Fire (Sevmione)

Capítulo 11

Corría y corría.

Cada vez me alejaba mas de aquel camino desierto, para adentrarme en un sombrío bosque. Había lanzado algunos "Expelliarmus" de vez en cuando para tratar de retrasarlos. Estaba demasiado asustada, sabía que mi cuerpo estaba a punto de fallarme al igual que todos mis sentidos y lo peor; estaba completamente sola. Pero lo único que podía hacer es seguir corriendo con demasiada intensidad pasando ramas, saltando troncos y esquivando algunas rocas.

-¡Reducto!-grite en contra de aquellos mortífagos, pero lo esquivaron como si fuese lo mas fácil del mundo. Hubiera deseado que Severus estuviese a su lado para protegerla, incluso el tonto de Ron. Pero no, estaba sola y atemorizada. Las lagrimas amenazaban con salir, era su fin, su miserable fin. ¿Pero no podía pensar así?, ¿O sí?, al fin al cabo ella era Hermione Granger, una "sabelotodo" como le decían sus amigos, la mejor de la clase e incluso recientemente nombrada "Prefecta", no se podía dejar vencer tan fácil, estaba seguro que encontraría una solución.

Pov Narrador.

Snape entro a la taberna, con los ánimos desgastados. Se sentó en la barra y se encontró con el tan conocido rostro de Madam Rosmerta. O más bien el repulsivo, ya que toda la vida ella se le había insinuado y por mas que él todas las veces la rechazara; no entendía.

-¡Oh por Merlín!, realmente sera cierto lo que mis ojos ven-sonrió pícaramente Rosmerta. Aunque eso le resultaba excesivamente empalagoso y repugnante tenia que aguantarse si quería obtener alguna información de su castaña. El forzó una sonrisa a modo de respuesta.

-Rosmerta-pronuncio con asco, pero esta no lo notó. Incluso estaba embelesada con su presencia.-Tengo algo que preguntarte-se acerco más a él invadiendo su espacio personal, agradeció que una estúpida barra de madera los separaba.-¿De casualidad haz visto...?-Rosmerta no lo dejo terminar preguntándole si quería tomar una cerveza de mantequilla.

-Oh querido, cualquier pregunta es mejor con una cerveza encima, ¿no?-le pico el ojo descaradamente, estaba a punto de vomitar, creía que no podía aguantar más. Así que dejo salir un sonoro suspiro, este día iba a ser demasiado largo.

Harry y Ron cayeron al tiempo que llegaron al otro lugar. McGonnagall los miro con desaprobación.

-¿En dónde estamos?-preguntó Ronald.

-¿Es enserio?, ¡Estamos en Hogsmeade, han venido aquí desde tercer año!-Harry si lo había reconocido al instante, muchos recuerdos afloraban aquí. Empezaron a caminar detrás de la profesora como perritos perdidos. Aunque este pueblo tuviera todos los factores necesarios para que fuera sombrío y misterioso, tenía algo que lo hacia sentir bien; casi como en casa.

-¿Y si vamos a Tres Escobas?-preguntó Ron. Harry creyó que era una estupidez esa pregunta, era obvio que McGonnagall respondería que no.

-Sí, tienes razón Weasley. Es el sitio más conocido de aquí-Harry había quedado con la boca abierta, pero su amigo lo jalo del brazo para que empezara a caminar.

-Siempre esa cara de sorpresa-dijo con una sonrisa en la cara. Cuando estuvieron al frente de la puerta, Madam Rosmerta salió, seguramente iba de salida.

Severus estaba realmente molesto, todo el tiempo que paso con Rosmerta no le sirvió de nada. Se paro, se puso su abrigo y al mirar por la ventana vio que Potter y su amigo Wesaley estaban afueras. ¿Qué carajos hacían aquí?, nadie se debía dar cuenta o todo saldría mal. Harry volteo a mirarlo y quedo sorprendido, al tiempo que volteo para hablarle a su amigo Ron; el ya había desaparecido.

-¿Estas seguro Harry?, yo no veo a nadie.

-¡Estoy completamente seguro!-chillo Harry debido a la impotencia-Entremos-y así lo hicieron pero ya no había rastro de Snape por ninguna parte.