carta de despedida

27 2 0
                                    

Alguna vez lloraste porque te odias?
Odias haberle dado el arma para que te dispare, odias haberle dado la oportunidad de que destruya con tan solo decir cuatro palabras. No te necesito más.
No me necesitas? Cómo así? Yo aún te necesito, aunque me hagas daño, aunque seas capaz de destruirme en mil pedazos, la forma en la que me haces sentir, especial e importante para alguien, no lo logro cualquiera.
Quizá para vos esto fue solo un juego, somos adolescentes, estamos en una edad en donde nada dura para siempre, como cuando juramos ante esa persona que decimos amar, "para siempre"
No puedo creer sinceramente que otra ya este a tu lado, que otra persona sea capaz de darte el apoyo que yo te daba. Si, admito que me equivoque varias veces, pero vos también lo hiciste.
No puedo decir que me reemplazaste, porque otra como yo no vas a encontrar en tu vida. Y sinceramente espero que nos encontremos, algún día quizá, y veas lo que perdiste.
Si me duele ver que no soy el motivo de que rías, de que te despiertes cada mañana, de tus insomnios? Si y no sabes cuanto, porque era nuestro, era.
Ahora, sé que se me va a hacer difícil superarlo porque te sigo queriendo y dudo que vuelva a querer a otra persona. Va a sonar estúpido, pero me enamoré de vos y jamás pense sentir eso por una persona. Me hacías sentir cosas sin ponerme un dedo encima, y eso es admirable.
No me arrepiento de haberte conocido, no me arrepiento de haberte dado mi tiempo porque con eso creaste lindos recuerdos, creamos una experiencia más para añadir al historial de cada uno y que a medida que pasan los años, el número de experiencias aumenta sabiendo así que cosas debes y no de hacer en una relación. Gracias.
Perdón si te cuide mucho, si te ame, si te quise ver bien. Al parecer vos queres seguir ahogándote en un vaso de agua, pero no me ibas a arrastrar, decidí por primera vez por mi propia cuenta, y si, sé que te dije en algún momento " con vos a todos lados" pero ya no más. No me voy a hundir con vos, quiero salir, quiero sentir, quiero vivir. No quiero ser un caso perdido, no quiero ser alguien que se la pasa en cama o encerrada en su habitación, no quiero ver como la confianza de mis padres se va desmoronando cada vez más, no quiero estar sola, porque si lo estoy y si llego a ese punto, sé que no va a haber vuelta atrás y que voy a tomar una decisión de la que quizas no me pueda arrepentir, la de ponerle fin a todo.
Más de una vez, mientras escuchaba música y leía se me escaparon un par de lágrimas al recordar a la que era antes, a la que era fuerte, arrasadora, risueña, feliz. Ahora no soy nada de eso, pero quiero volver a serlo, me lo puse como una meta y pienso llegar.
Gracias por todo, por hacerme pedazos y darme cuenta que no todo lo que necesito me lo puede dar otra persona. Gracias por darme ideas de como ser mejor cada día para así poder a flote. Gracias por confiar en mí.

Vic

Al AzarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora