Capítulo 12.

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Intento pararse, pero sólo escuchaba cómo se tiraban hechizos entre sí; había una batalla. Se alejo con las pocas fuerzas que le quedaban y se recostó a un árbol, cuando miro quien era se quedo perpleja. Era él, nada menos que él. Su corazón brincaba de alegría, incluso su vulnerado rostro sonreía, estaba peleando con esos tres tipos al tiempo mientras movía su varita con una agilidad increíble.

Había derrotado a aquellos dos malandros, pero no se había percatado que uno de ellos estaba detrás de él e iba lanzar un hechizo en su contra. No, no, no por favor no su corazón dio un vuelco terrible y con las pocas fuerzas que le quedaban alzó la mano y apunto hacia ese maldito carroñero.

-Desmaius-susurro con las últimas fuerzas que le quedaban. Severus se dio cuenta y le lanzó un reducto con ira. No lo había matado, pero si debilitado, Hermione sonrió con aquella escena mientras sentía que sus ojos cada vez eran más pesados hasta que se perdió en la oscuridad.

Cuando volvió a abrir los ojos, está vez se encontraba en una habitación. Busco su mirada con desespero y la encontró al fondo de la habitación, Hermione sonrió débilmente. El se acercó rápidamente y se arrodilló al lado de ella.

-¿Es que acaso no te das cuenta al peligro en que te pusiste?-ella seguía sonriendole, no le importaba nada a su alrededor cuando se perdía en sus hermosos ojos negros.

-¿Dónde estamos?-Severus hizo una mueca, se levantó y le dio la espalda.

-En Tres Escobas, ¿es mejor que Cabeza de Puerco?, ¿no?-las últimas palabras las pronunció con un poco de odio. Hermione agarro su brazo delicadamente, y sintió como Severus se tensó.

-Mirame, por favor-Hermione creía que si la miraba con amor, con deseo. Todo lo que hizo habría válido la pena, ya que demostraba que Severus también estaba igualmente enamorado. Por más que quizo no voltear y nunca volver por su propio bien. Se volteó y la miro intensamente, Hermione lo jalaba del brazo para que se acercara a ella aún más. Sus respiraciones se mezclaban como muestra de deseo mutuo. Severus la empezó a besar tiernamente, delicado y muy extasiado. Se adentraba en sus labios como si fuera lo más exquisito del mundo, estuvieron así durante horas, minutos, segundos la verdad es que el tiempo se iba al carajo cuando estaba con ella.

-Gracias-musito ella una vez se alejó y Severus se sentó a un costado de la cama.

Hermione sentía que volaba con solo ver sus hermosos ojos, agarró nuevamente su mano y me propició pequeñas caricias en círculos lo que provocaba que ella sintiera un cosquilleo por todo el cuerpo, cerró los ojos disfrutando aquella sensación.

Pero cuando menos se lo creyó Severus embistió sus labios cargado de pasión. Cuando él estaba con ella, las emociones afloraban, el deseo quemaba. Se besaban tan apasionadamente que sólo se escuchaba cómo sus bocas encajaban entre sí, cada vez se volvía más intenso, era más difícil poder resistir más tiempo sin oxígeno.

Hermione empezó a pasar sus manos por el pecho de Severus, lo recorría sobre esos trapos viejo que tanto le encantaba. Lentamente se empezaron a desnudar el uno al otro mientras recorrían cada parte de su cuerpo. Hermione jadeaba, a veces temblaba bajo el cuerpo de su amado; amaba cada parte de él. Severus la besaba con paciencia por su cuello y cada vez bajaba más, hasta llegar a su vientre. Hermione no podía evitar gemir al tenerlo tan cerca de sus partes intimas, sentía como toda su sangre caliente se asentaba ahí.

-Severus...-no podía evitar gemir su nombre, con cada beso y caricia se sentía como en el cielo.

Abrió sus piernas perdiendo toda tranquilidad, quería probarla, hacerla suya una y otra vez hasta el cansancio. Y así lo hizo mientras sentía como Hermione se arqueaba y agarraba las sabanas con fuerza. No paraba de gritar su nombre lo que hacia descontrolarlo aún más, su erección crecía y crecía cada vez con mas velocidad, parecía una olla a punto de estallar. Cuando Hermione estaba apunto de llegar a uno de los mejores orgasmos de su vida Severus se despojo de toda su ropa y se adentro en ella bruscamente, tanto que Hermione tuvo que morderse un dedo para no gritar tan fuertemente. La arremetía una y otra vez, dejando al lado el cariño y las contemplaciones. Empezó a masajear sus senos viendo como Hermione se volvía a arquear consumida por el placer. Duraron así unos minutos mas, tocándose, besándose, admirándose, probándose y lo más importante de todo amándose. Hasta que los dos llegaron al mayor éxtasis de la vida, ese que te transporta a otro mundo mágico y sumamente anhelado.

****

Iban caminando juntos recorriendo los calles llenas de nieve de Hogsmeade, se sonreían, hablaban de sus mas profundos intereses. Pero algo turbo su grato momento cuando Hermione escuchaba como una voz muy conocida la llamaba.

-¡Herms, Hermione espera!-Harry estaba llamándole al otro extremo de donde se encontraban. Sabía que no podía seguir escondiendo mas su verdad, tenia que contarles. Le dio una mirada a Severus que significaba que esperara ahí, empezo a caminar lentamente mientras sentía como sus palmas sudaban. ¿Qué pasaría si ellos no lo aceptaran? o peor aún ¿cual seria la reacción de Ron?. Pero no importaba, haría cualquier cosa, dejaría a quien sea por Severus. Harry la abrazó a modo de saludo.

-Estabamos buscandote por todos los lados Herms, ¿por que te fuiste así?.

-Ojalá yo pudiera explicar eso...

-Hermione-reconocio esa voz al instante, era Ron. Paso saliva y vio como Harry se hizo a un lado para que el también pudiese saludarla. Se dieron lo que parecía que era un abrazo, por que las cosas aún seguían tensas entre los dos.

-Ese es, ¿Snape?-preguntó Harry alzando la vista sobre ella.-¿Qué hace aquí, tu vienes con él?

-Sí-respondio bajito-Hay algo que quiero contarles-ellos dos miraban a su amiga sin entender.

-Nunca han sentido, que quieren algo tanto y nunca lo quisieran dejar ir.

-Y-yo...-tartamudearon al tiempo, no entendían nada.

-Pues está es mi situación, quiero a alguien tanto que no hay ningún rastro de dejarla ir. Que sin importar lo que diga la gente estaré a su lado y lo amaré por siempre. Por eso quiero decirles que...que...-cerró los ojos, esto era tan malditamente difícil -Severus y yo estamos juntos-soltó sin más a lo último, a la vez que sintió un gran alivio a lo último. Al parecer las caras expectantes de sus amigos les daba a conocer que no entendían muy bien la situación. El primero en reaccionar fue obviamente, el pelirrojo.

-Y-yo...No sé que decir ¿en realidad te enamoraste de él?-Hermione asintió al instante.

-No te voy a recriminar, ya no más. Estoy cansado de rogarle a la gente que me quiera, así que puedes hacer lo que quieras con tu vida-Hermione hizo una mueca-Pero no esperes que acepte esto, no por ahora por lo menos-Ron miró desafiantemente a Snape y se fue corriendo de ahí.

-¡Ron, espera!-Hermione intentó alcanzarlo, pero los brazos de Harry la detuvieron.

-Necesita estar sólo -susurró.

Después de haber confesado su amor a sus amigos y incómodamente a la profesora McGonnagall, se dirigieron a Hogwarts. Hermione no se detuvo a pensar si algo de lo que había hecho estaba mal, pues todas sus acciones fueron efectuadas bajo las condiciones del amor, y si uno no lucha por lo que siente o quiere, muere lentamente en su dolor.

Decidieron que no le contarían a nadie más, las personas a veces pueden ser muy malas y arrurinar algo tan bello como lo suyo. Todos juraron guardar silencio, incluso Ron que estaba totalmente herido. Pero aunque no la pudiese tener, aún así la quería y la respetaba como una gran amiga, si es cierto que todo no volvió a ser como antes. Pero hay una sabia frase que dice que el tiempo lo cura todo, y especialmente los corazones rotos.






<<"No hay ser humano, por cobarde que sea, que no pueda convertirse en un héroe por amor".>>-Platón.





Fin.






o quizá no...

TheFanficTime.

Fire (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora