Al despertar siento un dolor de cabeza horrible, quizá sea porque son las doce de la tarde y me acabo de levantar, aunque es raro que mi madre me haya dejado dormir hasta tarde.
Aun con mi pijama puesta (que consiste en un pantalón de dormir de cuadros negros y azul con una sobaquera negra) me dirijo a la cocina y al pararme frente al refrigerador hayo una nota pegada.
Alex: tuve que salir ya que puede que consiga trabajo así que llegare hasta tarde, te deje comida en el microondas nos vemos luego.
Me acerco al microondas tallándome los ojos aun por el sueño y veo que mi madre me ah preparado una torta caliente de desayuno (o comida por lo tarde que eh despertado) aunque ya esta fria y solo me dispongo a sacar un poco de jugo de piña y me siento a comer en la mesa.
Se siente raro comer solo, nunca en mis dieciocho años lo había hecho y me resultaba extraño.
Aunque creo que llamare a Ángela para verla.
Últimamente hablamos todos los días, se había convertido en una mejor amiga para mí. Se sentía genial poder tener una amiga en la cual puedes confiar, reír, llorar si es necesario, hacer muchas cosas más sin involucrar los sentimientos, solo amistad sincera y nada más, solo eso.
Acabe de comer rápido y la llame para ir a pasear.
Ella acepto, así que me puse una camisa blanca y unos pantalones negros ajustados para salir, junto con unos converse y con mis piercing, no creo que vayamos a hacer mucho entonces ni para que me arreglaba tanto.
A lo mejor era muy temprano para salir con ella, pero no quería estar todo el día en mi casa solo.
Me cepille los dientes y mi cabello lo peine con mi mano; estaba listo así que fui a casa de Ángela.
No eh tenido tiempo de conocer a su madre y solo espero no sea una vieja amargada.
Cuando llego toco la puerta y una mujer como de unos treinta años aproximadamente, abrió la puerta. La mujer que estaba frente a mi era un poco alta, delgada, cabello demasiado corto y color café oscuro, una boca muy grande, ojos grandes y de color café un poco claro, ceja tupida, tez blanca.
La verdad es que se veia bastante bien para ser madre de unos treinta años.
-Hola ¿Ocupabas algo?-pregunta la mujer pero al ver mi cara de tonto que sigue examinando cada parte de ella vuelva a hablar-hola
-Lo siento-sacudo mi cabeza rápidamente-soy Alex y vengo a buscar a Ángela
-Oh claro, yo soy su madre, mucho gusto mi nombre es Rebeca-y estira su mano con una gran sonrisa dejando mostrar unos perfectos dientes y yo como tonto estrecho su mano con una expresión rara en mi cara-ven pasa mi hija me dijo que vendrías deja le aviso que has llegado.
Entonces se fue dejándome en la sala.
Su casa es muy bonita, acogedora y con adornos de los años ochentas.
-Hola Alex-me dice Ángela con una encantadora sonrisa
-Hola Angie-respondo sonriendo de oreja a oreja-¿nos vamos?
-Si claro.
Salimos de su casa y decidimos ir a tomar un café.
-Oye Angie, ¿Dónde está tu padre?-pregunte cuando íbamos en camino al café
-El murió hace dos años- respondió bajando la cabeza
-Oh lo siento no fue mi intención...
-No importa Alex tranquilo
La verdad es que no sabía mucho de Angie pero luego le preguntaría sobre ella, tampoco es que nos conozcamos mucho como para preguntarle así nomas de su vida.
-Ahí es la cafetería-dice apuntando al lugar haciendo que salga de mis pensamientos y busque estacionamiento.
Al bajarnos varias miradas de unos chicos se dirigieron a nosotros (o más bien a Angela), yo por no sé qué razón la tomo de la cintura, ella solo suelta un pequeño respingo pero me sigue el juego y me envolvió con un brazo.
Entramos y nos sentamos en una mesa cerca de una ventana.
En cuanto nos sentamos llega alguien al instante y ordenamos nuestros cafés.
-¡Oh por Dios no!-decía Angie agarrándose la cara y volteando hacia abajo
-Hey ¿Qué pasa?
-Ese de allí-apunto a un chico que acaba de entrar-es mi ex novio y él seguía “enamorado” de mi así que desde que cortamos hace un mes y medio me sigue llamando.
El chico volteo y fijo su mirada en Angie, pero ella solo se limito a verlo con su expresión neutra y volteo hacia mí.
-Yo lo deje porque era muy posesivo y me tiene harta no se qué hacer pa...
Pero no la deje terminar porque cuando vi que se dirigía hacia nosotros voltee rápidamente y tome a Angie de la cara y la bese. Cuando me separe un poco de ella vi que el tipo tenía una expresión de furia en su cara y sus manos estaban hechas puños y blancas de la fuerza que ejercía. Yo le sostuve la mirada y le susurre “lárgate” seguido de una media sonrisa de mi parte.
El solo se volteo y se fue de la cafetería.
-Gracias, pero no era necesario-me dijo Angie volteando hacia abajo y con las mejillas rojas, se veía tan inocente así, pero ella era todo menos inocente... todo menos eso.
-Pues si pero es que el venia hacia acá y para que no se acercara mas lo hice, tu tranquila Angie, si el tipo te sigue molestando avísame ¿ok?
Ella solo sonrió y asintió lentamente mirándome a la cara. La verdad es que cuando la bese sentí algo así como lindo y raro ya que es mi mejor amiga, pero nada más y también hay que admitir que besa bien, pero no la veo como nada más que una amiga.
-¿En qué piensas Alex?
-En nada, en nada.
Entonces llego la mesera con nuestro café y nos dispusimos a tomarlo y charlar como si nada hubiera pasado.