Capítulo 8.

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Astrid estaba en el hospital recostada, tenia varias vendas poco faltaba para que pareciera una momia. Tenia vendas en los brazos, en las piernas y parte de su abdomen, también tenía gasas en las manos. El dolor que Astrid sentía era insoportable, para calmarlo un poco tuvieron que inyectarle un calmante para que se sintiera mejor. Jack no se había separado en ningún momento de Astrid, en lo único que podía pensar era en Hiccup, ¿él había sido capaz de dejarla ahí? ¿como era posible que alguien cambiara tanto al grado de no importarle sus amigos?
Astrid había tenido razón, algo pasaba con Hiccup y en aquellos momentos el se merecía una buena paliza.

- ¿En qué piensas? —Astrid pregunto cuando la enfermera se fue-.

- ¿Eh? —Jack estaba tan entretenido con sus pensamientos que no se había percatado de que su amiga de hablaba-.

- ¿En qué piensas? —Repitió con una sonrisa-.

- En que tenías razón. Hiccup cambio, y creo que para mal.

- Te dije que no me gustaba Elsa.

- Pero jamás pensé...

- ¿No te diste cuenta? —Lo interrumpió-. La ropa, lo que come, como habla, con quien se junta... todo como Elsa quiere. Hizo y deshizo a Hiccup a su antojo y él se dejo llevar..., él esta Manipulado.

- No..., ella no puso hacer eso, si es así,  ¿por qué aún se junta conmigo?

- No sé, tal vez para ella no eres una amenaza, pero yo si. Y nadie me va a sacar de la cabeza que esa maldita le lavó el cerebro diciéndole cosas malas sobre mi.

- ¿Y qué gana ella con eso?

- El amor de Hiccup —Apartó la mirada de Jack, tenia ganas de llorar. Pero no podía hacerlo en ese lugar, no frente a su amigo-. Yo amo a Hiccup, Jack.

La cara que puso Jack no tenia explicación.

- Lo amo con toda mi alma, y por más que intente olvidarme de él —Dirigió su mirada a Jack, y una lágrima salió de sus ojos recorriendo su mejilla-.

- ¿Como?... ¿Tú... tú amas a Hiccup?

- Si, al principio no..., fue un año antes de conocerte.

- ¿Por qué nunca se lo dijiste?

- Tenía miedo... miedo a perder su amistad.

- Pero podía pasar que él sintiera lo mismo que tú... pero no lo sabrás porque nunca lo intentaste y él ya no esta más —Astrid aparto la mirada, y no contesto. Jack tenia tazón, si le hubiera dicho seguramente no estarían pasando por eso.

Comenzó a imaginarse como seria su vida si Hiccup le hubiese dicho que el tambien sentía cosas por ella, pero en seguida Astrid reprimió esos pensamientos. No quería pensar en algo que nunca iba a pasar, y más por ahora. Jack se levantó con intensiones de irse de la habitación de aquellos hospital pero Astrid lo tomo por el brazo haciendo que se detuviera.

- Prométeme que no le dirás nada a nadie.

- Lo prometo, no diré nada —Intentó irse, pero ella nuevamente lo detuvo-.

- Y prométeme que no irás a hablar con él.

- Eso no te lo puedo prometer.

- ¡Tienes que prometerlo!

- ¿¡Qué no te das cuenta!? Si yo no hubiese estado, él te hubiera dejado allí. No puedo quedarme de brazos cruzados sin decir nada, eres mi mejor amiga, tengo que defenderte.

- Gracias, pero no quiero tu ayuda. Elsa está contra mi, no contra ti. Es mi lucha no la tuya, así que respeta mis decisiones.

Jack se notaba molesto, más que molesto... furioso, pero bueno. Tenia que respetar las decisiones de su amiga, y si ella no quería que le dijera algo a Hiccup, tenia que aceptarlo.

Pero cuando ocurriera algo que involucrará a Astrid e Hiccup, no se quedaría de brazos cruzados. Puede que Hiccup haya sido su mejor amigo, pero ya no lo era más por lo que no tendría compasión.

- Bien, te lo prometo —Astrid sonrió y dejo ir a Jack-.

