CAPITULO 9

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Llegue un poco tarde a la escuela muy segura de que me regañarían o me darían un castigo, pero no fue así, pues el guardia de la puerta me dejó pasar a escondidas de la directora y así no me metería en problemas.

Entré al salón de clases con la cabeza agachada y cuando ya estaba lo sugicientemente creca de mi lugar, el profesor me llamó la atención.

-Diana, es tarde, ¿Donde estabas?- me dijo sin siquiera dirigirme la mirada, era aterrador

-Fui al baño, era urgente- le dije mintiendo

-Usted sabe que no debe ir justo antes de entrar al salón

-Lo siento, no lo volvere a hacer

-Espero que así sea, tome asiento

-Gracias profesor

Cuando me senté el profesor comenzó a repartir los examenes que se veían demasiado largos y dificiles. Will volteó a verme y me deseó suerte al igual que yo a él.

Tiempo despues terminamos el examen, nunca había tenido un examen tan dificil, era de idiomas, ¡Idiomas! Era bastante aburrido para mí tan solo pensar en chino, frances, alemán y portugues.

A muchos se les facilitaba, pero a mí no y era lo que odiaba.

-Hey!- escuché que alguien me llamaba y volteé para ver quien era

-Will!- le devolvi el saludo y esperé a que se acercara a mí

-Te tengo una propuesta

-¿Propuesta?- le pregunte confusa

-Exacto

-Dime...

-Hay que ir a un café- me dijo emocionado

-¿Café? Bien, vamos a la cafetería- le respondí tomandolo de la mano llevandolo a la cafetería de la escuela

-No me refiero a la de aquí- dijo deteniendose y soltandome la mano

-¿Quieres escaparte?- pregunté sorprendida

-Así es, ahora mismo, vamos

-No hay salida, el guardia está vigilando

-Sí la hay, conozco perfectamente bien la escuela como si fuera mi casa- dijo él- ¿Qué esperas?- me preguntó agachandose poniendo su cara frente a la mia, bastante cerca

-Nada, vamos- le dije devolviendole la mirada y en eso me dió un corto beso en los labios

Ahora el chico se volvió rebelde, pero no me molestaba, en realidad me encantaba su actitud de niño malo.

Nos metimos detras de los baños donde se encontraba una pequeña puerta de metal que se dirigía hacia afuera que quedaba frente a una tienda de deliciosos pasteles. Primero observamos a nuestro alrededor para fijarnos que no estuviera nadie viendo y salimos corriendo en cuanto pudimos.

Tomamos el bus y llegamos a mi casa para cambiar nuestras ropas por si alguien nos veía que no se dieran cuenta que nos escapamos de la escuela.

Como no tenía ropa de varón para mi novio, tuve que quitarle algo de ropa a uno de mis hermanos y dejamos los uniformes en mi habitación guardados en un cajón.

-¿Tu madre se dará cuenta que nos escapamos?- me preguntó Will

-No lo creo, llegará tarde a casa

-Perfecto, entonces te acompañaré en la hora de la comida

-Me parece bien- le respondí

-Bueno, ¿que esperamos? ahora si vamonos

Por siempre en mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora