Después de que Simón se haya ido con una de sus adquisiciones, me fui derechito a casa, me puse los auriculares mientras caminaba, tenía mucho por caminar. Nada me venía mejor como escuchar música de camino a casa, y nada mejor que el tema warrior de Demi Lovato, mi cantante favorita entre tantas. Finalmente llegué a casa, abrí la puerta de la entrada, mi tía no había llegado y de todas maneras me tocaba a mí preparar la comida; me dirigí a la cocina, del congelador quité laa alitas y las dejë bajo el grifo de la cocina, me dirigí a la habitación subiendo los cinco escalones que daban al pequeño piso, crucé el pasillo hasta mi habitación, dejé la mochila sobre la cama, me quité la sudadera, a continuación las zapatillas quedándome con unos vaqueros ceñidos y una blusa blanca de tiras.
De pronto, escuché un extraño ruido que procedía de alguna parte del salón o de la cocina, no sabía exactamente, mas estaba claro que no procedía del piso. Salí de mi habitación con pasos lentos.
-¿Tía?.-llamé nerviosa, muerta de miedo, incapaz de pensar en otra cosa que no fuese el misterio de la mansión, o mis sueños-. ¿Tía?
Bajé por los escalones de forma pausada, con el corazón a punto de estallar en mi pecho. De pronto, otro ruido y no pude evitar asustarme, era como si alguien estuviera tirando al suelo los platos de cristal.
Tragué saliva.
El ruido procedía de la cocina, tuve que armarme de valor y dirigirme a la cocina. Miré por todas partes y no había nadie, solo estaba abierta la puerta trasera, cosa que me pareció exteaño porque no la abrí y no se me ocurrió revisar si mi tía se le había olvidado cerrarla.
Caminé con pasos más lentos, buscando algún desastre, hasta que pisé algo bastante pegajoso. Bajé la mirada y un pie mio se encontraba metido en un charco de sangre o algo por el estilo; aparté mi pie tan rápido que pude y noté que era algo escrito, y me posisioné correctamente para saber lo que ponía.
-No sigas o morirás.-miré por todas partes a ver si encontraba a la persona que había hecho tanto alboroto pero todo estaba vacio.
Terminé por limpiar la cocina y empezar a cocinar.
Después de comer con mi tía, fui a terminar mis deberes en el salón sentada en el piso en lo que ella estaba sentada en el sofá más largo utilizando su computadora.
-Llegaré algo tarde mañana.-la informé, no hacía falta que se molestara en cocinar y esperarme.
-¿Tienes algún tipo de cita?.- preguntó interesada en la conversación; era más que evidente que se aburría, porceso cuando yo iniciaba una conversación se entregaba del todo, mas no era mi culpa si ella y yo no pegábamos para mantener buena relación de diálogo tía e sobrina.
-¿Quién ha dicho que solo puedes llegar tarde a tu casa por tener una cita?.-pregunté intentando parecer que me divertía la conversación-. No tendré ninguna cita.
-No sé qué esperas para tener un novio, eres hermosa, buena persona...
Me gustó que dejera eso de mí, aunque lo hacía a menudo.
-Al parecer a los chicos de hoy en día les encantan las chicas que van en minifaldas.-respondí con sarcasmo, sin pensar haciendo referencia a la clase de chico de Simón, que solo estaba en relaciones de una noche con chicas que se podían considerar como "divas"-. Y no soy ninguna diva.
-Mm...me parece qie hablas de un chico en especial.
-Obvio que no.
-Obvio que sí.
-Ay tía mejor me voy a dormir.-dije recogiendo mis materiales.
-La que huye debe...
Ignoré su comentario, subí las escaleras y me fui a mi habitación.

ESTÁS LEYENDO
Último Aliento
Random. . . . . . . Último Aliento Ambar posó sus labios sobre los de Simón como él se lo pidió, esta vez el beso fue triste, dulce pero triste, Simón sintió que podía irse en paz tras haber respirado por última vez el aliento de la chica que amaba, la ch...