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Hold On - Lewis Watson

Maia's POV

Odiaba tener el tiempo en mi contra, sabía que era algo que no podía controlar, que el tiempo simplemente avanzaba y no podía detenerme a pensar como hubieran sido las cosas si actuaba de distinta manera. Aquel día era uno de esos. Uno de esos días en los que deseaba volver el tiempo atrás ¿Para qué? Para no lastimar a Adriana.

Thiago y yo continuábamos discutiendo y no quería seguir perdiendo el tiempo.

"Préstame tu auto" fue lo único que dije y es que tenía un plan, pero para ello necesitaba a Thiago.

"¿Te volviste loca?" bueno quizás si estaba un poco loca, pero en ese momento la idea que tenía era demasiado buena para dejarla pasar.

"No, solo quiero hacer lo que es correcto y para hacer aquello debo encontrar a Adriana"

"No te voy a prestar a mi bebe" oh genial un hombre que le pone nombre a su auto.

"Te presentare a Val" claro que había notado la manera en la que el chico se presentó aquel día, además me había dicho que era una mujer hermosa por lo que tenía algo con que presionarlo

"Eso es jugar sucio"

Val me había comentado que Thiago le parecía un hombre interesante además de increíblemente guapo. Quería encontrar a Adriana y para ello iba a utilizar todas mis cartas.

Después de volver a discutir con el accedió a darme su auto no sin antes recordarme que si le pasaba algo iba a matarme, lenta y dolorosamente. No quería poner a prueba la veracidad de sus palabras por lo que debía hacer las cosas con cuidado y mantener a salvo su auto.

Me dirigí hacia una estación de servicio para llenar el tanque de gasolina y comprar algunas cosas que necesitaba.

Una vez lista llegue al departamento de Thiago en donde según el Adriana se encontraba descansando. Estaba nerviosa no sabía cómo iba a reaccionar.

Toque el timbre dos veces y espere pacientemente a que abrieran la puerta.

Finalmente, luego de unos minutos aparecía Adriana vistiendo tan solo una camisa que de seguro era de Thiago. Se veía demasiado sexy, me volvía loca. Trague saliva e intente enfocarme en lo que importaba.

"¿Qué haces aquí?" Adriana tenía los ojos un poco hinchados, su cabello todo alborotado y unas ojeras que sinceramente el maquillaje no podría tapar. Me sentía tan culpable, de seguro lloro toda la noche.

"Yo vine a disculparme" susurré apenada por lo sucedido.

"Bien ahora vete quiero estar sola" trato de cerrar la puerta, pero la detuve

"Quiero que vengas conmigo" sabía que iba a ser difícil conseguir su perdón sincero por lo que debía insistir

"No" me dijo firme, pero no iba a rendir tan rápido.

"Por favor. Necesito disculparme contigo y para eso debo mostrarte algo..."

"Maia no es un buen día y si quieres que te disculpe pues listo estas disculpada"

No deje que siguiera hablando y tal como ella lo había hecho la noche anterior me lance a sus labios. Al principio no me devolvía el beso, pero de a poco se fue relajando colocando sus manos alrededor de mi cuello. Me gusto que la noche anterior llevara el control, pero ahora quería ser yo la que estuviera al mando, quería tenerla entre mis brazos, vamos me moría por hacerla mía.

Tan solo la había besado una vez y ya necesitaba más, coloque mis manos en su cintura y la empuje contra la puerta cerrándola de una vez por todas, mi lengua trazo su labio inferior logrando que ella se aferrara más a mí. Sus labios eran suaves, su piel bronceada me volvía loca y ese perfume de vainilla me volvía loca. Su lengua junto a la mía se movía despacio disfrutando del momento.

El Libro de las MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora