El Libro de las Mentiras

7.

Maia's POV

Había dormido cerca de unas tres horas, pero me sentía bien, tenía la energía suficiente para empezar mi día de la mejor manera, además era mi primer día en el trabajo.

Confiaba en que todo saldría bien y que no defraudaría a Adriana.

La noche anterior me había quedado con ella en su casa y debo admitir que disfrute de su compañía, verla tan frágil me había derretido el corazón, pero era consciente de que no podía hacerme demasiadas ilusiones con ella. Primero porque era mi jefa, segundo porque no superaba a su ex y para mí eso era una alerta de no entrar en ese terreno.

"No tenías preocupados" se acercó Val a saludarme

"Perdón, anoche ya era demasiado tarde para volver así que me quede en casa de una..."

"¿De una?" me miro expectante por lo que iba a decir.

¿Qué era Adriana para mí? No podía decir que era mi amiga ya que solo nos habíamos visto un par de veces, bueno era mi jefa, pero decirlo sonaba demasiado formal.

"De alguien Val" entre a la bodega en donde Marco como siempre estaba preparando el desayuno.

"Llego la hija prodiga ¿Qué tal el sexo?" me miro sonriendo.

"Que idiota, no hice nada malo, solo dormí así que deja de molestarme"

"Oh vamos Maia, cuéntanos, sabes que Val no es celosa" se reía y antes de que pudiera llegar hacia el para estamparle mi puño en su cara Sebastián entro.

"Chicos, hoy en la noche realizaremos otro plantón en la plaza, además me dijeron que comencemos a reunir firmas para promover una iniciativa que prohíba quitar aquel espacio"

"Eso es genial, realmente podemos salvar ese lugar" decía Val realmente emocionada.

"¿Contamos contigo Maia?" me miraron todos.

"¿Por qué no lo harían?" estaba plenamente comprometida con el grupo y odiaba que lo pusieran en duda.

"No se quizás porque ahora desapareces y no dices en donde estas" intervino Val de inmediato.

"Eso se llama celos" murmuro Marco y esta vez sí me acerque a golpearlo.

"Ya basta chicos, en fin, nos vemos a las seis de la tarde en la plaza los quiero puntales"

Me dirigí a darme un baño, odiaba que mis amigos hicieran ese tipo de comentarios y pues si Val era un poco celosa respecto a la extraña relación que teníamos, ambas sabíamos que no era nada serio, pero aun así le molestaba que yo conociera a más personas.

"Iré contigo al trabajo" me dijo tomando su mochila.

"¿Mandé?" dije sorprendida por lo que Val me decía.

"Vamos o se te hará tarde, además debo ir a comprar unas cosas" tomo de mi mano y salimos de la bodega.

En silencio solo asentí y caminé junto a ella, no iba para nada elegante, mis vaqueros de siempre una blusa color blanca y una chaqueta de cuero. No tenía más ropa que ponerme así que Adriana debería aceptarme tal y como era.

"Solo dime si te acostaste con ella" me dijo después de minutos de silencio.

"Oh dios" suspire "Sabia que solo me acompañabas porque querías algo"

"Dilo Maia" insistía.

"No, mierda no hice nada, solo me quedé en su casa porque era muy tarde para que volviera" dije enojada mientras subíamos al bus "odio que me interrogues de esta manera"