Llegué a mi casa y comencé a vestirme con algo más cómodo de lo que llevaba, necesito ir a cuidar a un niño de cinco años y a esa edad está bastante activo y es difícil de controlar. Por eso necesito mantenerlo distraído todo el tiempo, con juegos, bromas y pinturas.
Tocaron la puerta y fui a abrir. Ed no llamó desde ayer, nada, ni un mensaje.
-Hola, ¿Estas libre? -Al otro lado de la puerta una coqueta sonrisa de un muchacho de ojos verdes se dirigía hacia mi.
-Josh, La verdad que no, lo siento, tengo trabajo.
-Que mal, ¿Cuando tienes tiempo para salir?
-No lo se, no tengo mucho tiempo. Quizás el fin de semana. -Dije torciendo la boca.
-Por dios _____, estamos a miércoles.
-Lose, pero no puedo dejar de trabajar -Me sonó el celular-. Lo siento.
Leí el mensaje, era la madre de Frank, el niño al que cuido.
-Era Lucy, la madre del niño al que cuido... ¡Tengo el día libre! -Sonreímos.
-Genial, te llevaré a cenar.
-Claro, me tengo que cambiar. ¿Me esperas? -Asintió y se sentó en la mesa mientras iba a mi habitación y me ponía unos vaqueros.
-¡Lista!
Llegamos hasta el lugar, hoy comeremos pizza. Nos sentamos en una mesa cerca de la ventana y ordenamos.
-Em... ¿Vives hace mucho en el edificio? -Preguntó el.
-Si, hace unos años... Estoy casi segura que eres nuevo.
-Sip, soy nuevo... Mi madre vive allí hace como un año y cuando me separé de mi novia me vine a vivir con ella. -Dijo tranquilamente.
-Ah, ¿Por qué te separaste? -Pregunté con curiosidad y lo noté nervioso.
La mesera llegó con nuestra pizza y nuestra bebida.
-¿Algo más? -Preguntó amablemente.
-No, muchas gracias. -Dije mirando a Josh para que me corrija si estoy mal.
-Gracias. -Sonrió él y ella dio media vuelta y se fue.
-Bien, ¿De qué hablábamos? -Preguntó.
-De tu ex novia.
-Ah, bueno, no me gusta hablar de eso. Pero haré una excepción contigo -Hizo una pausa-. Fue lo de siempre, discusiones, desacuerdos... Ella era muy distinta a mi, era histérica y gritona. Pero yo la amaba, aunque ella me dejó. Un día se cansó y me dijo que quería que me valla, que ya no me soportaba. Es idiota... Pienso yo, pero fue su decisión y la respeté.
Sonaba dolido...
-Lo lamento, las cosas pasan por alguna razón ¿Sabes?, Yo creo que necesitabas un tiempo para estar contigo solo y pensar. No es nada grave, esas relaciones van y vienen, vas a encontrar a la chica adecuada en cualquier momento. -Sonreí.
El me miró, y su mirada fue tan profunda que sentí que me atravesó.
-Me gustaría que nos conozcamos más _____, me pareces una persona muy comprensiva y con una paciencia infinita.
Me ruboricé.
-Aveces... Claro, podemos ser muy buenos amigos.
-Claro. -Sonrió con insuficiencia.
-Hey, es temprano para todas esas cosas, hay tiempo.
Seguimos hablando de otros temas, música, estudios, cosas que nos gustan...
-Me gusta el arte, recuerdo que los profesores me alagaban mis trabajos. Hasta hice un curso. Me gustaría que expongan una pintura mía en algún museo.
-Eso es muy lindo, tienes que mostrarme algo de eso.
-Cuando quieras. ¿Y tu que quieres ser?
-No lo sé, contador, quizás... No estoy decidido, creo que si me dan trabajo lo acepto.
Y si, en toda la cena no pude evitar pensar en Ed. Mi cabeza estaba en él y en nada más.
— con Gelmy
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