CAPITULO 3

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Revisé mi telefono unas 20 veces (sin exagerar) para ver si me había mandado un mensaje o una llamada... y nada, ni un solo mensaje.

Cada vez me deprimía mas, nunca había estado tan enamorada de alguien ni había sufrido por amor.

Estaba muy aburrida, no había nada que hacer ya que mis hermanos se habían ido a la escuela y mi mamá al trabajo, por lo tanto estaba sola en mi casa, quería buscar una manera de relajarme, así que volví a la ventana y veía como los pájaros volaba, y aunque suena tonto era una de las maneras que me ponían mas tranquila.

Ya era la hora de la comida, bajé a la cocina y todavía no había llegado mi mamá del trabajo ni mis hermanos de la escuela y no tenía mucha hambre pero necesitaba comer algo, tomé un pan y con un cuhillo le unté un poco de nutella.

Subí a mi habitación otra vez y recordé que mis amigas de E.U.A. me habían recomendado algunas peliculas muy buenas, entonces conecté mi laptop y la encendí, encontré una que el nombre me parecía muy atractivo y la empezé a ver.

Casi al llegar al final de la pelicula recibí una llamada, era de Alice, me alegró mucho ver que iba a hablar con alguien y le contesté.

- Hola?

- Diana! Faltaste a clases.

- Lo sé, hoy me sentí muy mal.

- Oh que triste, me gustaría ir a visitarte pero tengo un compromiso con mis padres, lo siento -Dijo lamentandose.

- No te preocupes, estaré bien.

- Cuidate! Adiós.

- Adiós.

Alice había sido muy linda desde que nos conocimos, era el tipo de amiga que siempre había querido tener.

Cuando colgué el telefono terminé de ver la película que estaba viendo, tenía un final bastante triste que me puse a llorar (solo es una película) me dije a mí misma, pero las cosas suceden cuando menos lo esperas, pues el chico de la película había muerto tras un accidente y la chica que lo acompañaba terminó en el hospital con heridas bastante graves.

Para distraerme un poco y olvidar esa tragedia encendí el televisor pero no había nada bueno que ver, entonces me puse de pie y comencé a dar vueltas y vueltas por mi habitación, ¿Por qué lo hacía? parecía una tonta haciendo eso pero por lo menos olvidaba la película cada vez más.

Anocheció muy pronto y me metí a la ducha, sentía cómo el agua fría corría por mi piel, se sentía bastante bien, me relajé un poco, cerré los ojos y comencé a cantar "Give me love" (de Ed Sheeran) pero no crean que era un canto glorioso con voz de angel, sinó que sonaba como una ardilla rejurgitando mientras se convulsionaba intensamente, mi voz sonaba tan fuerte que mis hermanos pudieron escucharme.

Cuando salí estaban los cuatro en mi habitación preguntando de quién era esa voz tan espantosa y sin contestarles los saqué de mi cuarto, además estaba envuelta en una toalla y mi pelo goteaba mojando todo el suelo.

Saqué mi pijama favorita, una de ositos rosados que parece de bebe, lavé mis dientes y me puse a leer un libro que leía a diario, cuando menos pensé ya estaba dormida con el libro abierto en la cara.

Cuando salió el sol por la mañana me levanté y caminé muy lentamente hacia el baño para lavarme la cara, hice espuma von el jabón y tallé mis ojos haciendo desaparecer el maquillaje que tenía puesto el día anterior. Con los ojos entreabiertos tomé una toalla que estaba en el canasto, me sequé con rapidéz y acomodé mi cabello, aún seguía sin poder ver casi nada y en eso levanté la cara... pude ver a Will reflejado en el espejo sonriendo, me dí la vuelta y corrí a abrazarlo.

-¿Como te va preciosa?- preguntó

-Excelente- le contesté

-Que bueno que así sea, te traje algo para que te sintieras mejor

-¿Enserio?

-Claro!

Tomó su mochila y se puso a buscar ese "algo" que traía para mí.

Cuando lo encontró me tapó los ojos y lo puso en mis manos, abrí los ojos y pude ver lo que me había comprado, pude ver una pequeña cajita plateada atada con un lazo rosado.

-Abrela!- me dijo entusiasmado

-¿Que es?- yo dudaba

-Solo hazlo

-Bueno...

Desenredé el lazo que tenía un gran nudo y pude ver el regalo, era un hermoso collar con una cadena delgada de plata y con un dige de una "D" que significaba la primera letra de mi nombre.

-Es hermoso - le dije mientras me dirigía hcia él para darle un fuerte abrazo.

-Que bueno que te gustó - dijo y besó mi mejilla haciendo que mi cara enrojeciera- te ves linda cuando te sonrojas.

-Gracias, igual tú.

No podía creer lo que estaba sucediendo, era magico e inexplicable, nunca nadie me había hecho sentirme de esa manera.

Ya puedo verle el lado bueno de habernos mudado a Londres, definitivamente es el mejor lugar donde hemos vivido y justo aquí estoy viviendo un sueño del cual no quiero despertar.

Por siempre en mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora