-Contesta, contesta...
Mis manos temblaban exageradamente esperando no ver a nadie salir del edificio. Estaba agitada y asustada, me sentía débil, frágil...
Por fin contestó.
-¿Hola?
-Ed, por fin, escucha, necesito ayuda -Esperé una respuesta-. ¿Ed? Soy _____, escúchame.
-¿Qué sucede? -Preguntó preocupado.
-Me golpea, Ed, me amenazó todo este tiempo.
Rompí en llanto, y mi voz fue disminuyendo. Era la primera vez que lo decía en voz alta.
-¿Qué? -Gritó furioso.
-Josh me dijo que te dejara, te necesito.
-¿Dónde estás? ¿Estas con el ahí? -Preguntó agitado, parecía haber empezado a correr.
-Está en el edificio, está inconsciente.
Traté de respirar hondo, me tranquilicé un poco.
-Voy para allá, no estoy tan lejos. Ve al aeropuerto, te amo, cuídate.
-Está bien, adiós.
Casi corrí hasta el aeropuerto, me mordí las uñas a tal punto de que ardían, pero no lo sentía, no me importaba.
Noté esa piel que se sale de la cutícula de las uñas, mordí una y la estiré hacia atrás, la mitad de mi dedo quedó al descubierto. Suspiré adolorida.
Metí mis manos en el bolsillo de mi campera.
Llegué y tome asiento. Las piernas me temblaban, estaba ansiosa y preocupada.
Al cabo de unas horas, anunciaron la llegada de un vuelo, me paré y comencé a buscar entre la gente.
Corriendo estaba él, no fue difícil notarlo, gracias a su cabello llamativo.
Se acercó hacia mi antes de que pueda reaccionar para correr, me envolvió en sus brazos y me hizo sentir segura. Fue la primera vez después de semanas que no me sentía así.
Lo besé, como si fuera el ultimo beso que alguna vez le daría. Volvió a abrazarme.
-¿Estás sola? Dime la verdad, si el vino contigo has un gesto de no con la cabeza, así el creerá que me estás diciendo que viniste sin él.
Ed estaba totalmente fuera de si, asustado.
-No vino conmigo, supongo que está en el edificio. -Nos miramos- No sabes cuando te extrañé.
Planté un beso en sus labios.
-Yo igual -Me miró como si hubiese querido hacerlo desde el primer momento en que se alejó de mi-. Pero después hablamos de eso, tenemos que hacer algo. Llama a la policía.
-Claro.
Y así lo hice, estaban en camino al edificio, igual que nosotros. Tomamos el primer taxi que se nos cruzó.
Quería preguntarle, estaba resentida, se fue, me dejó mientras me lastimaban.
-¿Por qué te fuiste? -Pregunté sin mirarlo a la cara.
Tardó en contestar, me miró indignado.
-No vuelvas a decir que me fui.
Me sentí culpable.
-Hiciste que me valla, querías que me alejara. Me sentí horrible, no entendía por qué lo hacías, me alejabas de ti, creí que me odiabas.
Me sentí más culpable todavía.
No lo miré, estaba ocupada pensando en como se habrá sentido él.
-Ponte en mi lugar, ¿Qué harías? Dime, fue la mejor solución.
-Lose, perdón -Dije arrepentida-. No tendría que haberlo dicho, tienes razón.
Vi como el suspiraba, también sintiéndose culpable por hacerme sentir así.
-Ven aquí. -Dijo y se deslizó en el asiento del taxi acercándose a mi y abrazándome.
-Te amo. -Dije.
-Yo igual. -Y me besó la frente
