CORRECCIONAL PARA LESBIANAS (camren)

C6: "Sacrificio"

La densidad del aire me molesta, el sudor de mi cuello hace que mi cabello mojado (del mismo sudor) se pegue de manera incómoda a mi nuca y hombros.

El calor se vuelve cada segundo más insoportable que el anterior, los grados de temperatura aumentan y la fila en la que estoy estancada avanza con extrema y exasperante lentitud.

Al igual que el tiempo mi paciencia se agota...

Mis rodillas tiemblan por el cansancio, he camino tanto que me cuesta trabajo poder levantar los pies, he bajado miles de escalones que tengo la sensación de que no camino sobre algo firme y plano pero al dirigir mi vista hacia abajo me doy cuenta de que estoy sobre el suelo plano y cada ladrillo tiene la palabra 'homosexualidad' tatuada de manera mezquina

- ¡Apresúrense, maldita sea! -Grito limpiando el sudor de mi frente y tirándolo al aire haciendo que las gotas mojen a las que están formadas atrás de mí.

No sé adónde nos dirigimos, solo obedecemos los gritos de nuestros superiores, detesto tener que obedecer a sus órdenes, me da repudio tener que avanzar por estos desconocidos pasillos en dirección a quien-sabe-dónde

No he visto a Camila desde hace una semana. Ha sido la semana más torturadora de mi vida. Desde que nos separaron "temporalmente" no he hecho nada más que preocuparme por ella y pensar en ella.
Cada segundo sin ella era y es un latigazo directo en mi pecho, me preocupa no saber nada de ella. Saber que está sola con su vulnerabilidad y rodeada de esta gente malvada...

No puedo imaginármela sin que mi mente me traicione llevando una imagen de ella llorando o sufriendo a mi cabeza, eso me duele, me tortura. No he podido conciliar el sueño y no compro somníferos porque cada noche tengo la esperanza de verla llegar

Yo no sabía que tenía la capacidad de extrañar tanto a alguien hasta que me separaron de ella, como si me hubiera arrancando la parte más importante de mí. Es estúpido e incluso ininteligible para mí sentir todo esto por alguien, tal vez lo considero así porque esto es nuevo para mí

La sola idea de que él pudo haberla... ¡No! ¡No quiero ni pensar en eso!

Mi estómago se revuelve por la preocupación. Mis manos se remueven inquietas entre ellas por la ansiedad. Necesito verla. Quiero verla. Juro que si le hicieron daño los voy a acabar a todos...

- Rápido -exige una de las mujeres uniformadas con un Rosario colgando de su cuello y un enorme crucifijo al final.

Aprieto mis dientes para mantener la tranquilidad pero desde hace una semana que la tranquilidad se esfumó de mi vida por completo

- ¡Apresúrense, maldita sea! -Vuelvo a espetar.

La figura delante de nosotras se vuelve y me ve con la mirada de un depredador, camina solo unos pasos sin quitarme la mirada de encima y desde su punto me señala con el dedo índice y grita

- Vuelve a maldecir, Jauregui, y te corto la lengua -amenaza y por el tono de su voz sé que no lo dice de broma - ¿Acaso no sabes que cuando maldices, la maldición recae en ti?

Hago acopio de todas mis fuerzas para no mostrarle el dedo medio ahí mismo, pero en cuenta me da la espalda lo hago y ruedo los ojos al mismo tiempo haciendo que atrás de mí se escuchen risillas burlonas por mi acción ¿Cómo pueden reír en un momento así?

Abajo de mis pies la enorme alfombra color azul parece no tener fin, imágenes de distintos santos y personalidades desconocidas por mi cuelgan de la pared.
Los marcos son dorados y las imágenes monumentales.
Altos muros se elevan hasta el techo de la correccional y una culebra se enrolla en cada muro.
En el centro del techo hay una manzana roja dibujada a la perfección y la boca de todas las enormes e intimidante serpientes terminan ahí.