Cuando desperté me llego un olor delicioso a huevos con tocino, pan tostado y café.
Lo curioso es que yo no recordaba que aquí hubiera comida, pero cuando me acerco a la cocina y veo a Anabel en unos pants cortos, un top y bolsas de comida, me doy cuenta de que fue de compras.
-Hola...
-Alex-respondo ya que no le dije mi nombre.
-Te hice el desayuno-por alguna razón se sonrojo, no lo sé, no entiendo mucho a esta chica-lo siento por tomar tu audi pero necesitaba ir de compras.
-No importa Ana
-Okey, me alegra que no te haya molestado-me guiñe un ojo.
-Solo una cosa
-Dime
-No volverás a salir, yo iré por todo, no quiero que andes por la ciudad sola y que aquellos hombre te hallen okey?
-Okey, ahora toma tu desayuno, y quiero que me hables de ti, tu sabes un poco de mi desgracia yo quiero saber la tuya, anda suelta, soy toda oídos.
Entonces le conté todo, desde que paso lo de Charlotte hasta ahora, lo que yo nunca entendí fue porque Charlotte andaba conmigo... Ella era hermosa, tenia ojos grandes de color azul-verde o algo así eran un color indescifrable, piel blanca, cabello como hasta los hombros, tenía unas cuantas pecas, delgada, con las proporciones adecuadas.... La chica perfecta. Y yo, el friki que todos insultaban hasta que me hice su novio, aunque en veces me sentía un paracito cuando no me podía defender y ella venia a mi rescate.
Anabel me escuchaba atentamente, yo sentía que me atragantaba a cada en momento y que me soltaría llorando, pero no paso eso, solo se me pusieron llorosos los ojos y hasta ahí, quizá ya lo estoy superando o que se yo.
-¿Tienes la esperanza de que este viva?-me pregunto después de que acabara de contarle mi historia-Tu... ¿la sigues amando?-dijo en un tono de voz que no supe descifrar
-S-s-si-diablos no sé porque tartamudeaba-siempre la eh amado, la ame con todo mi corazón... le di todo de mí, y la perdí... La perdí en el peor momento, no pude hacer nada por salvarla... y nunca me lo perdonare-vaya eso si que sonó un poco cursi, pero era lo que sentía.
Y entonces me tape la cara con las manos y empecé a llorar, no pasaron ni diez segundos cuando dos brazos delgados me abrazaron, y más llore, me sentía débil y por más que trate de convencerme de que parara, que era Alex y no lloraba, pero en ese momento todo me daba igual.
Cuando por fin me calme me zafé del abrazo de Anabel lentamente, aunque la verdad no me molestaba en lo absoluto que me hubiera abrazado, pero necesitaba aire, nunca le había contado a nadie lo de Charlotte y revivir esa escena era doloroso.
Le dije que iría al lago a bañarme que necesitaba pensar. Ella solo asintió con la cabeza y salí rumbo al lago.
La verdad me encontraba bastante confundido el hecho de haberme traído a Anabel, de haberla besado, de haberle dicho que todo estaría bien, no me gustaba... o eso creía yo, ya ni siquiera sé que siento por ella. Ahora entiendo que esto del amor es una mierda, que solo te hace sufrir... aunque bueno amor sin dolor no es amor ¿cierto?
Llegue al lago y empecé a quitarme mi ropa, cuando por fin quede en bóxers me aventé al agua.
El agua helada me relajaba, además era tiempo de calor, y me sentía genial, empecé a nadar cuando escucho ruido, cuando saco la cabeza del agua, miro a Anabel quitándose los calcetines, solo traía puesta su ropa interior, yo me quede embobado viéndola hasta que salto al agua y nado hasta mi.
-Ya pensaste mucho ¿no crees?-dijo sonriendo mientras se acercaba a mí.
-Eh creo que si-le respondí encogiéndome de hombros mientras sonreía-¿sabes?-le dije mientras la tomaba de su diminuta cintura atrayéndola a mi-creo que me estas empezando a gustar-ella estaba volteando hacia abajo y cuando escucho eso levanto rápidamente la vista mientras sonreía enormemente, definitivamente era hermosa-¿y sabes otra cosa? No quiero que lo echemos a perder, así que... ¿Por qué no dejamos nuestro pasado atrás y vivimos el presente?-ella sonreía aun mas, y sus ojos se veían más brillantes de los normal. Entonces comenzó a ver mis labios, si seguía así, la terminaría besando, aunque de igual manera lo haría y la tome de la cara y la bese, ella enredo sus manos es mi cabello haciendo que nos juntáramos mas si es que se podía.
Cuando nos separamos empezamos a reír como completos idiotas, y salimos del agua tomados de las manos, esto de ser cursi no me estaba gustando mucho, pero creo que hacer un sacrificio valdría la pena.
Cuando llegamos a la cabaña ya era de noche, Anabel entro a su cuarto (que era uno pegado al mío) y yo entre mi habitación a ponerme uno pants de seda que me había dado mi madre para dormir y entre a la habitación de Anabel, ni siquiera me tome la molestia de tocar la puerta, y cuando entre ella estaba cambiándose.
-Yo... te espero afuera-ni siquiera sabía de que me preocupaba si ya la había visto solo en ropa interior, pero supuse que para ella seria mas incomodo, cuando me senté recargado en la puerta escuche su voz
-Puedes pasar Alex
Cuando entre ella estaba en un short corto, una blusa de tirante y una trenza de lado.
Sin duda era preciosa, cuando se dio cuenta que no la dejaba de ver se sonrojo.
-Y pues, a la cama señorita Anabel-le digo señalando la cama, cuando se acuesta entro yo también, la abrazo de la cintura-buenas noches querida Ana-le digo mientras sonrió satisfecho y huelo su delicioso perfume.