19. Mágico.

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Hoy es mi penúltimo día en esta casa. No más casa de mis padres, al fin. Tampoco puedo saber por cuánto tiempo será así... Nada es eterno. Quizás duremos años viviendo juntos, o quizás solo semanas. Quién sabe si luego no nos llevamos bien, conviviendo día a día. Sé que es un paso muy importante, y debo arriesgarme.

Llevo un rato con estas cajas de cartón, metiendo ya toda la ropa y los zapatos y algunos objetos personales que quiero conservar. Todavía no me he decidido por lo que voy a hacer con la caja de los recuerdos, donde están guardadas todas las cosas de Louis, nuestras cosas. Creo que lo mejor sería dejarla aquí, en un rincón más escondida. Sinceramente, prefiero que la encuentre mi madre a que lo haga Nathan. Me gustaría saber cómo le explicaría que lo conservo después de tanto tiempo.
Ahora que lo menciono... debería hablar con Louis, pero nada más allá de que necesito las cosas que compré para llevármelas. Después de la conversación por WhatsApp, no hemos tenido más contacto. Él no me ha recordado que dejé las bolsas en su maletero, y a lo mejor es porque no se ha dado cuenta. O... también es posible que se haya enfadado un poco. Sé que no le contesté aquel mensaje, pero me veía incapaz de continuar con el rumbo que había tomado la conversación. Yo solo quería disculparme, dejar las cosas claras y quedar bien entre ambos. Lo menos que busco es actuar como desconocidos ahora que ha vuelto. No podría vivir con ello.

Cojo el móvil, con la pantalla rota aún, y entro en la aplicación. Me lo pienso mucho, viendo su nombre en la parte superior, sin embargo lo hago. Tengo que hacerlo, ¿cómo si no voy a recuperar mis compras? Si es verdad que me siento un poco avergonzada, teniendo que hablarle después de haberle ignorado por completo.

Hola... perdona por no haber respondido... Bueno, y por molestar ahora también, pero el caso es que mis bolsas siguen en tu coche y las necesito. ¿Te parece si las voy a recoger?

Buf. Ahora que le he escrito me siento peor todavía. Parezco una completa interesada, que solo lo busca cuando quiero algo a cambio. A lo mejor él piensa eso, pero desde luego que no es mi intención. Lo único que quiero es estar bien con él, dentro de lo que se pueda, y al mismo tiempo mantener la distancia para evitar que ocurran cosas de las que luego me arrepienta.

Y no me contesta. Me impaciento, con el móvil encima, esperando... y esperando... Veo cómo las cajas no se llenan solas, pero sigo únicamente centrada en su respuesta, que se hace de rogar. Tal vez ni me conteste, como hice yo con él, el jueves y los dos primeros años después de que nuestra relación terminara. Si así fuera, estaría totalmente justificado. Le entendería. Me he portado fatal, pero es que no he sabido portarme de otra forma.

No pasa nada. No me molestas. Puedo ir a llevártelas en un momento.

Oh, Dios... gracias. Salto en mi interior al ver que me ha respodido.

Vale, muchas gracias.

Espero que ese "momento" sea ya, o muy pronto, porque mis amigas están a punto de llegar. Bianca será la primera, seguro, y Janet la última. Me apostaría algo conmigo misma.

Rápidamente retiro las cajas a un lado, dejando hueco para caminar por la sala, coloco los cojines y recojo el envoltorio y las migas de unas galletas que he estado comiendo. La sala está bien, yo estoy bien, y todo está perfecto. Mi corazón es el que no está bien del todo, pero intento calmarlo. Ni que fuera el primer reencuentro.

Transcurren nada más y nada menos que veinticinco eternos minutos hasta que unos nudillos golpean la puerta.

Me pongo de pie, me acerco e inspiro profundamente. 

Qué absurda soy. Llevo veinticinco minutos en el sofá sin hacer nada, esperando a que apareciera.

Abro la puerta, dejando pasar unos segundos con el fin de que no parezca que estaba detrás de ella a la espera, y sonrío débilmente al verle. No se encuentra justo delante de mí como esperaba, sino en la carretera junto a su coche. Su maldito coche es justo lo que quería... no el cacharro que me compré de segunda mano.

Te concedo el deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora