Terminó con YNMIDNY, quizás me miró en algunas canciones, pero estoy en primera fila y que no me vea es algo estúpido.
Salimos de ahí y comenzamos la otra fila, el M&G. Dios mio, esto es lo que quiero desde los 17 años.
-No puedo creerlo, voy a llorar. -Dije emocionada.
-Es solo un tío más. -Contestó Emma.
-Para ti es solo un tío, pero el es la única persona que amo.
-Se nota que estas sola todo el día. -Respondió Brenda.
-Chicas, basta déjenla. -Habló Sadie, me guiñó un ojo.
Me hice a un lado y me crucé de brazos. Estoy sola, Brenda tiene razón, soy un fracaso, sin novio y sin amigas. Levanté la vista, desde acá se puede ver a Ed. Miré atrás para ver si alguno de los que estaba ahí lo notaban. Nadie.
Seguí mirando y el se volteó. Le sonreí y el me saludó con la mano.
Me volví hacia atrás.
Hasta que llegamos, y fueron ellas primeras, apenas si lo abrazaron. Solo plantaron un pegajoso beso en su mejilla y sacaron la foto.
Lo tengo a unos metros, sonreí.
Me quedé paralizada, pero casi por impulso caminé hasta el. Lo abracé, el me devolvió el abrazo y me colocó un papel en la mano. Lo miré extrañada y sacó la foto.
-Sos un gran músico, gracias. -Dije antes de irme.
-Gracias a vos bonita. -Dijo y su voz sonaba tan sensual y masculina.
Me ruboricé, ¡Me dijo bonita! Y nunca me daban cumplidos.
Cuando salí de allí mis amigas se habían ido. ¿Qué mierda? Me iban a esperar. Las odio.
Recordé el papel que Ed había dejado en mi mano. Lo abrí y tenía un número telefónico. ¿El de el? Oh mi dios, ¿Por qué lo haría?
Guardé el numero en el bolsillo de mi pantalón y me senté a esperar en el cordón. Ya es más de media noche y yo acá, sola. Alguien va a venir a buscarme. Esto está muy lejos de mi casa, no puedo ir sola y no tengo dinero para un taxi. No creo en los milagros, no creo en nada... ¿Qué hago?
Pasó una hora, me levanté y comencé a caminar de una esquina a otra. Prendí un cigarro y ya estaba pensando en ir caminando.
-Fue un buen concierto, me sentí cómodo. -Me volteé bruscamente, era Ed, hablando con su manager -. Podríamos poner otra fecha ¿Te parece?
-No lo se, luego veremos.
El celular de Stu sonó y atendió. Estaba furioso, como si alguien lo hubiese molestado. Se volteó y le hizo señas a Ed, entró al estadio y Ed se quedó parado ahí, enfrente de su camioneta.
Se volteó y me vio, solté el cigarro y lo pisé. Largué el humo por la nariz.
-Bonita, ¿Qué haces todavía aquí? -Preguntó.
Mariposas en el estómago, frase idiota, pero las siento.
-Sucede que tengo unas amigas tan mierda que me dejaron sola y sin dinero y bueno, tengo que pensar como irme de aquí. -Dije pasando mis manos por mi cara.
-Ouch, eso no es nada bueno. ¿Quieres que te preste? Llamaremos a un taxi, te llevaría, pareces inofensiva, pero viste como se puso Stu, imagínate como llegará. -Rió.
Sonreí en una pequeña carcajada y luego acepté su préstamo.
-Te lo devolveré, ¿Este es tu número? -Pregunté.
El asintió.
-Agenda el mío. -Le dí mi numero-. Eres realmente simpático, creí que los famosos eran puro mal humor.
-Son puro mal humor, pero a mi me gusta hablar con las personas que me mantienen arriba. -Me sonrió coquetamente.
-Gracias... por el dinero.
-No hay de que, no hace falta que me lo devuelvas, tómalo como un regalo.
-No lo se, no está bien.
-¿Por qué no? Tu me acabas de pagar esto, más de esto -Se corrigió- En el M&G y las entradas para primera fila. -Me guiñó el ojo.
El me notó, me vio.
-¿Recuerdas cada cara que vez desde el escenario? -Pregunté con un tono de risa.
-No, solo la tuya. Y la de esas chicas ridículas que estaban a tu lado.
Los dos estallamos en carcajadas.
-Lo siento, no debo ser así. -Dijo el tapándose la boca y acabando la carcajada.
-No hay problema, ellas son muy molestas para mi y para el mundo.
-Cambiando de tema... ¿Qué edad tienes? -Preguntó.
-19 ¿Por qué?
-Solo curiosidad, bueno, llámame. -Seguí su mirada volviéndome hacía la camioneta, era Stu haciéndole señas para que se suba.
-Llámame tú. -Reí.
-Luego veremos, quizás quiero ser llamado.
-Eso es idiota, anda, corre o se va a enojar. -Dije empujándolo con una sonrisa en mi cara. Me besó la mejilla y me ruboricé.
Prendí otro cigarro y tomé un taxi. La mejor noche de mi vida, eso queda corto para el momento que acabo de vivir con la única persona que amo.
— con Isa
