CORRECCIONAL PARA LESBIANAS (camren)

C7: "Pesadilla"

Las palabras de Melissa le dieron una enorme punzada a mi corazón, casi por inercia me muevo en dirección a donde Camila se encuentra
no sé qué mierda voy a hacer pero tengo que impedir que esa niña se inscriba ¿Por qué es tan tonta? ¿Acaso no sabe que casarse con alguien a quién no conoce solo llenará su vida de más mierda? Nadie sabe si van a desposarte con psicópata o con alguien de la mala vida que ha proporcionado falsa información sobre sí mismo...

Bufo al mismo tiempo en que niego con la cabeza, me sorprende la velocidad con la que "camino" y mis manos se mueven a cada lado de mi cintura de manera frenética

No puedo evitar avanzar a esa velocidad aunque llame la atención no me importa, quiero llegar adonde Camila antes de que una de las superiores se percate de su presencia y la anote en la lista de postulante a un matrimonio fabricado

- ¿A dónde tan rápido, Jauregui? -Me interrumpe una mujer con un traje café oscuro que le llega hasta los tobillos, de su cuello cuelga una camándula y en sus mano sostiene un cuaderno y un bolígrafo y toda su cara contiene pecas oscuras

- A la dirección -Me encojo de hombros en un gesto que pretende restarle importancia a mis palabras; sin embargo, no lo consigo porque noto su incredulidad llenando cada una de sus facciones.

Cuando la ansiedad me llena y la impotencia se arraiga en mi sistema soy sumamente mala mintiendo, ninguna mentira o argumento creíble llega a mí y eso me decepciona de mi misma pues su hay algo para lo que soy buena es para las mentiras

- La verdad, Jauregui -Exige con las manos en su cintura. Me sigue resultando extraño que todos me llamen por mi apellido y pocas personas (realmente pocas) me llamen "Lauren" a veces, me gustaría tener un diminutivo algo así como "Laurencita" no, eso suena ridículo. Solo me gustaría tener amigos y que me llamen por un apodo o un nombre de cariño... -Habla, Jauregui -vuelve a exigir de manera aún más pedante

Ruedo los ojos al cielo y seco el sudor de mis manos en mis viejos pasarios

- Voy a inscribirme, quiero casarme ¿Tan difícil es de creer? -Miento y vuelco mi vista a la fila y la ansiedad y desesperación incrementa al notar que la fila avanza y Camila está cada vez más cerca de la puerta principal -ahora deja de quitarme mi tiempo -le pido y le paso de largo. Me echo a correr y una vez estoy cerca de las chicas de la fila me tomo mi tiempo para recuperar el aliento, una vez logro regular los latidos de mi corazón y mi respiración, empiezo a caminar de manera relajada

- ¿Qué te pasa? Para atrás Jauregui -Se queja una de las chicas. Sé que ella también es menor de edad porque al igual que Camila lleva un uniforme gris que la hace parecer una reo. Le dedico una mirada asesina y poso mi dedo índice sobre mi boca al mismo tiempo en que la empujo para abrirme paso entre ella y Camila

Camila tiene la vista en sus zapatos, mueve sus manos nerviosa la una contra la otra como si las estuviera frotando. Conozco a la perfección ese gesto nervio tan propio de ella. Casi cumplimos dos meses de conocernos y ella es como un libro abierto pero muy difícil de interpretar nunca sabes con que va a salir en el siguiente capítulo

- No hagas esto... -le pido con un susurro al oído. Cerciorándome de que nadie de las "superiores" me está viendo. A pesar de que no puedo verla sé que tiene el entrecejo fruncido

- ¿De qué hablas? -Mi corazón se encoge dentro de mi pecho al oír lo desgarrada y entrecortada que suena su voz. Eso me advierte de que está llorando y a la vez tratando de contener el llanto para no hacerse notar.

- Oye -Poso mi mano sobre su hombro y ella se estremece por el mero contacto más no quito mi mano -sé que sólo quieres acabar con todo esto, yo también desearía salir de aquí y ellas -señaló a las superiores que se encuentran distraídas observando a las demás e inspeccionando el área - nos hacen creer que está es la mejor opción pero te juro, te juro que no lo es