*Narra él*
En ese preciso instante en el que la vi detenerse y levantar su mirada al cielo, vi lo que me estaba perdiendo. Soy un cobarde, deje que se fuera y no hice nada para impedirlo. Ahora que la veo de nuevo, vuelvo a sentir la calidez en sus palabras. Sé que ella me ama, yo todavía lo hago. Hay una frase de un libro que dice " No se olvida de un día para otro, ni de una persona a otra..". Es tan cierto. Yo nunca podría haberme olvidado de ella.
Me acuerdo perfectamente la noche en la que ella se fue. Yo llegaba del trabajo, entre a casa y vi las maletas en la puerta. Ella estaba sentada en el sillón con una copa de vino en la mano, me quede mirándola fijamente, ella alzó la cabeza y nuestras miradas se conectaron. Ahí, en ese momento entendí todo; la estaba perdiendo, la perdí y no hice nada para que no se alejára, para que no me dejára. La dejé ir y fui un estúpido. Se levantó y dejó la copa sobre la mesita al frente de ella. Caminaba hacia mi y parecía que iba a detenerse para decirme algo, pero no, paso de largo hacia sus cosas y se quedó petrificada al frente de la puerta. Me di la vuelta, ella también y pude ver sus ojos, esos ojos que un día estaban llenos de brillo y alegría ahora estaban rojos y apagados. Estuvo llorando, le hice daño. Apartó su mirada, abrió la puerta y se fue. Junto con ella se fue su perfume, con el que me despertaba cada mañana, junto con ella se fueron mis ganas de vivir, ella lo era todo.
Por eso estoy acá, tomé una decisión y me arrepiento de ello. La quiero, la quiero en mi vida de nuevo, la amo.
Al verla de esa forma, tan frágil, como miraba el cielo, me di cuenta de que quería seguir sin importar nada.
Caminé despacio hacia ella, la abracé por atrás y le deposité un beso en el cuello.
+Nunca dejaría que te derrumbaras, no si estoy yo para impedirlo... amor- le dije.
Pude sentir como dejaba en mis brazos el peso de su cuerpo y se relajaba.
-Te amo, nunca lo deje de hacer- seguí diciendo.
Se dió la vuelta y me miró a los ojos fijamente. Contemplando su rostro, me di cuenta que nunca antes había visto a una mujer tan hermosa como lo era y es ella.
- No sé si pueda intentarlo otra vez, me rompe lo roto que estás- me dijo
Entendí que le había hecho daño y que no quería pasar de nuevo por lo mismo.
-Te amo, te amo. Todo irá bien, solo confía en mi - insistí. Estaba con la cabeza gacha, mirando al suelo. Le agarre suavemente la quijada e hice que me mirara a los ojos. Le sonreí.
-No lo sé... te amo- dijo ella
- Entonces por qué no intentarlo una vez más? Todo irá bien, lo juro-.
- Es que...-.
No la dejé terminar. La interrumpí con un beso, al principio se sorprendió pero luego se dejó llevar. Extrañaba tanto el sabor de sus labios, tan suaves, tan rojos que generaban un hermoso contraste con su piel pálida. Volver a sentir esa sensación de calidez, cuando sus labios y los míos danzaban al mismo tiempo.
Ella se apartó y se llevo los dedos de sus manos a los labios. Pensaba que había hecho algo mal. Sorpresivamente se dió la vuelta y siguió su camino. La felicidade habia durado segundos. Cuando la vi alejarse supe que ya no la volvería a ver nunca más. Me dirigí hacia la orilla del río, a donde estaba hace minutos, donde pretendía ponerle fin a todo. Me quedé observando como corría el agua pero en ese momento pude oír como alguien se acercaba. Di la vuelta y ahí estaba ella, venía hacia mi y nos fundimos en un abrazo, volvimos a ser uno solo por unos minutos, uno solo contra todos, contra el mundo.
No entendía. Quería decirle algo, preguntarle por qué pero me callo
-Lo intentemos otra vez, si?- dijo
Ana
P/d: no se si estaras leyendo esto pero te extraño y muchisimo. Es mejor que estemos asi, se que algun día nos vamos a ver, no te olvides que nunca vas a dejar de importarme y nunca voy a dejar de quererte -Vic
