Era mediodía y el cielo ya anunciaba lluvia. No obstante, la práctica de fútbol estaba en su apogeo; sería un día para quedar sepultado en el fango. Aproveché una aparente lesión de uno de mis compañeros para ir a beber un poco de agua, cuando vislumbré en las gradas, al cabrón con el que mi hermano se besaba a escondidas en mi propia casa. Arrojé la botella de agua y subí a toda velocidad hasta donde se encontraba. Gabriel fue muy lento para detectarme o realmente quería ser atrapado, porque intentó huír hasta que yo estaba a un metro de distancia de él.
-¿A dónde vas, saco de mierda? -le grité cuando lo capturé de la camiseta y lo obligué a volver a sentarse -Te has estado escondiendo, ¿no?
-¿Qué? ¡Claro que no! ¿Por qué lo haría?
Me senté a su lado y le pasé el brazo por los hombros. Gabriel hizo un gesto de asco y se tapó la nariz.
-Dean, por favor, apestas a cloaca. ¿Podríamos hablar después de que te des un baño?
-No, lo haremos ahora.
-¿Qué pasa?
-Quiero que me recuerdes qué fue lo que me pediste con respecto a Castiel.
-¿Para qué?
-¡Hazlo!
-Te pedí que te alejaras de él. ¿Contento?
-Entonces explícame por qué estás besuqueandote con Sam a espaldas de tu propio hermano.
Se quedó estupefacto apenas unos segundos, luego empezó a reír, lo cual se me hizo despreciable e irritante. Me separé de él inmediatamente e insistí en que me explicara de una vez por todas qué demonios estaba ocurriendo entre él y mi hermano.
-Ok, ¿sabes qué? Te diré la verdad -sacó de su mochila un empaque con caramelos, de los cuales me ofreció uno; lo rechacé y él se echó uno a la boca, para luego continuar- Me gusta tu hermano, me gusta mucho. De hecho, mientras tú y yo tuvimos ese penoso episodio juntos en el hotel, sólo podía pensar en él. A ese nivel me gusta.
-No tengo por qué escuchar eso, sólo ve al grano -repliqué, asqueado- Sin importar cuánto te guste mi hermano, nada justifica lo que estás haciendo a escondidas de Castiel.
-Eso no suena bien, viniendo de ti.
-¿De qué hablas?
-Apenas ayer estabas acosando a mi pequeño hermano en el gimnasio, a espaldas de Sam, pero hoy vienes a darme sermones. No creo que sea justo.
-Jamás hice nada como lo que tú hiciste.
-Pero estabas a punto de hacerlo.
Me quedé sin palabras. Su sonrisa se fue haciendo más y más amplia conforme mi silencio se alargaba. Sus ojos me miraron acusatoriamente, pero siempre con ese toque burlón en ellos.
-Admítelo, Dean, tú y yo estamos exactamente en la misma posición. Y de haber podido, estoy seguro de que te hubieras lanzado sobre mi hermanito a la menor oportunidad. De hecho, esa era la intención.
Desde el campo de juego, el entrenador y mis compañeros me exigían que bajara para continuar con la práctica. Me puse de pie y les hice señas para que supieran que no tardaría. Me volví hacia Gabriel y le pedí que explicara las últimas palabras que había pronunciado.
-Es obvio que te gusta Castiel, sólo necesitabas un pequeño empujón para hacer algo al respecto y eso fue lo que hice. Sabía que si te prohibía acercarte a él y te amenazaba, no tardarías en contradecirme.
-Así que... ¿éste fue tu plan desde el principio? ¿Hacer que yo separara a Castiel de mi hermano? -pregunté horrorizado y a punto de soltarle un puñetazo.
ESTÁS LEYENDO
Juego Sucio
Fiksi PenggemarA Dean Winchester le gusta Castiel Novak. Sólo hay un problema: es novio de su hermano, Sam. Por supuesto, no tenía la más mínima intención de entrometerse, por respeto y amor a Sam. Incluso Gabriel, hermano mayor de Castiel, le advierte que no haga...