Capitulo 9

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La noche estaba por caer y yo seguía acostada en el sillón sin ninguna intención de levantarme, mi teléfono no dejaba de sonar y se que eran mi hermanos lo cuales deben de estar preocupados por mi porque desde la mañana que me salí de la casa no me he reportado con ellos para nada y la verdad no tengo intención de regresar a casa aún, se que debo, pero no lo quiero, el solo pensar en que mis padres seguirán ahí demostrando su felicidad por que gane el sorteo me provoca dolor de cabeza y en este punto no tengo ganas de discutir con ellos nuevamente y desperdiciar mi tiempo cuando podría estar planeado como largarme de este pueblo sin que me atrapen o me detengan. Mi teléfono siguió sonando hasta el punto de hartarme, por lo que abrí WhatsApp para ver quien estaba tan insistente.

En la bandeja de entrada la mayoría de los mensajes provenían de mis hermanos los cuales no dejaban de preguntarme si estaba bien o si necesitaba algo, en vez de contestarles a los dos por privado puse un mensaje en nuestro grupo donde les avise que estaba bien y que me encontraba en el estudio, quiero pensar que esos mensajes los lograron calmarlos, ya que ambos me contestaron que estaba bien y de ahí más no volví a recibir un mensaje de ellos por lo que seguí navegando en mi bandeja de entrada y me sorprendió ver un mensaje de Elián, al instante abrí su chat:

"¿Cómo estás?"

                   Recibido a las 3:00 pm.

"Viva"

                     Enviado a las 6.30pm.

"Necesitamos hablar antes de que nos junten"

"¿Dónde estás?"

                       Recibido a las 6:35 pm.

"¿Para qué?"

"Estoy en el estudio"

                         Enviado a las 6:36 pm.

"Estoy a 5 minutos, espérame y no le digas a nadie que voy"

                        Recibido a las 6:37pm.

"Ok"

                          Enviado a las 6:38pm.

Después de ese último mensaje no recibí respuesta alguna de Elián, realmente no sabía de qué quería hablar ni mucho menos sabia porque no quería que le dijera a nadie que venia para el estudio, era raro, toda esta situación era rara y efectivamente después de cinco minutos escuche como empezaban abrir el local, lo cual solo consistía en abrir la puerta, pues la cortina de metal se quedo levantada; me levante del sillón y camine hacia la puerta solo para ver como Elián ya había entrado y ahora se encontraba nuevamente cerrando la puerta.

—Para que nadie nos interrumpa —dijo una vez que termino de cerrar la puerta, Elián camino hacia el sillón donde se dejó caer y coloco su mochila a un lado —. ¿Qué haces en el estudio sola?

—Precisamente quería estar sola —caminé nuevamente hacia el sillón y me senté a su lado, pero mirando hacia él —. ¿De qué querías hablar?

—¿Cómo estás? —preguntó ignorando mi pregunta anterior —. Se que no querías ganar.

—Frustrada, pero sobre todo decepcionada —dejé caer mi cabeza contra el respaldo y cerré mis ojos —. No puedo entender cómo es que a pesar de que le dije que no, aun así, no les importo nada y me eligieron.

—No se podía esperar más de esos idiotas —contestó.

—¿Tú cómo te sientes? —pregunté, pues él también estaba involucrado en esto.

Jugando a ser padresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora