CORRECCIONAL PARA LESBIANAS (camren)

C8: "Mantener mi dentidad oculta"

"Sabemos lo que somos,
pero no lo que podemos llegar a ser."
- Shakespeare.

Las emociones brotan de mí sin medida y sin descripción, de manera descuidada trato de recogerme el cabello y maldigo para mis adentros cuando la liga se rompe entre mis dedos, ruedo los ojos al cielo y me dejo el cabello suelto.

El viento entra por la ventana dejando sensaciones frescas en mi piel, cierro mis ojos y me permito a mí misma dormirme ahí, en el asiento trasero del bus, el silencio en el transporte me facilita sentir que de manera plena y rápida caigo en el sueño que llevo deseando conciliar desde hace días...

- No te duermas, por favor -Casi suplica mi compañera de asiento. Yo suspiro y fuerzo a mis párpados a abrirse, incluso puedo oír el crujir de mi columna vertebral al erguir mi espalda. Sonrió para Camila y niego con la cabeza soy consciente de que me veo fatalmente demacrada; con ojeras enormes, con la piel pálida debido al ayuno y falta de dueño, con los parpados pesados y mis energías gastadas...

- No me dormiré -Digo con un tono de voz que causa que mis palabras suenen como una promesa. Una pequeña sonrisa tira de la esquina de sus labios pero el gesto no hace que sus ojos brillen como de costumbre y eso provoca una sensación de pena dentro de mí. Quiero verla sonreír, quiero que sonría, quiero que sea feliz como sé que puedo hacerla pero supongo que es difícil ser feliz cuando tu libertad está siendo limitada y tus preferencias encasilladas como "raras" supongo que no es tan fácil ser feliz cuando la sociedad te plantea un "deberías ser" en lugar de la aceptación...

- ¿Qué sucede? -Le cuestiono sintiendo el impulso de apartar el mechón de cabello que cubre a su ojo izquierdo pero reprimo el impulso mirando a la ventanilla a mi lado y cerrando mis manos en un fuerte puño ¿Por qué tengo contantes deseos de tocarla? ¿Por qué mis deseos de tener contacto físico con ella si no soy propensas a las muestras de cariño?

- Solo quiero saber adónde nos llevan esta vez -Responde. Sé que está mirándome aunque yo no la vea a ella. Observo como los árboles pasan frente a mis ojos muchos carecen de hojas y las pocas que tienen están teñidas de naranja y un amarillo precioso

- Oh, nos llevan a oír una predica o en mi caso a dormir -Inquiero despreocupada para transmitirle tranquilidad aunque es de lo que más carezco en este momento.

Tengo miedo pero no un miedo cualquiera, no un miedo como el que estoy acostumbrada a sentir, no es miedo a lo que me pueda pasar sino a volver a decepcionarlo, sé que lo haré, sé que al verme fingirá mi inexistencia y me ignorará y estoy complemente consciente de que eso va a dolerme como me dolió irme de casa. Tengo miedo de quebrarme y pedirle perdón pese a que no sé porque debería pedir perdón pero mi más grande miedo es que se acerque. No estoy lista para hablar con papá aún...

- ¿Has ido a misa antes? -Me pregunta y una pequeña risilla con resoplido se me escapa.
Uno mi frente al vidrio de la ventana y observo el panorama, este lugar me trae muchos recuerdos de mi misma, de mi familia, los niños que juegan frente a sus casas con las hojas me recuerdan a mi hermano, el olor a tierra mojada que se filtra dentro del bus me recuerda a la tranquilidad con la que llegaba a casa con mis amigas luego de un día de escuela...
Todo lo que antes tenía se ha ido y los aromas de este barrio me llevan al pasado, a ese pasado que he tratado de olvidar para así no lamentarme al compararlo con mi presente.

- Yo nunca fui a misa -Su confesión me saca de balance y frunzo el ceño como mi única reacción -mis padres son ateos o algo así... no sé, ellos solo me tienen aquí porque piensan que les estorbo es como una manera de deshacerse de la obligación que implica tenerme en casa, además de avergonzarse de tenerme como la lesbiana de la familia. Es complicado, ahora ellos van a misa creo... -Divaga y noto que todo esto le confunde -desde que nos mudamos a este barrio -señala el cartel frente al que estamos estacionados. En el cartel está pintado el nombre del barrio y el de la iglesia a la que pronto entraremos -...mis padres conocieron a un predicador y él los convenció de que debían entrar a la iglesia católica y hacer siempre el bien, también les regalo una biblia y cuando acabaron de leer los libros me ingresaron en la correccional -Puedo sentir su mirada clavada en mi hombro y quito mi frente del cristal para verla, su mirada luce perdida y sus manos están sobre sus piernas flotándose la una contra la otra