Manipulado » Hiccstrid [Adap]

Capítulo 11.

Las semanas restantes antes del examen fueron difíciles para Astrid.
Ella seguía insistiendo a Hiccup, y al final solo conseguía ser lastimada con las cosas que le decía. Su mente solo podía pensar en eso, pero gracias a Jack, podía superarlo y seguir tratando de traer de vuelta a su amigo.

Había veces en el que Jack quería también participar, pero Astrid no se lo permitía. Según ella, eso era un tema solo de Hiccup y ella.
Cuando los exámenes empezaron, Astrid decidió quitar a Hiccup de su mente y enfocarse a lo que era más importante. Quería graduarse y tenia que pasar todas las materias, sino, adiós graduación.

Por el momento a todos les estaba yendo muy bien. Astrid era muy estudiosa, y eso se lo había contagiado a Hiccup, y ahora sabía prepararse. Y Elsa, la verdad también era estudiosa por eso no le costaba sacar notas altas y de paso estudiaba con su novio.
Y Jack, bueno, él hacia lo que podía, verdaderamente no era muy estudioso pero con el apoyo de Astrid seguro se graduaria.

Habían fijado horarios para juntarse a estudiar, le venía bien a Astrid, ya que con eso, podía dejar de pensar en Hiccup.
Mientras ellos asistían a las clases para hacer sus exámenes, les avisaron que por desgracia los fondos para el baile se habían perdido, y como faltaba poco, decidieron hacer la ceremonia y a los pocos días el baile, todos estuvieron de acuerdo, nadie se quejo. Mientras hubiera baile, el orden no importaba.

En las tardes libres, Astrid acompañaba a Jack para que buscará un buen esmoquin. Se supone que Hiccup tenía que acompañarlo, pero no tenía tiempo por estar con Elsa, aunque la verdad a Jack ni le importaba si lo acompañaba o no, él había cambiado y para mal. ¿De qué sirvió ponerse triste por alguien que no vale la pena?
Pasaron aproximadamente tres días para que Jack se decidiera por el esmoquin correcto. No estudiaba mucho, pero si se tomaba su tiempo para ponerse elegante.

- Y... ¿como me veo? -Dijo viéndose en el espejo, para después voltear a ver a Astrid -.

- Te vez di-vi-no -Dijo Astrid causando la risa de Jack-.

- Lo sé, me veo bellísimo -Sonrió y volteó a verse al espejo de nuevo -, Vaya... no creí que ésto llevará mucho tiempo. Pero valió la pena, ¿no lo crees?

- Pues si. Yo tarde una semana en encontrar el vestido perfecto -Al principio sonrió, pero después de recordar que Hiccup la había acompañado, su sonrisa desapareció.
Jack notó el cambio de su amiga, la volteo a ver y la abrazó. Sabía que Hiccup la había acompañado a elegir su vestido, que ella recordará eso, no era bueno.

- No estés mal, ¿si?

- Lo intentaré -Levantó la mirada para verlo -, Lo extraño -Dijo triste -.

A un par de calles de donde se encontraba Jack y Astrid, había una cafetería donde se encontraba un chico bastante guapo, cabello castaño pelirrojo, ojos verdes, era bastante alto.

Traía una chamarra de cuero, una camisa blanca y unos pantalones oscuros. No parecía que tenia más de veinticinco años. Se encontraba tomando un café cuando de pronto vio a alguien entrar con un sobre color hueso en la mano, una mascada, lentes de sol y una bolsa de compras.

- ¡Elsa! -Dijo el joven con alegría -.

- ¡Hans! -Sonrió y se sentó junto al joven -.

Elsa dejo las bolsas a un lado, se quieto los lentes y se puso a hablar on su mejor amigo.

- Me alegra verte -Dijo Elsa-.

- A mi también. ¿Desde hace cuanto no nos vemos?

- No sé, ¿hace tres meses?

- No lo recuerdo. Odio el trabajo, no puedo hablar con mi mejor amiga.

- No puedes vivir sin mi.

- Pero tú -Dijo con una sonrisa traviesa -, tú si que te la has pasado bien por lo que me contaste.

- Si, Hipo es la persona más linda que ha tocado la tierra.

- Bien, cuéntame ¿Cómo empezaste a manipularlo?

- En un principio no pensaba hacerlo. Él me ama, yo lo amo, no había ningún motivo para hacerlo.

- Pero...

- Pero me dí cuenta de que su mejor amiga gustaba de él.

- Uh.. eso es malo -Dijo Hans después de dar un sorbo a su café-.

- Y eso no es todo. Me dí cuenta de que cuando Hipo estaba con ella, se comportaba de manera diferente que cuando conmigo.

- ¡Ay no! ¿Se te enamoró de la otra?

- ¿Qué? ¡no! No iba a dejar que ella se quedará con lo que es mio. Estaba y sigo enamorada de él, por eso pensé en la manipulación.

- ¿Y como va él?

- Pues... bien. No fue difícil manipularlo. Cuando estaba conmigo se podría decir que se olvidaba de los demás y eso lo use a mi favor. Ademas, el otro día lo convencí de que su quería ex mejor amiga lo había separado de sus amigos y familiares. ¡Tendrías que haber visto como reaccionó!

- ¿Cómo hiciste que se lo creyera?

- Pues fácil. Astrid era como parte de la familia Haddok, cuando ellos se enteraron de que él había "botado" a la joven, se enojaron con él y prácticamente no se hablan. Jack, quien es su mejor amigo no le habla porque bueno... es amigo de Astrid, y supongo que se daba cuenta de que está mal y bla bla bla, él la apoya. Y bueno, resulta que la familia de Astrid y de Hipo son amigas, y a los padres de él le duele lo que hizo. ¡Todo está a mi favor!... sin mencionar que él ya esta dispuesto a hacer cualquier cosa por mi.

- No lo puedo creer, ¡eres una genia! Ya tienes a ese chico como tu perro faldero. ¡Está manipulado al cien por ciento!

- Pues aprendí del mejor -Sonrió-.

- Y la alumna supero al maestro -Bebió de su café -.

- Y aún no he terminado con él y su linda amiga.

- ¿Qué tienes en mente?

- Primero te mostraré mi vestido de graduación -Se levantó de la silla y saco de la bolsa de compras un vestido sirena verde seco. Se notaba que estaba desgastado y usado, pero a ella no le parecía importar.

- ¡Wow! -No podía apartar la vista de aquello -, es... pues es... es lindo, sí. Nada mal... ¡es un asco! Esa cosa va en contra de la moda ¡Dios! ¿quién te ayudo a elegirlo? ¿Un ciego?

- ¡Cállate! -Guardo el vestido y volvió a sentarse - Claro que es un asco y no lo usare para la graduación.

- ¿Entonces por qué lo compraste?

Elsa sonrió de oreja a oreja.

- Te dije que tenia un plan, y este vestido me ayudara a llevarlo a cabo.

- Y creo que ya sé por donde va.

Elsa no contesto, solo se le quedo observando. Hans sonrió y Elsa igual. Al final, Elsa le contó su plan y Hans tuvo que admitir que era ingenioso.

- Eso le enseñará a Astrid a no meterse con Hipo nunca más.