El doctor le había recomendado un día de reposo a Astrid, por lo que u  día después del accidente no fue a clases pero al día siguiente tuvo que asistir. Si por alguna razón sentía dolor, el doctor le había recetado unas pastillas, y por si acaso, tenia que llevar vendas para cambiarlas.
El día fue normal, pero Astrid no se sentía cómoda en aquel lugar, pues un día antes había estado en su casa reposando, se sentía a morir. ¿Por qué? La respuesta tiene nombre: Hiccup. Él era la razón por la cual Astrid se sentía tan mal, sabía que se lo iba a encontrar tarde o temprano, y no tenia ganas de mirarlo a la cara y darse cuenta de que su mejor amigo se había ido para siempre.

Astrid también estaba siendo víctima de la manipulación, no quería ver más a Hiccup, lo que significaba que el plan de Elsa estaba funcionando. Había ganado, no había nada que hacer, se notaba que la manipulación había llegado lejos, y sabia que si le decía algo, Hiccup no le creería. Ya no había esperanzas.

Astrid y Jack se encontraban en la clase de Historia, la cual se estaba poniendo muy densa y Astrid sentía como su cabeza iba a explotar. Solo quería salir de allí y no volver. Fue en ese momento en que dio gracias a Dios por sentir dolor en sus lastimaduras, obviamente el dolor era insoportable, lo cual no era muy bueno pero al menos podría salir de la clase para tomar sus pastillas.
Se levantó de su banca, y sintió como el un dolor recorría su cuerpo. Quedó inmóvil unos segundos, pero sabía que tenia que seguir avanzando ya que medio salón la observaba.

- ¿Pasa algo, Astrid? —Pronunció la profesora-.

- Son mis heridas, me duelen mucho, ¿puedo ir a tomar mi medicamento?

- Si, claro. La directora me informo de tu accidente en skate. Ten más cuidado para la próxima.

- Si, lo tendré.

Y como pudo salio del salón, sentía el cuerpo pesado, le dolían los brazos, pero no se comparaba al dolor de las piernas; solo quería sentarse en algún lugar, pero por mala suerte, no había ningún asiento.
Llego a su casillero y rápidamente lo abrió, saco sus medicamentos, y metio las pastilllas a su boca, luego tomó agua.

- Actúa rápido, por favor —Se recargo en si casillero, el dolor era tan intenso que apenas se podía estar de pie.
Una lágrima recorrió su mejilla, en verdad le dolía y lo peor era que no quería estar en ese lugar. Limpió la lágrima, no quería que la vieran llorar, y menos si era Hiccup. Fue ese momento en el que se dio cuenta de que que su blusa de manga larga tenía una mancha de sangre.

- Ay no.

La venda de su brazo se había despegado y la herida —que aun no cicatrizaba —, estaba sangrado.
Pensó en ir al baño para volver a pegar la gaza, pero el baño estaba muy lejos y el calmante aun no le hacía efecto.
Así que se le ocurrió fue tomar la cinta, corto un pedazo y saco su brazo por debajo de la blusa. Se apresuró a pegar la cinta para que nadie la viera en aquel estado.
Reviso las vendas de su abdomen, tenia manchas de sangre y estaban frescas. Termino de arreglar todo, se disponía a pasar el brazo por su manga, cuando,  por alguna razón levantó la mirada y al final del pasillo pudo ver a Hiccup.

Él iba caminando muy tranquilamente hasta que se detuvo. Quedó paralizado al ver a la joven en aquel estado. Tenía vendas en los brazos y en el abdomen. Se notaba la sangre que traspasaba la gaza, y ni hablemos de su rostro, se le estaban formando ojeras que indicaba su cansancio.

Astrid estaba exhausta, ya no podía más.

Astrid quedo paralizada al ver a Hiccup a unos metros de distancia de donde estaba ella. Ella vio como la expresión de él era de sorpresa, ¿de que se sorprendía? Él había estado allí el día del accidente. ¿Acaso se sorprendía de que tuviera tantas heridas?

Hiccup se alejo de allí, Astrid quiso seguirlo para detenerlo, pero ella se detuvo. No tenía sentido ir tras él.
Se acomodó la blusa y tomo una nueva de su casillero para cambiarsela, no podía andar con una mancha de sangre así que pensó en cambiarse y de paso también las vendas. El camino al baño fue una tortura, a mitad del camino la pastilla hizo efecto, pero el dolor seguía.
Lo único bueno, es que tuvo tiempo de analizar su situación con Hiccup.

La primera expresión fue de sorpresa pero la segunda no se la había imaginado nunca. Quizá aun habia esperanza de recuperar al viejo Hiccup, después de todo, la mirada de sus ojos verde esmeralda habían revelado dos sentimientos: tristeza y dolor.

Manipulado » Hiccstrid [Adap]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora