermoso"? Nadie jamás quería tomarlo en serio. ¿Cuál era el problema que él tenía?
Claire se acercó, se aclaró la garganta y habló.
-No quiero que nos veamos, necesitamos sanar.
Se puso de puntillas y le dio un beso en la mejilla.
Samuel escuchó la puerta cerrarse y también como unos pasos se alejaban allá fuera.
También sintió como su corazón terminaba de partirse en dos.
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Esto no es un capitulo como tal, es mas bien una introducción importante, forma parte de la historia, espero que de aquí en adelante puedan disfrutar la historia. Es el primer fic que estoy en proceso de terminar.
