10. Al Día Siguente

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Aquella "cita" estuvo bien, hasta que llegó Zeus. Ya no sentía lo mismo por Zeus, ahora estaba enamorada de Dylan, mi profesor. No podía ser, amaba a un hombre de 33 años...

Al día siguiente Zeus me mando un mensaje diciendome que si podíamos quedar para hablar por la tarde, acepté la propuesta.

No podía concentrarme en clase de Química, el señor Dylan Black era perfecto. Su voz, sus gestos, su mirada.

-Laura, hola ¿estas hay?

-¿Ehh?

-Miranda llamando a Laura, contesté por favor.

-Ah, perdón. Estaba distraída.

-Ya, ya me di cuenta.- dijo riéndose

Miranda era una de las chicas más populares de la Universidad. Era preciosa, bueno cuando se ponía dos kilos de maquillaje. Es una sucia y vil rata de alcantarilla.

-Tania, mira a Laura, me da a mi que le gusta el profesor- dijo en tono elevado

Toda la clase se giró para mirarme, me miraron durante varios segundos. De repente el profesor les llamó la atención y se acomodaron de nuevo en sus sillas. Estaba roja.
Al acabar la clase Miranda y Tania empezaron a chismorrear, seguramente fuera de mi pero no hice ningún caso. Y me fui a casa.

Sonó el teléfono, era el Zeus. Me dijo que si pasaba a recogerme a las 18:00, acepté su propuesta. Miré el reloj, eran las 17:48.
Me levanté rápidamente para prepararme para la quedada.
Ya estaba lista y me sobraban 5 minutos, encendí el ordenador y vi que un e-mail de Dylan, mi profesor.

Este decia:

Querida Laura,
Me gustaría quedar para platicar de temas personales, cuando leas esto contéstame y elegiremos el lugar de quedada

Saludos, Dylan

Me pregunté de que temas quería hablar, alomejor es por lo que pasó hoy en clase, no se, pero hoy voy a quedar con Zeus y me lo pasaré bien.

Zeus me dando un mensaje, decía que bajará que estaba en la puerta de mi portal. Baje, y el estaba ahí apoyado en la pared con un mechón de pelo castaño atravesado su preciosa cara, el cuando salí del portal, me miro:

-Hola- dijo con tono amigable

-Hola, ¿dónde vamos a ir?

-Es una sorpresa-contestó Zeus

Le miré y sonreí

Estabamos en el coche

-Oye, este recorrido me suena de algo

-¿Ah, si?- dijo en tono sarcástico

A lo lejos vi un parque- ¿Vamos al parque donde hicimos el trabajo?

Me miró con una mirada pícara y no contesto a mi pregunta

Estábamos en el parque, no lo reconocía bien, porque cuando Zeus y yo vinimos estaba a oscuras y sólo lo iluminaba la luna llena.
Nos sentamos en una toalla que tenía el en el coche y nos tumbamos.

-Oye, Laura

-Si?

-¿Que hacias con el profesor el otro día?

-Pues que nos conocimos y me invito a salir, me cayó bien y nos seguimos hablando

-Y... ¿Te gu... gusta?

Me quedé unos segundos callada- no se...

Zeus se me quedo mirando- Laura... ¿hasta cuando me lo pretendidas ocultar?

-Zeus estoy pasando un momento difícil en la vida...

-Laura, se como le miras. Le miras como me mías, bueno mejor dicho, como me mirabas.

-Lo siento Zeus pero... El me gusta no lo puedo evitar

-Vale, ¿quieres que te lleve a casa? Y si quieres luego llamas a tu amiguito y le cuentas lo que ha pasado, como te cae tan bien.

-Zeus...

-Vámonos-dijo Zeus mientras tiraba de la toalla en la que estábamos sentados.

Mientras conducía le miraba, estaba tenso, muy tenso. Tenía la mirada clavada en la carretera, la mandíbula apretada y agarraba tan fuerte el volante del automóvil que parecía que lo fuera a romper.

Llegamos a mi calle y sin mirarme dijo- Adiós Laura

Me baje del vehículo y se fue.

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