6.

20K 1.1K 125
                                    


Be There - Seafret

Maia's POV

Aunque estaba agotada decidí acompañar a Adriana hacia su casa.

No planeaba dejarla sola menos aun sabiendo que ya era demasiado tarde para que manejara. Mientras caminábamos en silencio observaba su rostro, se notaba que lo sucedido en el restaurante le había afectado. No conocía su historia con aquella chica, pero debió haber sido algo muy importante para que todo lo que paso la tuviera así.

Durante años observe muchas relaciones ir venir a mi alrededor. Pero todas tenían algo en común, todas habían terminado, en cada una de ellas alguien había salido herido.

Nunca me había enamorado intensamente como narraban en los libros. Jamás me había sentido conectada a una persona de manera tan fuerte y sinceramente no quería hacerlo. Sufrir por amor era un riesgo que no estaba dispuesta a correr. El solo ver a Adriana tan abatida aquella noche me hacía sentir aún más miedo de que en algún momento yo podría encontrar a una persona que me rompiera el corazón.

Yo iba en mi patineta despacio mientras Adriana caminaba hacia el estacionamiento que quedaba a unas cuantas cuadras. Nadie decía nada, estaba tan sumergida en sus pensamientos que no me atrevía a hablar y decir alguna tontería que incomodara a Adriana, por eso era mejor mantenernos en silencio.

"¿Segura que quieres acompañarme?" me miro antes de llegar al auto.

"No te dejaría sola, aunque me lo pidieras y sabes que soy muy terca así que mejor vamos" le sonreí.

"Lo sé" me regalo una sonrisa y subimos al auto.

"¿Te importa si pongo música?"

"Para nada"

"Odio los silencios incomodos y creo que a veces solo necesitamos música" hace varios años cuando aún vivía con mis padres los silencios eran horribles, durante la cena nadie hablaba, ambos estaban tan concentrados en sus celulares que lo único que se escuchaba en aquella enorme mesa llena de comida eran los cuchillos contra los platos, desde allí cada vez que me queda en silencio ese recuerdo venía a mi mente y solo me daba escalofríos, aun no entendía como pude soportar por tanto tiempo aquello.

"Es verdad" suspiro.

Notaba que su mente estaba en otro lugar, sabía que estaba pensando en aquella chica rubia y en todo lo sucedido aquella noche. La verdad deseaba más que nada que ella me contara lo que había detrás de aquella discusión, pero debía respetar su silencio.

"Ya no vas a tener que trabajar en ese lugar" me dijo de repente.

"Bueno, uno nunca puede confiarse y de verdad necesito el dinero"

"Te di mi palabra, ahora eres parte de mi equipo y créeme el dinero será la última de tus preocupaciones"

"Vaya" suspire "Siendo sincera estoy bastante nerviosa por ir mañana a tu trabajo"

"No deberías estarlo, confía en ti, tu trabajo es muy bueno créeme"

"No quiero decepcionarte" susurre.

No si ni porque se lo dije, normalmente confió mucho en mí, pero Adriana era una mujer que derrumbaba toda esa confianza, era como sentirme completamente vulnerable ante ella. Además saber que ella sería mi jefa ponía mis nervios a flor de piel.

"¿Qué paso con la chica que me coqueteo el primer día que nos vimos?" sonrió. Claro que recordaba ese día, verla tan inocente hablándole a la nada me había obligado a acercarme, y observarla de cerca solo corroboraba lo que pensaba, era una mujer realmente hermosa pero al igual que yo estaba llena de secretos.

El Libro de las MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora