Capítulo 10

86 14 4
                                    


El nerviosismo y la ansiedad no me han abandonado ni un segundo, mis manos sudan al igual que parte de mi frente, sin embargo trato de lucir lo más tranquila posible frente a Carlos, el conduce concentradamente mientras tararea una canción algo lenta.

Después de recorrer una parte de la ciudad, por fin llegamos al parque de diversiones, el cual se encontraba atestado de personas adultas, cientos de niños y mascotas, Carlos parco el auto y por fin bajamos de el, no dude en tomar su cálida mano y el solo me ofreció una sonrisa, caminamos un poco y después nos adentramos al parque, en cuanto pusimos un pie en el, al instante se escucharon miles de gritos provenientes de los juegos mecánicos y niños jugando en el área de menores.

El nerviosismo comenzó a disminuir al sentir las manos de Carlos sobre mis hombros, pero al minuto regreso cuando observe a Camila y los chicos que se adentraban al parque sonriendo de oreja a oreja, Camila lucia tan relajada y feliz que envidiaba su estado de ánimo, al instante ella noto nuestra presencia y se acercó corriendo tomando por los hombros a Carlos abrazándolo fuertemente, la incomodidad inundaba mi cuerpo, solo me dedique a sonreír y jugar con las manos de Carlos.

Gracias al cielo Luis Fer y Elliot se lanzaron a mis brazos como si nunca hubiera provocado dolor en ellos, los abrace tan fuerte hasta que escuche un quejido proveniente de sus gargantas, observe de reojo a Camila la cual se encontraba conversando con Carlos animadamente, no pude evitar bajar la mirada, creo que fue mala idea acceder a la oferta de Carlos, si era evidentemente que Camila no me iba a perdonar tan fácil, si yo estuviera en su lugar no lo haría.

— ¡Que inicie la diversión! — Gritó Elliot sosteniéndome por los hombros agitando mi cuerpo suavemente. — Vamos Amber— Me tomo la mano pero detuve mi cuerpo en seco.

— Espera— Dije aun sosteniendo su mano— Perdóname— Solté de golpe tratando de ocultar la vergüenza que habitaba en mi cuerpo. No tenía ojos para mirar a mi amigo. — Fui una estúpida, espero puedas hacerlo.

— Amber, no tienes por qué pedir perdón, entiendo todo lo que sucedió yo estaría igual o peor, así que no tengo nada que perdonarte— Dice y el tono que utilizo me relaja un poco este nerviosismo. — Así que vamos a divertirnos, esta feria nos está esperando.

Volvió a tomar mi mano y me dirigió hacia una montaña rusa bastante alta, de solo pensarlo en subirme ahí mi estómago se revuelve. Me suelto de su agarre y comienzo a negar indiscutiblemente.

— Éstas loco si crees que me subiré a esa cosa— Guíe mi vista hacia la montaña rusa la cual estaba bastante alta. — Sube tú con Luis Fer o con Camila, pero yo no subiré.

— ¡Llegamos chicos! — Dijo Camila tomando por los hombros a mi amigo. Sonreí pero ella giro su vista hacia otra dirección. — ¿Qué?, ¿Te vas a subir conmigo? — Preguntó ella observando el rostro de Elliot.

— Lamentablemente si, ya que Amber subirá con su amorcito Carlos. — Soltó Elliot tratando de involucrarme en su conversación.

Camila solo asintió y se giró dándome la espalda. Odio el comportamiento que está tomando Camila hacia mí, odio como desvía la mirada para no toparse con la mía, odio como ignora mis comentarios al igual que mis gestos. Un nudo hecho de desesperación e impotencia se instala en mi garganta impidiendo que mi voz salga.

— ¿Estas lista? — Llega Carlos y agradezco al cielo ya que me sentía bastante incomoda.

— No— Me las arreglo para hablar. — No quiero subir allí. — Trago duro.

— Tranquila yo te protegeré. — No pude evitar mirarlo con mis ojos brillosos anunciando que las lágrimas no tardarían en salir. — ¿Sucede algo? — Pregunta en tono de preocupación.

Alerta AmberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora