C4: "Yo la protegeré"

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Corro lo más veloz que puedo para retornar a la habitación, me olvido por completo de comprar los somníferos y me apresuro a adentrarme a mi cama y una vez ahí simuló estar dormida.

Sé que en cualquier momento la chica nueva entrará acompañada de la directora. Escucho como la puerta de madera cruje al ser cerrada y oigo los intentos de reprimir sollozos de la chica sentada en la cama al lado de la mía

- La que está ahí será tu compañera -dice la ronca -por naturaleza- vos de la directora Kordei y también noto el desdén con el que habla refiriéndose a mí -: Es la más violenta y terca de la institución. El hecho de que sean compañeras -su tono de voz ha bajado considerablemente creo que lo hace con la esperanza de que yo no la escuche -no te obliga a ser su amiga ¿Quieres un consejo? -no puedo ver aún a la chica porque estoy boca abajo de la cama simulando estar sumida en un profundo sueño pero soy capaz de oír sus jipíos y sollozos -: Aléjate de ella y limítate a obedecer mis órdenes -segundos después escucho el portazo con el que la directora cierra la puerta de la habitación.

Hay una controversial pregunta vagando en mi cabeza de manera insistente ¿Me acerco a ella a consolarla o sigo fingiendo que estoy dormida? Cierro mi mano en forma de puño y muerdo el interior de mi mejilla porque odio oírla llorar, ni siquiera sé por qué me importa, pero desearía que se callara y dejará de sufrir...

Me siento impotente y estúpida porque ella necesita unas frases de consuelo, un abrazo, un gesto de apoyo pero mi mente está en blanco y mi cuerpo congelado por el miedo a recibir su rechazo.

~*~

Los rayos del sol penetran la delgada cortina del enorme ventanal de mi habitación y estiró involuntariamente mi cuerpo al mismo tiempo en que suspiro y siento una punzada de dolor en la parte izquierda de mi cabeza. ¡Maldita sea, apenas si pude pegar el ojo esta madrugada! Parpadeo varias veces de manera paulatina y me sorprendo al ver que toda la desastrosa habitación está ordenada, mi ropa está minuciosamente doblada en cada cajón y la ropa sucia en una canasta, la cama a mi lado está tendida y no hay rastro de la chica de anoche.

¿Qué diablos hicieron con mi organizado desorden? ¿Quién se atrevió a tocar MIS cosas? No me importa quien haya sido me las va a apagar...

Veo el reloj que cuelga de la pared cerca del espejo y sé que me perdí el desayuno por levantarme a las once de la mañana. Contra mi voluntad me pongo de pie y entro a la ducha ahí pienso en qué haré este día además de quejarme y nada llega a mi así que decido leer un libro en la biblioteca.

No me gustan los lugares silenciosos, no me gusta leer pero sumergirme en una historia de ficción cuando mi realidad es cruda y cruel creo que va a ayudarme, al menos, a despejarme un poco.

~*~

Camino por los largos pasillo de la correccional, bajo mis pies hay una enorme alfombra color carmesí que se extiende por toda la institución y en cada esquina hay figuras de mármol pertenecientes a la creencia católica. La correccional es un lugar muy sofisticado, elegante e incluso pretencioso, demasiado parar mi humilde gusto.

- Hola -Saludo a la mujer de cabello entrecano que me observa estupefacta -: me gustaría un libro con dibujos, no muchas letras y que no me aburra tan rápido -le pido vacilante sin dejar de mascar la goma dentro de mi boca. Ella avanza deteniéndose frente a un pasillo con el título "Cuentos infantiles" Rodó mis verdes ojos porque sé que se está mofando de mi pero no se lo haré saber -: justo lo que buscaba -miento y ella me sonríe hipócritamente antes de retornar a su escritorio.

Camino por los otros pasillos en busca de un libro con una bonita portada, miro a mi alrededor y agradezco en silencio que todos tienen la nariz hundida en sus libros, saco la goma de mi boca y voy a pegársela a la portada de un libro "Pídeme lo que quieras" y justo en ese nanosegundo una mano detiene mi movimiento y giro mi cuello con brusquedad para ver quién ha sido el sujeto que se ha atrevido a tocarme y, al ver su rostro, mi mundo se tambalea y siento que la irá dentro de mí disminuye de manera inexplicable.
Un remolino de emociones me ataca y no entiendo por qué de pronto me siento ¿nerviosa? La sangre de mi cuerpo es bombeada vertiginosamente y no puedo dejar de mirar a la preciosa chica que se encuentra de pie frente a mí...

CORRECCIONAL PARA LESBIANAS (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora