¿Por que tu?

12. Noche De Chicas

Durante la clase de Dylan estaba despistada, distante. No podia de dejar de pensar en Zeus y Dylan. Estaba muy confusa no sabía se hacer. Cuando terminaron las clases me fui andando a mi casa junto Athenea y Lidia, últimamente no hablábamos mucho, me estaba distancia do de ellas. Por eso, planee una fiesta de pijamas en mi casa. Estas aceptaron la invitación con mucho gusto. A las 20:00 en mi casa. Esa noche sería perfecta, primero veríamos una película, después hablaríamos y nos pintariamos las uñas, a continuación pediriamos unas pizzas e hablaríamos de cualquier cosa. Estaba todo planeado.

Ya se acercaba la hora, yo llevaba mi pijama de fresas y el pelo recién lavado, un poco húmedo. Llamaron al timbre.

-¡Hola! Pasad.

-Hola- dijeron Athenea y Lidia en sincronía.

-Y bueno, ¿que tienes pensado para esta noche Laura?

-Ya lo vereis...

De momento la noche iba según lo planeado, la película, las uñas. Hasta que llegó la hora de pedir la pizza.

-¿Pedimos una pizza?- pregunte

-A mi no pe apetece pizza... lo que me apetecen son churros.

-¡Quiero churros!

-Bueno, vale, pediremos churros...

-Se un sitio, dejadme a mi.- dijo Athenea

Athenea cogió el teléfono fijo y marco el número correspondiente. Pidió 2 Porras y 6 churros más los 3 vasos de chocolate caliente. Con la compra superior de 15 euros te traen el pedido gratis.

Cuando el repartidor vino Lidia fue corriendo a la puerta al abrirla se quedo parada

-La... Laura ven a pagar

-Voy... -dije inocentemente

Al llegar a la puerta estaba contando el dinero para dárselo, cuando le mire me quedé sin palabras. Era Zeus, no sabía que hacia aquí.

-Que pasa que me siges- dije con tono arrogante

-No, que trabajo en una cafetería donde venden churros, si, en esa cafetería que Dylan y tu fuisteis.

-Ah...

-Son 17'20 €

Le entregué el dinero, me dio el pedido junto con las vueltas y se fue

-Pensaba que... -dijo Athenea

-¿Has llamado a su cafeteria aposta para que viniera el?

-Si, pero pensaba que te gustaba, y... Bueno para darte una sorpresa

Me quedé callada

-Bueno vosotras no lo sabíais gracias por le detalle pero, Zeus y yo nos hemos distanciado, no importa. Sigamos con la noche de chicas.

La noche siguió su curso y nos lo pasamos muy bien.